¿Los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar el tabaco?
Vapear o fumar mediante vaporizadores se ha puesto de moda entre ciertos sectores de la población.
Algunos adolescentes se ponen a vapear porque “parece guay” y la gente no les mirará tan mal como si fumases cigarrillos de tabaco tradicionales o porros. Y muchas de las personas que empiezan a vapear, son fumadores (de tabaco) que intentan dejar de fumar vapean, utilizándolos como una especie de terapia de sustitución por algo aparentemente menos nocivo.
¿Pero es verdad que pasarse a vapear ayuda a dejar de fumar tabaco? Vamos a ver.
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¿Vapear es malo para la salud?
Vapear es definitivamente menos nocivo a corto plazo que fumar tabaco. Pero no es bueno para la salud.
Los cigarrillos electrónicos funcionan quemando diferentes sustancias, que crean aerosoles con sustancias nocivas.
Razones por las que vapear no es un buen método para dejar de fumar
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos de América ha llegado a la conclusión de que no hay evidencia científica suficiente para recomendar el uso de cigarrillos electrónicos como recurso eficaz para dejar de fumar. Veamos por qué.
1. Mantienes los patrones de conducta de fumar
Fumar tabaco es muy adictivo, no solamente por la nicotina, sino por otros elementos que facilitan que se refuerce el hábito. Cuando una persona enciende y fuma un cigarrillo, hay toda una serie de rituales y gestos mecánicos, repetitivos. La repetición de estas fórmulas ayuda a asentar cualquier hábito.
Pues cuando vapeas, estás manteniendo muchos de esos elementos. Cuando sientes “ganas de fumar”, respondes a esa sensación con el acto de sacar el vaporizador del bolsillo, la sensación del vapor en la garganta y la nariz (y todos los sabores y olores asociados, que en el caso de los vapers suelen ser agradables, olores a frutas, etc).
Juntas todos esos elementos, y tienes un producto que va a seguir aprovechándose de esas claves para volver a la persona dependiente de él.
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2. Del cigarrillo tradicional al cigarrillo electrónico, y del cigarrillo electrónico al cigarrillo tradicional
No hay evidencia científica que muestre que los fumadores que empiezan a vapear dejen de fumar tabaco o dejen de vapear siquiera. De entre los fumadores que se han pasado a los vaporizadores con la intención de dejar de fumar, muchos han terminado volviendo al tabaco poco después (o fumando y vapeando a la vez).
Esto ocurre porque, al ser las experiencias de fumar tabaco y vapear tan parecidas, la persona mantiene el “hábito de fumar”, pero con muy poca nicotina o sin ella. Eso, en muchos casos, hace que al fumador “le sepa a poco” y termine escalando el consumo de vapers, y eventualmente, volviendo a pasarse a los cigarros tradicionales para volver a disfrutar de su dosis de nicotina.
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3. Vapear no es un buen método para dejar de fumar, porque la persona sigue fumando
Muchos de mis pacientes de terapia (que han utilizado cigarrillos electrónicos de algún momento) me relatan cómo terminaron volviendo a comprar tabaco en algún momento de crisis, de vulnerabilidad, de ansiedad.
Simplemente, los cigarrillos electrónicos les habían mantenido muy cerca del tabaco, a veces comprando esos productos en el mismo lugar en el que venden tabaco. Así que la transición de vuelta al tabaco fue demasiado fácil.
4. Vapear es fumar
Vapear es fumar. Cuando un fumador se pasa a vapear, se podría estar enviando a sí mismos la idea implícita de que nunca dejará de fumar. Vapeas porque no sabes cómo dejar de sentir la necesidad de hacerlo.
Si uno quiere dejar de fumar, va reduciendo lo que fuma hasta dejarlo. Utilizar los vaporizadores como sustitutivos crea una falsa sensación de seguridad.
Es como cuando alguien que quiere perder peso, en vez de dejar de comprar mayonesa, simplemente se pasa a la mayonesa “baja en grasas”. El impacto de ese cambio en su salud va a ser mínimo, y sigue sin atender al problema principal, que no sabe comer sin abusar de las salsas ultra-procesadas.
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5. Sigues siendo un esclavo de las tabacaleras
La mayoría de productos de vapeo (vaporizadores, aceites, etc) son productos de las propias empresas tabacaleras. Es simplemente otra fórmula para seguir ordeñando a sus vacas (los fumadores) y de seguir contribuyendo económicamente a una de las industrias menos éticas de la historia de la humanidad.
6. Te distraes de los tratamientos reales
Al utilizar el vapeo como método para dejar de fumar, estás desplazando otros tratamientos que sí que tengan efectividad con evidencia científica demostrada. Si te pones a vapear por tu cuenta, dejas de ir al médico o al psicólogo para que te ayuden con un tratamiento de deshabituación para dejar de fumar.
De la misma manera, sustituir los cigarros normales por cigarrillos electrónicos no te acerca más a tu objetivo de dejar el tabaco, muchas veces te aleja más.
Cómo dejar de fumar (sin vapear)
Vapear como sustitutivo del tabaco no funciona. Los cigarrillos electrónicos no ayudan a la gente a dejar de fumar. Simplemente, las distraen un tiempo hasta que vuelvan a fumar tabaco.
En un verdadero tratamiento para dejar de fumar, te ayudarán a:
- Estudiar y comprender tus hábitos de consumo.
- Saber cómo lidiar con la ansiedad del síndrome de abstinencia de la nicotina.
- Aplicar estrategias efectivas para fumar menos (que han demostrado funcionar).
- Diseñar estrategias de prevención de recaídas adaptadas a tu caso concreto, para que no tengas el constante miedo de recaer al día siguiente.
Soy Luis Miguel Real, psicólogo especialista en adicciones. He ayudado a cientos de personas a dejar de fumar, y a evitar las posibles recaídas en el tabaco.
Si has tomado la firme decisión de dejar de fumar definitivamente (para siempre), ponte en contacto conmigo.