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Las 3 etapas del desamor y sus consecuencias psicológicas


¿Estás sintiendo el dolor de una ruptura emocional de pareja? Es muy probable que en estos momentos sientas un vacío, que puede dar lugar a la añoranza y la melancolía. Tras una ruptura, se vive un proceso de duelo que forma parte de la vivencia terapéutica de curación emocional en la superación de una herida. ¿Cómo definirías tu situación?

Existen distintas circunstancias que pueden acompañar a una ruptura. Por ejemplo, no es lo mismo que una persona se sienta abandonada por su pareja en contra del propio deseo personal, a que este hecho sea una decisión de mutuo acuerdo. En otros casos, el desamor llega incluso después de haber luchado por una última oportunidad en una terapia de pareja. Pero, en general, hay una serie de etapas del desamor que explican lo que se va sintiendo durante el proceso.

Las principales etapas del desamor

El desamor se va desarrollando a medida que pasa el tiempo y van cambiando tanto las expectativas acerca de lo que nos depara el futuro (en soltería o de la mano de otra persona) y nuestra manera de interpretar lo que ocurrió en nuestra relación con esa persona a la que quisimos.

En este sentido, cabe destacar las siguientes fases del desamor.

1. La primera herida emocional causada por el desamor

En un primer momento, la ruptura trae consigo el impacto psicológico. Y es que, incluso en aquellos casos en los que ya había indicios de que la relación no iba por buen camino, el final definitivo produce un impacto porque pone en evidencia la realidad de la despedida.

Este duro golpe hace que surja una sensación similar al vértigo: la falta de referentes acerca de qué haremos sin esa persona hace que todo a nuestro alrededor parezca tambalearse y que nos cueste encontrar algo a lo que sujetarnos para encontrar certeza. Certeza acerca de lo que nos conviene, lo que podemos esperar del futuro, lo que deberíamos hacer desde un punto de vista moral, etc.

Se trata de una sensación muy desagradable que nos impide siquiera centrar nuestra mente en los inconvenientes prácticos de no contar más con una posible relación amorosa con esa persona. Nuestra atención está centrada más bien en las implicaciones existenciales de sabernos apartados de esa relación amorosa que habíamos esperado y que nos generaba ilusión.

2. Ambivalencia emocional ante la relación que dejamos atrás

En esta etapa, el afectado también siente la desorientación vital por un capítulo de su vida que se cierra y un nuevo ciclo que todavía está por escribir.

Por un lado, la persona ve con nostalgia esa sensación de enamoramiento y los posibles buenos momentos vividos junto a esa persona, llegando a idealizar ese pasado a partir de una lectura trágica de lo que ha ocurrido. Pero por el otro, existe le deseo de romper definitivamente con los recuerdos y referentes que nos anclan a esa relación, de manera que dejemos de medir lo que nos hace felices en relación con los estándares y las expectativas fijadas con ese vínculo amoroso que ya no forma parte del día a día.

Por ejemplo, puede ser duro pasar de apreciar la vida en pareja o incluso considerarla la única manera de ser nosotros, a considerarla una parte de nuestra identidad como personas solteras una vez se han producido el desamor y la ruptura.

Ante esta dualidad de pasado y futuro, es posible experimentar sentimientos contradictorios de añoranza por aquello que quedó atrás y curiosidad por ese nuevo horizonte de futuro. La persona puede llegar a sentir incluso enfado por lo ocurrido, un enfado que es una forma de negación de la propia realidad.

Sin embargo, el duelo se supera cuando el protagonista asume su propia responsabilidad en lo ocurrido y acepta la historia tal y como ha sido. De hecho, en una ruptura siempre existe responsabilidad por ambas partes, ¿no crees?

3. La importancia del primer año tras la ruptura

El primer año después de la ruptura de una relación estable es especialmente significativo, porque es en esta fecha cuando se celebran días tan nostálgicos como el aniversario de pareja, los cumpleaños o las fiestas de Navidad.

Más allá de este primer año, cuando la tristeza afecta incluso a la calidad de vida del afectado, puede darse un duelo patológico que muestra una forma de tristeza insana. Es decir, la tristeza que vives en un desamor es un sentimiento natural, sin embargo, es importante no dramatizar este dolor.

Pon en práctica la psicología de cuidar tu higiene mental en este momento. La tristeza del desamor puede derivar en una depresión cuando la persona se posiciona ante esta situación como víctima.

Aquellas personas que asocian la idea de la felicidad con el hecho de estar en pareja pueden sufrir de un modo irracional ante la soledad. Si este es tu caso, es muy importante que reflexiones sobre tus propias creencias personales para no prolongar ideas que te limitan en tu desarrollo personal. Existen muchos caminos diferentes de felicidad. Por tanto, no te dejes limitar por etiquetas sociales.

Fases del desamor

¿Cómo superar una ruptura de pareja?

Si estás viviendo una ruptura de pareja, es muy importante que potencies la resiliencia personal para encontrar apoyos con los que afrontar este dolor anímico. Por ejemplo, la amistad resulta terapéutica porque aporta compañía y consuelo para sanar las heridas del corazón. Superar un desamor no significa olvidar el pasado, sino integrar el ayer de un modo positivo en tu propia biografía.

Por ejemplo, puedes despedirte de tu ex desde el respeto y la gratitud por el tiempo compartido en común, pero sabiendo que este no es un buen momento para ser amigos. La distancia es saludable para que tus sentimientos evolucionen. Pero, además, esta distancia real te permite asimilar el cambio personal que esta ruptura ha producido en tu vida.

Por esta razón, es recomendable evitar incluso el contacto a través de las redes sociales. Este es un buen momento para reencontrarte contigo, para disfrutar de tu propia compañía, mientras disfrutas de actividades sencillas y relajantes como la lectura, el cine, la cocina o cualquier actividad que te guste y te ayude a distraer tu mente.

La práctica de deporte también es una rutina de salud para superar el pensamiento negativo que con tanta frecuencia produce el desamor, a través de la vitalidad y la energía que activa tu mente y tu corazón gracias al ejercicio físico. Pasear todos los días durante media hora es un aliciente de bienestar para sanar las heridas del desamor a través de una actividad que eleva el autoconocimiento. ¡Anímate!

Actitud positiva ante el desamor

Tu actitud es más importante que las circunstancias externas. Tú puedes encontrar un sentido constructivo a un desamor si consigues enfocarte en un objetivo presente que te ilusione. Por ejemplo, tu desarrollo profesional puede ser un aliciente para ti, si encuentras en este momento una buena oportunidad para impulsar tu carrera.

Si necesitas ayuda después de la ruptura, también puedes hacer terapia online. Es decir, un psicólogo online puede ayudarte a potenciar la introspección en este momento.