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Así se supera una ruptura de pareja mejorando la autoestima


Ser capaz de pasar página tras una ruptura de pareja es mucho más que encontrar una manera de reconciliarse con esos recuerdos que ha dejado tras de sí esa relación de noviazgo o matrimonio.

Y también es más que volver a integrar en el día a día nuevas maneras de vivir y socializar como persona soltera.

Y es que más allá de lo importante que es saber adaptarse a la soltería “de puertas para afuera”, también es necesario hacerlos de puertas para adentro, velando por conservar una autoestima bien equilibrada. Esto resulta especialmente importante porque, si se descuida este aspecto, resulta muy fácil caer en dinámicas comportamentales que alimenten el sentimiento de soledad y de que es imposible adaptarse al presente.

Por ello, en este artículo veremos cómo se puede superar una ruptura de pareja a través de la mejora de nuestra autoestima.

¿Qué es la autoestima?

Empecemos por definir la autoestima. Esta es la combinación de las creencias que sostenemos acerca de quiénes somos y de qué somos capaces, por un lado, y nuestra valoración acerca de cómo nos sentimos con eso, por el otro. Es decir, que la autoestima incluye tanto elementos verbalizables como emocionales.

En este sentido, cuando nuestra valoración acerca de nosotros mismos es muy pesimista, tenemos una baja autoestima, y cuando se corresponde más o menos con la realidad, tenemos un buen nivel de autoestima.

Como este conjunto de creencias y emociones se relaciona con prácticamente todo lo que hacemos en nuestro día a día (a fin de cuentas, el concepto del “Yo” está en el centro de muchos de nuestros pensamientos), la autoestima tiene efectos en todos los ámbitos de la vida. Y por supuesto, uno de ellos es la vida en pareja o, por oposición, la soltería.

Problemas de autoestima

Cómo mejorar la autoestima permite superar una ruptura de pareja

Veamos en qué consiste el proceso de pasar página tras una ruptura de pareja a través de la mejora de la autoestima.

1. Permite confiar en la propia capacidad para ser feliz de manera independiente

Hay muchas personas que definen la felicidad como algo que depende de tener o no tener una relación de pareja. Es decir, que se adscriben a la idea de “soy feliz porque estoy con alguien”, como si el camino hacia la felicidad tuviese que pasar necesariamente por estar en una relación basada en el amor romántico.

Sin embargo, asumir eso es un error; es importante entender la felicidad como una responsabilidad propia. Cada uno debe de trabajar sobre aquello que le hace feliz para luego decidir compartirlo con su pareja. Y esto se refleja también en el modo de gestionar una crisis emocional desencadenada por la ruptura.

En este sentido, cabe destacar que para ser feliz es importante sentirse capaz de llegar a un modo de vida capaz de brindar satisfacción con lo que se hace en el día a día, y teniendo una baja autoestima es muy complicado que esto ocurra.

Quienes se sienten mal con su propia identidad son capaces de reconocer que su modo de vida no les satisface, pero no le ven sentido a cambiar su situación, porque no se ven capaces de ello o, directamente, asumen que están predestinados a la infelicidad.

2. Ayuda a superar los sentimientos de culpa

Tras una ruptura de pareja es común experimentar intensos sentimientos de culpa. Esto se debe a que lo desagradable de la experiencia predispone a las personas a centrar su atención en recuerdos sobre acciones que hicieron y que en su momento podían anticipar el desenlace de esa relación.

Esta clase de imágenes rememoradas o parcialmente imaginadas pueden aparecer una y otra vez en la mente de la persona, bajo la forma de pensamientos intrusivos.

Pero potenciar la autoestima ayuda a no centrarse solo en el sentimiento de culpa, y a transformar ese malestar en motivación para aprender de los errores. Esta orientación a metas a alcanzar hace que se pase de una tendencia obsesiva a fijarse en el pasado a orientarse hacia el futuro y a las cosas buenas que puede traer.

3. Se refleja en las habilidades sociales

Tras una ruptura, se corre el riesgo de entrar en un estilo de vida caracterizado por el aislamiento social, al no sustituir el tiempo que antes se dedicaba a estar en pareja con más tiempo para socializar con otras personas después de volver a la soltería. Y cuanto a esto se le suma el hecho de tener una baja autoestima, las probabilidades de no atreverse a conocer gente nueva o a ponerse en contacto con los viejos amigos.

Por ello, reforzar la autoestima ayuda a desenvolverse mejor en esas situaciones relativamente complejas de enriquecer la propia vida social, sin dejarse intimidar del todo por las sensaciones nuevas que esto supone.

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