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Mindfulness para empresas en Madrid: transformando la oficina


Empresas como Apple, Google o Coca-Cola se caracterizan por ofrecer oficinas de trabajo cómodos y en los que los miembros de la organización pueden hacer algo más que trabajar: pueden prácticamente habitar esos espacios, al menos durante la jornada laboral.

Pero si deciden desafiar la definición de lo que entendemos por "oficina", no solo es por la imagen que este marketing les provee a ojos de la sociedad: realmente es algo que beneficia tanto a los trabajadores como de toda la organización en general.

El caso de los servicios de Mindfulness para empresas en Madrid es otro ejemplo de esto, dado que en la capital de España es ya frecuente que equipos de psicólogos y expertos en bienestar realicen estos programas de formación e intervención en organizaciones. El Mindfulness (también conocido como Atención Plena) representa una práctica que encaja muy bien con lo que buscan muchas organizaciones para mejorar la calidad de sus dinámicas de trabajo y de cuidado de los trabajadores: es sencillo, no se tarda mucho en aprender, y pone el objetivo en procesos psicológicos directamente relacionados con el rendimiento laboral y a la vez en el bienestar de la plantilla.

¿Por qué se vuelven populares los servicios de Mindfulness para empresas en Madrid?

La capital está llena de empresas con organigramas lo suficientemente amplios como para tomarse muy en serio el bienestar psicológico de los trabajadores. Por ello muchas veces es normal que contacten con expertos en Mindfulness, ya sea para realizar actividades en la propia oficina frecuentada por los empleados, o para realizarlas en la consulta de psicología, de manera grupal.

¿A qué se debe esto? Veamos cuáles son los principales motivos por los que el Mindfulness es demandado por organizaciones de prácticamente cualquier tipo.

1. Basa su eficacia en la sencillez

El Mindfulness no es una práctica llena de pasos intrincados, sino que su realización resulta natural e intuitiva. Esto hace que sea muy fácil aprender sus fundamentos, de manera que en una sesión de formación, la mayoría de trabajadores y trabajadoras le sabrán sacar partido: ni siquiera tienen que memorizar mucho.

3. Ayuda a regular el estrés y la ansiedad

La gestión del malestar y de la ansiedad es posiblemente el uso más conocido del Mindfulness. La Atención Plena contribuye a ver estos eventos de incomodidad como lo que objetivamente son, sin añadirles más poder del que realmente tienen sobre nuestro organismo. Esto parece contribuir a rebajar significativamente el nivel de estrés.

4. Resulta satisfactorio al realizarlo

Otro de los motivos por los que el Mindfulness llega a las empresas es que, simplemente, crea momentos agradables que muchos trabajadores aprecian, al considerar que se trata de un hábito placentero. En muchos casos, los miembros de la empresa deciden no limitarse a aplicar Mindfulness, sino también a su vida personal.

5. Es una práctica secularizada

El Mindfulness se inspira fuertemente en variantes de meditación practicadas desde más de mil años en ciertas regiones del Sur de Asia. Sin embargo, se ha desprendido de todos los elementos religiosos, y pone énfasis en la claridad a la hora de explicar qué hacer en cada momento de la práctica, huyendo del lenguaje esotérico.

6. Ayuda a concentrarse

La Atención Plena se basa en el manejo del foco de atención de la persona. Por eso, a la vez que sirve para amortiguar el impacto que el estrés produce en nosotros, ayuda a crear hábitos de concentración en el trabajo.

7. Encaja con la cultura del diálogo

El Mindfulness también está pensado para evitar que las personas que lo practican habitualmente cedan a los impulsos que, muchas veces, crean conflictos de la nada a causa de rifirrafes sin verdadera importancia. En la Atención Plena se anima a no prejuzgar, a adoptar una perspectiva centrada en el presente y que no cede a los dramas. Esto implica, por ejemplo, no responder de malas maneras quien nos ha respondido de malas maneras en el traba, al no plantearnos si quiera si lo merecería o no.

Mindfulness para empresas en la capital española: el ejemplo de Centro Mindfulness Madrid

Centro Mindfulness Madrid

Una de estas entidades es Centro Mindfulness Madrid, una referencia en el ámbito del uso terapéutico y la formación en Mindfulness. Su equipo de profesionales realiza programas de formación en Atención Plena tanto en sus instalaciones, ubicadas en la calle Gran Vía nº 59, como en el contexto de la empresa a través de su servicio in-company, y crea planes de aprendizaje hechos a medida de cada organización dependiendo de las necesidades y las características de esta.

Entre las diferentes opciones de aprendizaje teórico-práctico en Mindfulness que esta entidad ofrece a las empresas está el Programa de Mindfulness MBSR, un curso de 8 semanas de duración que tiene como principal objetivo enseñar herramientas para gestionar el estrés y mejorar la capacidad a la hora de concentrarse. Se trata de una de las formas de entrenamiento en Mindfulness más famosas, en parte porque fue desarrollada por el que posiblemente es el investigador sobre Atención Plena más conocido: Jon Kabat-Zinn, durante su estancia en la Universidad de Massachussets.

Otra de las opciones de formación en Mindfulness para empresas de la capital española que ofrece Centro Mindfulness Madrid es el Curso de Mindfulness Intensivo, que se realiza durante un solo día y dura 6 horas (sin contar descansos). Es una opción muy útil para quienes no puedan modificar un horario de trabajo durante varias semanas seguidas.

En este caso, los objetivos abarcan más ámbitos del bienestar psicológico, incluyendo la gestión de la ansiedad y también la regulación de las emociones en general, así como la práctica a la hora de modular los patrones de pensamiento de uno mismo y ganar control sobre ellos.

Conclusión

La llegada del Mindfulness para empresas es ya una realidad tanto en Madrid como en los principales nodos urbanos con una economía dinámica. Las organizaciones se están dando cuenta de que no tiene sentido asumir que los miembros que conforman una empresa son meras piezas de una máquina diseñadas para cumplir una función; es necesario que el mismo entorno capaz de dar trabajo sea capaz de aportar herramientas para regular los potenciales momentos de estrés e incertidumbre, con el impacto psicológico que estos provocan en las personas.

Así, no solo se prolonga la vida de las dinámicas de trabajo y se crean espacios profesionales más sanos para todos; además, se logra retener el talento, haciendo que quienes más aportan tengas las herramientas para adaptarse a los diferentes ritmos de trabajo.