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​Pensamiento mítico: ¿qué es y cómo dirige nuestra mente?


El ser humano ha intentado desde sus inicios encontrar un sentido a la existencia, a quiénes somos y a lo que ocurre a nuestro alrededor. 

Para ello ha empleado muy diversas estrategias, que han acabado desembocando en el pensamiento científico actual, el cual funciona a partir de la evidencia empírica y la contrastación de hipótesis con los medios disponibles. 

Sin embargo, antes de éste han habido diferentes tipos de explicación de la realidad que se han basado en distintos elementos. Uno de los tipos de pensamiento que han precedido al pensamiento científico a la hora de interpretar los diferentes fenómenos e incógnitas de la vida es el pensamiento mítico.

¿Qué es el pensamiento mítico?

Denominamos pensamiento mítico a un tipo de cosmovisión o intento de explicación de la realidad caracterizada por el uso de una lógica basada en el simbolismo. Se intenta satisfacer la necesidad de dotar de sentido a lo que nos rodea, en base a las creencias y valores propios de la época y la situación en la que se presenta.

En el pensamiento mítico se pretende dar cuenta de diversos aspectos en base a narraciones de corte fantástico, en las que abundan elementos subjetivos y las referencias a figuras heroicas. Se hace un uso metafórico de tales narraciones, las cuales son llamadas mitos, usándolas en base a la asociación entre elementos contiguos o semejantes. La manera en que se mantienen el contenido de este pensamiento es mediante la tradición y el traspase de los mitos de generación en generación, sea por vía oral o escrita.

Es común que se hagan referencias a deidades y elementos sobrenaturales que permiten personificar los aspectos cuya causa es desconocida de manera que se utiliza lo que conocemos (como por ejemplo la conducta humana propositiva), para explicar lo que nos resulta extraordinario (como la caída de un rayo). Además, tiene un propósito principalmente práctico al buscarse la explicaciones a fenómenos que tienen un efecto en nosotros.

Ofrece una explicación directa de la realidad de modo centrado en la propia cultura que lo trabaja, sin que en el propio pensamiento mítico exista un cuestionamiento o un intento de falsación de dicha explicación. Asimismo, el tipo de respuestas que ofrecen suelen ser deterministas y basadas en la creencia respecto al destino, de modo que usualmente da pie a la creencia de que los propios actos no pueden alterar el curso de la naturaleza.

Diferencias entre pensamiento mítico y pensamiento científico

El pensamiento mítico es, como hemos visto, antecesor del pensamiento filosófico y científico. Tienen en común que ambos tipos de pensamiento intentan ofrecer al ser humano una explicación de porqué la realidad es cómo es y el origen de los diferentes fenómenos, así como también el hecho de que se basan en teorías que suelen basarse en la estabilidad de la realidad.

En lo que se refiere a las diferencias, uno de los principales puntos de divergencia es que mientras el pensamiento mítico se centra en ofrecer una explicación basada en la subjetividad y las creencias el pensamiento científico pretende obtener un conocimiento basado en la evidencia empírica, lo que puede observarse directamente.

Asimismo el pensamiento científico permite la falsación y contraste de sus resultados, con lo que permite la autocrítica y la refutación de lo que ya ha estipulado. El pensamiento mítico, por contra, tiende a ser dogmático y no aceptar alteraciones ni buscar pruebas visibles de su veracidad.

Otro aspecto divergente lo encontramos en que podemos ver cómo el pensamiento científico ha pretendido superar concepciones etnocéntricas para centrarse en establecer una explicación lo más universal posible de los acontecimientos.

Vinculación con la religión

El pensamiento mítico es a menudo asimilado con el pensamiento religioso. Los motivos para ello son variados, como el hecho de que efectivamente muchas religiones han elaborado sus propios mitos como elementos explicativos de la realidad, muchos de ellos de carácter etnocéntrico, que emplean elementos sobrenaturales en su interpretación de ésta y que se han transmitido a través de las generaciones hasta llegar a la actualidad. De hecho, en muchos casos se ha propuesto que el origen de las religiones puede hallarse en este tipo de pensamiento.

Sin embargo, aunque vinculados y a pesar de que comparten algunas características, el pensamiento mítico no se solapa necesariamente con la religión. 

Entre otras diferencias, podemos destacar que la religión no tiene por qué ofrecer una concepción determinista de la realidad y por lo general la fe religiosa es elaborada de manera que establece un código ético y de conducta entre los que comparten las mismas creencias. Además, algunas religiones no hacen uso de explicaciones basadas en la personificación o en elementos sobrenaturales para explicar fenómenos naturales.

Su importancia

Si bien a día de hoy se considera que el pensamiento mítico ha sido desbancado por el científico, debe tenerse en cuenta que el pensamiento mítico ha tenido una gran influencia e importancia en la sociedad, tanto en el pasado como en la actualidad.

Entre otras cosas, ha permitido ir avanzando poco a poco hacia maneras de explicar la realidad más circunscritas a lo observable. También ha contribuido en gran medida al desarrollo de la cultura, permitiendo que existan diferentes perspectivas respecto a la vida, la realidad y lo desconocido. Las creencias religiosas también se han podido desarrollar gracias a este tipo de pensamiento.

También la ética se ha visto influida por el pensamiento mítico. En los mitos podemos observar los valores de nuestros antepasados, los cuales se han podido desarrollar de diferentes maneras gracias a la cultura. Asimismo, también en el mundo del arte ha tenido y sigue teniendo una gran influencia, sirviendo muchos mitos de inspiración artística en todas las formas de arte existentes.