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Neuropatía alcohólica: causas, efectos y tratamiento


Las neuropatías, o trastornos clínicos del sistema nervioso, son un gran grupo de enfermedades heterogéneas que afectan a los nervios encargados de hacer que el cuerpo funcione. Mientras que algunas afectan al sistema nervioso periférico, traduciéndose en alteraciones de motricidad y sensibilidad, otras atacan al sistema nervioso autónomo.

La neuropatía alcohólica, un trastorno del sistema nervioso provocado por el consumo de alcohol, es de afectación periférica. Veamos de qué formas se manifiesta el daño nervioso de origen alcohólico.

Clínica en la neuropatía alcohólica

Las personas dependientes de alcohol sufren unos efectos acentuados sobre su sistema nervioso. Casi el 10% de los alcohólicos que consumen altas dosis de etanol de forma crónica terminan sufriendo neuropatía alcohólica en alguna de sus formas.

Estos pacientes con neuropatía alcohólica sufren daños en los axones de las neuronas motoras y las encargadas de la sensibilidad. Ocurren parestesias bilaterales tanto en brazos como en piernas, entumecimiento, sensación de hormigueo y parestesias, que se acentúan más en manos y pies. Además, pueden aparecer trastornos de la marcha y de la postura debido a la degeneración o atrofia del cerebelo, así como nistagmo, un movimiento de los ojos breve e involuntario.

Por fortuna, la afectación del sistema nervioso autónomo, que mantiene las funciones vitales como la respiración, las contracciones cardíacas, etcétera, es leve en esta enfermedad. El síntoma autónomo más relevante es la incapacidad para tener una erección y mantenerla, esto es, la impotencia. Sin embargo, sí existen síntomas autónomos cuando la neuropatía alcohólica se acompaña de un síndrome característico de las personas dependientes de alcohol: la enfermedad de Wernicke.

Encefalopatía de Wernicke

La encefalopatía de Wernicke, que no es exclusiva pero sí particular de los alcohólicos, consiste en la incapacidad para mover los ojos, la dificultad para coordinar movimientos organizados y un estado confusional donde el paciente está absolutamente desorientado. Cuando alguien sufre esta enfermedad conjuntamente con la neuropatía alcohólica hablamos de polineuropatías, ya que coexisten ambos síndromes.

Se trata de una urgencia médica que requiere la administración inmediata de tiamina (vitamina B1). A medida que se resuelve esta sintomatología, el paciente empieza a mostrar un cuadro amnésico. Es la psicosis de Korsakoff.

Síndrome de Korsakoff

A la segunda fase de este síndrome se le llama psicosis de Korsakoff. Se caracteriza por la incapacidad para recordar eventos pasados en el tiempo (lagunas temporales), confabulación y amnesia anterógrada.

Debido a que este par de síndromes se presentan casi siempre de forma conjunta, se habla de un solo síndrome de Wernicke-Korsakoff, una enfermedad de dos fases donde los síntomas neurológicos más graves de la primera, al resolverse, dan paso a la fase amnésica de la segunda.

Causas de la neuropatía alcohólica

La mayoría de enfermedades neurológicas asociadas al consumo de alcohol tienen que ver con un déficit vitamínico. Las bebidas alcohólicas, además de inhibir el hambre a través de sus características psicoactivas, contienen muchas calorías.

El cerebro, al recibir la señal de que ha ocurrido este aporte hipercalórico, interpreta que no debe comer más e inhibe la señal de hambre. Así, el alcohólico se siente saciado a pesar de no haber comido nada nutritivo.

En concreto, igual que en el Wernicke-Korsakoff, la tiamina juega un papel crucial en el desarrollo y en la resolución del cuadro clínico.

1. Déficit de tiamina

Es frecuente encontrar un déficit nutricional de esta vitamina en pacientes que han abusado de alcohol de forma crónica, pacientes que vomitan muy frecuentemente o pacientes intervenidos de cirugía bariátrica.

La neuropatía alcohólica causada por déficit de tiamina comienza después de haber privado al organismo de esta vitamina durante un largo tiempo. Empieza con una pérdida leve de la sensibilidad, sensaciones sutiles de ardor en los dedos de los pies y calambres en las piernas. Más adelante se empezará a perder la sensibilidad de las extremidades.

Tanto si se trata de una neuropatía alcohólica pura o acompañada de Wernicke-Korsakoff, este déficit se resolverá con la administración intramuscular o intravenosa de vitamina B1.

2. Déficit de piroxidina

Aunque más infrecuente, es posible que la neuropatía esté causada parcialmente por la ausencia de vitamina B6. Tanto su exceso como su ausencia puede causar daños neurológicos, pero en el abuso de alcohol sólo se encuentra su déficit. Igual que la tiamina, puede detectarse a través de una analítica.

3. Pelagra

La pelagra es la deficiencia de niacina (vitamina B3) debido a la malnutrición o alcoholismo. Las manifestaciones neurológicas son variables: afectan al sistema nervioso central y también a los nervios periféricos.

Pronóstico

La neuropatía alcohólica es una enfermedad neurológica severa que debe ser atendida de inmediato. Por fortuna, su manejo urgente suele llevar a una recuperación parcial, sin que queden secuelas graves a largo plazo. Dependiendo de la severidad del cuadro, la persona que haya sufrido la enfermedad tardará más o menos en recuperarse.

Hoy en día es posible realizar un diagnóstico certero de la neuropatía alcohólica a través de la analítica para detectar déficits vitamínicos y las pruebas electrodiagnósticas de conducción nerviosa y electromiogramas. De esta forma el tratamiento puede ser administrado de forma veloz y eficaz para una recuperación completa.

Tratamiento

La intervención médica en los casos de neuropatía alcohólica siempre pasa por la retirada del consumo de la sustancia que la ha producido. Para favorecer la recuperación, además, se utilizan suplementos de vitamina B, especialmente B12 y tiamina. Como apoyo, es importante asegurarse de que la dieta de los pacientes sea lo suficientemente nutritiva.