Resistencia al cambio: 10 claves para superarla
El cambio es un proceso que está íntimamente asociado a la adaptación del ser humano al entorno, lo que se conoce como cambio evolutivo. Sin embargo, el cambio no solamente es biológico (por ejemplo, cuando los años pasan y notamos los cambios en nuestro cuerpo), sino que también puede ocurrir a nivel psicológico. En este sentido, está ligado al desarrollo personal.
A nivel personal, el cambio tiene la característica que depende de nosotros mismos, es decir, que podemos llevar a cabo una serie de acciones y podemos transformar nuestra actitud para favorecer nuestro crecimiento personal.
Sin embargo, nuestra mente, que en otras ocasiones puede ser nuestra mejor aliada, también puede jugarnos una mala pasada y resistirse a cambiar. Es lo que se conoce como resistencia al cambio, que se da tanto a nivel personal como organizacional.
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Cómo superar la resistencia al cambio
Por ser un proceso individual y personal, nadie puede cambiar a otra persona si ésta no quiere cambiar. La transformación personal requiere autorreflexión, autoconciencia, marcarse objetivos claros y realistas, emplear tiempo y energía y, evidentemente, necesita de voluntad.
Puesto que el cambio no es sencillo, a continuación puedes encontrar una lista de recomendaciones para superar la resistencia al cambio.
1. Ser autoconsciente y conocerse a uno mismo
Una persona que no es capaz de visualizar el cambio es incapaz de transformar su vida. Por eso es necesario que sea consciente de los beneficios de cambiar.
Asimismo, conocerse a uno mismo y saber cuáles son sus necesidades, sus deseos, sus emociones y sus pensamientos también es importante para llevar a cabo el proceso de cambio. Resistirse al cambio tiene mucho que ver con las creencias que tiene uno mismo sobre la vida y también con la autoconfianza. Saber dónde está uno y hacia dónde quiere dirigirse es el primer paso para cambiar.
2. Elimina las creencias limitantes
Cuando alguien se conoce a sí mismo y lleva a cabo un proceso de autorreflexión, es posible que detecte creencias debilitantes y limitantes que le impiden avanzar. Son estas creencias lo que nos impide cambiar, es decir, resistirnos al cambio. Por ejemplo, quizás queramos cambiar de carrera pero podemos sentirnos fracasados al pensar que los demás nos criticarán si optamos por esa opción, o incluso podemos llegar a pensar que somos débiles o poco dignas y respetadas.
En realidad, tomar una decisión de este calibre solo es apto para personas valientes. Detectar las creencias limitantes primero y eliminarlas después es necesario para superar la resistencia al cambio.
3. Sal de la zona de confort y ponte a prueba
Resistirse al cambio tiene mucho que ver con no querer salir de la zona de confort, con querer quedarnos en ese lugar que nos resulta cómodo, en el que no tenemos que afrontar nuestros miedos. Y es que cambiar requiere plantarle cara a la incertidumbre, y esto puede hacernos sentir inseguros e incluso ansiosos. Superar el miedo a la incertidumbre es necesario para dar portazo a la resistencia al cambio.
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4. Mejora la autoconfianza
La percepción de autoeficacia o autoconfianza son las creencias que poseemos sobre nuestra habilidad para llevar a cabo determinadas tareas. Tener una baja autoconfianza significa que vamos a resistirnos al cambio, en el sentido de que no nos veremos capaces de llevarlo a cabo; nos sentiremos inseguros frente a los problemas, aunque tengan una solución relativamente fácil. Cambiar no es fácil, y si no tenemos la suficiente confianza en nosotros mismos, será complicado seguir adelante cuando las cosas se compliquen.
5. Ponte metas realistas
Resistirse al cambio también tiene que ver con no ser capaz de visualizar el futuro y la recompensa que supone cambiar. Marcarse objetivos es realmente motivador y es la mejor manera de superar esta resistencia. Ahora bien, los objetivos deben ser claros y realistas, de lo contrario, podemos tirar la toalla antes de tiempo.
6. Ábrete al cambio
El cambio tiene mucho que ver con la actitud de una personas, porque difícilmente se puede cambiar si la persona no tiene la voluntad de hacerlo. Querer cambiar no es verbalizar que queremos transformar nuestra vida (lo que se conoce como falsa autoconfianza), sino estar en movimiento y dar pequeños pasos para ir consiguiendo lo que deseamos.
7. Planifica el cambio
Como se ha comentado, ser conscientes de dónde estamos es importante para saber nuestro punto de partida y el lugar al que queremos dirigirnos. También se ha comentado que es necesario visualizar los objetivos que queremos perseguir, pues es motivante. Sin embargo, también es bueno para evitar la resistencia al cambio, planificar este cambio y nuestra transformación. Esto permite mantenerse motivado a medio y largo plazo. Tener objetivos muy lejanos puede motivarnos en un momento determinado, pero no en el día a día.
8. Responsabilízate
La resistencia al cambio puede ocurrir porque la persona no se responsabiliza de los problemas y prefiere evitarlos o buscar las causas de éstos fuera, es decir, culpando a otros de sus errores. Es más fácil hacer esto y esperar a que las cosas cambien solas. Pues bien, esto raramente ocurre, así que para cambiar es necesario empoderarse y responsabilizarse de la transformación.
9. Abandona el victimismo
No responsabilizarse también puede derivar en una actitud victimista. De nuevo, este comportamiento es evitativo, dicho de otro modo, es una resistencia o una negación. El victimismo impide cambiar y es un comportamiento que conduce a la resistencia al cambio. Responsabilizarse también es abandonar el victimismo.
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10. Acude a un experto en desarrollo personal u organizacional
En ocasiones, seguir los pasos anteriores no surge efecto, y es necesario buscar la ayuda profesional que permita mejorar nuestra Inteligencia Emocional, nuestra autoconfianza, nos eduque para conocernos mejor y planificar objetivos claros y realistas, etc. Los coaches y los psicólogos positivos son expertos en desarrollo personal y, por tanto, pueden ayudarnos a superar la resistencia al cambio. Ponerse en buenas manos es clave para superar la resistencia al cambio,