Mi pareja tiene depresión: ¿qué puedo hacer para ayudarla?
Las relaciones de pareja implican un compromiso importante. Por eso, en caso de que nuestra pareja sentimental se vea afectada por alguna circunstancia, es natural brindarle el apoyo necesario para que supere la situación por la cual está pasando.
Esto es algo que tienen claro muchas personas a la hora de afrontar cierto pensamiento que les viene a la mente: "mi pareja tiene depresión, ¿qué puedo hacer para ayudarla?".
En este artículo veremos algunas herramientas útiles para ofrecer soporte cuando un novio, novia, marido o esposa tiene depresión, revisaremos brevemente qué es este trastorno mental y distinguiremos la depresión estado de la depresión rasgo.
- Artículo relacionado: "Tipos de depresión: sus síntomas y características"
¿En qué consisten los síntomas depresivos?
La depresión puede definirse como una alteración mental que consiste estados intensos y prevalentes de tristeza y desmotivación (abulia). Si una persona tiene depresión, lo más probable es que su pareja (en caso de que la tenga) note en su actitud cotidiana que algo raro pasa.
Es importante establecer si se trata de un estado depresivo, lo cual sería algo pasajero; o si por el contrario estamos en presencia de un rasgo depresivo, lo cual indica que la conducta asociada a la depresión es más prevalente en el tiempo. En todo caso, esta clase de evaluaciones solo pueden ser hechas por un profesional de la salud mental.
- Quizás te interese: "Cómo buscar un psicólogo para asistir a terapia: 7 consejos"
Mi pareja tiene depresión: ¿qué hago?
Cuando ocurre que nuestra pareja tiene depresión, la situación es compleja, pero hay que tener claro que el problema puede ser superado; nadie está predestinado a sufrir emocionalmente de manera indefinida. Eso sí, se debe proceder lo antes posible y contando con ayuda profesional. Y es que aunque aquí veamos varios consejos, todo pasa por ir a psicoterapia. La depresión es una psicopatología severa que debe ser abordada por expertos en salud mental, no existen "atajos" que permitan saltarse ese paso.
Además, hay que determinar si se trata de estados depresivos puntuales o si la conducta es persistente, aunque en última instancia son los terapeutas quienes realizan el diagnóstico.
A continuación veamos cómo debemos proceder desde el rol de alfuien cuya pareja tiene o podría tener depresión.
1. No le restes importancia al asunto, entiende que se trata de una enfermedad
Debemos evitar menospreciar el momento anímico por el que pasa nuestra pareja. Los pensamientos y sentimientos que la aquejan no son por capricho y no deben ser vistos como ataques personales hacia los demás, por mucho que sus consecuencias perjudiquen a terceros. Estos síntomas pueden deberse a causas tanto orgánicas como sociales.
2. Ten en cuenta que aunque no lo parezca tu pareja te necesita
La sintomatología propia de la depresión puede hacer parecer que le somos indiferentes a nuestra pareja, pero esto no es verdad. Debemos entender que su conducta responde a los síntomas, no hay que distanciarnos de ella, especialmente cuando se siente vulnerable.
3. Ofrece una escucha activa
En la mayoría de los casos, el solo hecho de estar ahí para esa persona resulta de gran soporte. Nuestra pareja necesita desahogar sus emociones con total libertad, debemos hacer que se sienta cómoda contándonos qué le sucede.
4. No pongas presión
Se debe tener cuidado con las palabras que utilizamos cuando nuestra pareja presenta un cuadro depresivo, hay frases que pueden resultar contraproducentes. Lo mejor es proponer actividades claras, evitando frases como “ten calma” o “eso se te tiene que pasar” las cuales pueden sonar como una exigencia y una llamada a no hacer nada por sentirse mejor.
5. Ponerse en el lugar del otro
Esto se refiere a brindar la mayor empatía posible, teniendo en cuenta que las cosas que a ti te resultan sencillas a tu pareja pueden complicársele. Por ejemplo, ir de compras o preparar una comida en casa suele ser todo un reto para quien tiene depresión, debido a la falta de motivación y de energía.
6. No te culpes por lo que sufre
Como ya hemos mencionado anteriormente, no es culpa de tu pareja estar deprimida, y tampoco es tu culpa. No pienses que su comportamiento se debe a motivos personales relacionados contigo o de los que seas la persona responsable. La depresión escapa al control de quienes la experimentan directamente y de su círculo cercano.
