Ocasionalismo: qué es y qué propone esta corriente filosófica
El ocasionalismo es una de las corrientes filosóficas que entienden al cuerpo y la mente como entes separados. Es decir, se trata de una perspectiva dualista que cuestiona la posibilidad de que cuerpo y mente sean elementos igualmente constitutivos del ser humano.
En este artículo explicamos de manera introductoria qué es el dualismo, y de qué se trata la perspectiva que llamamos ocasionalismo.
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El pensamiento dualista de Descartes
El dualismo es una posición filosófica que parte de la idea de que la mente y el cuerpo son dos entes separados. En otras palabras, que la mente no siente, así como el cuerpo no piensa. Descartes llegó a dudar de todo menos de su capacidad de pensar, con lo cual, lo que el cuerpo sintiera quedaba en segundo plano.
Generalmente se reconoce a René Descartes como el máximo exponente del dualismo moderno, ya que fue el primer filósofo en oponer la realidad de la mente con la del cuerpo (la de cerebro).
Para él, la mente existe de manera independiente al cuerpo, con lo cual, tiene una sustancia propia. Esta sustancia, en el contexto religioso-científico de Descartes, puede ser de tres tipos: interaccionista (la que permite que los procesos mentales tengan efectos en el cuerpo); paralelista (las causas mentales sólo tienen efectos mentales que se hacen pasar por físicos, pero no lo son); y finalmente una sustancia de tipo ocasionalista, que explicaremos a continuación.
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Ocasionalismo: una explicación sobre la causalidad
Para Descartes, la sustancia ocasionalista es la que no permite la interacción entre el terreno material y el inmaterial. La relación entre estos es imposible, porque hay un ente externo que hace que los eventos que comprendemos como “causa-efecto”, ocurran. Este ente es Dios, y es solo a través de su intervención como pueden estar conectados la mente y cuerpo.
Así, el ocasionalismo es una postura filosófica que, además de establecer que la mente y el cuerpo están separados; establece también que nada de lo que percibimos como relación “causa-efecto” está realmente vinculado a una causa fuera de Dios.
Las causas no son otra cosa que la ocasión para que Dios produzca determinados hechos, a los que hemos llamado “efectos”. Por ejemplo, en una relación A->B; el evento A no es una causa, sino que es ocasión para que Dios produzca el hecho B, que es lo que nosotros vivimos y traducimos como “el efecto”.
Lo que conocemos como “causa” es solo aparente, es siempre ocasional (es decir, depende de la oportunidad concreta). A su vez, el evento que percibimos como efecto, es el resultado de la decisión de Dios. Así pues, la causa verdadera está siempre oculta a nuestro conocimiento. Como viene dada de antemano por Dios, y por la ocasión que a este se le presenta; nosotros, los seres humanos, no podemos conocerla, simplemente podemos experimentarla, en la forma de efecto.
Pero, recordando que Dios, la mente y el conocimiento en esta época estaban muy relacionados, lo que esto quiere decir es que, para el ocasionalismo, nuestros procesos mentales, las creencias, los pensamientos, las intenciones, no generan actitudes, emociones ni conductas; sino que, la congruencia entre dichos proceso está facilitada por una entidad divina.
A esta entidad divina los seres humanos no la podemos conocer del todo, tiene visión y voluntad propia, y a partir de ahí mueve todas las cosas materiales.
Nicolas Malebranche, autor clave
El filósofo francés Nicolas Malebranche es uno de los los máximos exponentes del ocasionalismo. Vivió entre los años 1628 y 1715 y se le reconoce como uno los intelectuales representativos de la ilustración.
Inicialmente, Malebranche seguía los postulados dualistas del racionalismo de Descartes, que estaban siendo desarrollados en un siglo donde la razón se compaginaba de manera estrecha con las creencias religiosas. La ciencia, la filosofía y el cristianismo no estaban completamente separados entre sí, como es ahora.
Dentro de sus postulados, Malebranche intentaba conciliar los pensamientos de Descartes con los de San Agustín, y de esta forma demostrar que el papel activo de Dios en todos los aspectos del mundo podía ser demostrado mediante la doctrina a la que denominamos “Ocasionalismo”.
Aunque intentó distanciarse de las propuestas de Descartes, hay varios filósofos contemporáneos que consideran que debería ser considerado dentro de su misma tradición, así como junto con Spinoza y Leibniz. No obstante, otros autores consideran que el pensamiento de Malebranche es más radical que el de Descartes. Este último consideraba que en algún punto, el cuerpo y el alma estaban conectados, y este punto era la glándula pineal.
Malebranche consideraba, en cambio, que cuerpo y alma son entes completamente independientes, y que si llega a existir una conexión entre ambos, es porque hay una entidad divina de por medio que la hace posible. Así, es Dios la causa de todo lo que ocurre en “la realidad”. Las causas son ocasiones para Dios, es Dios la única causa, y a través de esto es como los seres humanos conocemos al mundo.
En otras palabras, para Malebranche, la única causa verdadera de todo lo que existe es Dios, con lo cual, todo lo que percibimos como “efecto de algo”, no es nada más que un momento u oportunidad de Dios para provocar o para conseguir ese algo.
Referencias bibliográficas:
- The Basics of Philosophy (2018). Philosophy of mind. Recuperado 27 de mayo de 2018. Disponible en https://www.philosophybasics.com/philosophers_malebranche.html