7. Evita crear falsas expectativas
Debemos tener en cuenta que la solución no llegará de la noche a la mañana. Se trata de un proceso personal y gradual, en el cual nuestra pareja debe darse cuenta y afrontar la situación a su ritmo. No hay que precipitarnos buscando soluciones fáciles o rápidas, ya que así solo conseguirás causar más frustración.
8. Mantente cerca
Déjale ver a tu pareja que te interesas por ella, muéstrale que a pesar de su situación puede contar contigo y que estas ahí para apoyarla, sin volverte invasivo o exigente. Simplemente apóyala mediante tu comprensión y compañía.
9. Alivia la tensión emocional
Intenta servir como medio para que él o ella drene la presión y la tensión que le genera la depresión y las situaciones familiares, académicas o laborales que puedan resultar factores desencadenantes de episodios depresivos más intensos. Trata de aligerar esa carga en tu pareja.
10. Evita los reproches
No le recrimines por no querer salir de la cama, o por su falta de apetito. Recuerda que está siendo víctima de una sintomatología que atañe al funcionamiento de su sistema nervioso. Incentiva el cambio desde la asertividad y no desde el reclamo, el cual resulta contraproducente en estos casos.
11. Motívala a buscar ayuda
Sin que sea una exigencia o una imposición, podemos hacer que nuestro ser querido se interese por buscar ayuda profesional. Explicarle los beneficios y decirle que la terapia la puede ayudar a mejorar son buenas formas de hacerlo.
- Artículo relacionado: "Los 8 beneficios de acudir a terapia psicológica"
12. Dale la enhorabuena por sus avances
En las ocasiones en las que tu pareja haga esfuerzos por vencer la depresión y logre llegar a sus objetivos, por pequeños que puedan parecerle a alguien que no esté pasando por eso, hay que darle la enhorabuena y mostrarle que también nosotros reconocemos ese hito.
13. Acompáñala a terapia
Asistir a terapia con nuestra pareja tiene un significado importante en cuanto al componente de apoyo que le brindamos. Nosotros podemos formar parte del equipo de apoyo a nuestra pareja (como nueva paciente que está dando sus primeros pasos en cuanto a la terapia), que incluye a los familiares, al terapeuta, y en caso de ser necesario, también al psiquiatra.
Eso sí, la terapia psicológica debe ser un factor imprescindible del proceso de recuperación de las personas con depresión. No es una ayuda accesoria, es uno de los pilares fundamentales de la mejora del estado de ánimo, y un apoyo que contribuye significativamente a que los síntomas cesen, incluso los más graves (como la ideación suicida).
Por ello, alguien que quiera ayudar a su pareja con depresión, debe actuar en dos frentes: acompañar a ese ser amado en ese momento de su vida, y contribuir a que se comprometa con la terapia y aplique las indicaciones de los profesionales de la salud mental que se ocupan de monitorizar el tratamiento.
Recomendación final
Por último es importante recalcar que la situación por la que pasa nuestra pareja con depresión no tiene por qué ser permanente. Tal y como vino la crisis, puede irse, aunque suelen quedar ciertas secuelas (al menos por lo que respecta a la memoria emocional).
Muchas veces, cuando la persona no sabe qué hacer ante una situación, es cuando sobreviene la depresión. No basta con ayudarle a resolver esa situación, es necesario brindarle las herramientas para que tenga la capacidad de solventar por ella misma las situaciones que le provocan los sentimientos negativos. Esto es lo que se trabaja durante la terapia. Pero, al mismo tiempo, no hay que dejar sola a esa persona, ya que en ese estado no será capaz de sobreponerse y de ver una salida esperanzadora.
Referencias bibliográficas:
- American Psychiatric Association (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
- Davey, C. G.; Yücel, M; Allen, N. B. (2008). The emergence of depression in adolescence: Development of the prefrontal cortex and the representation of reward. Neuroscience & Biobehavioral Reviews. 32.
- Mann, J. J., Waternaux, C., Haas, G. L. et al. (1999). Towards a clinical model of suicidal behavior in psychiatric patients. Am J Psychiatry, 156: pp. 181 - 189.
- Organización Mundial de la Salud. CIE 10. (1992). Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Las Enfermedades. Trastornos Mentales y del Comportamiento: Descripciones Clínicas y pautas para el Diagnóstico. Madrid: Meditor.
- Saravane, D; Feve, B; Frances, Y; Corruble, E; Lancon, C; Chanson, P; Maison, P; Terra, JL; et al. (2009). Drawing up guidelines for the attendance of physical health of patients with severe mental illness. L''Encéphale. 35 (4): 330–9.(1): pp. 1 - 19.