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El test del espejo de autoconciencia: qué es y cómo se usa en animales


Desde tiempos inmemoriales, el antropocentrismo nos ha llevado a pensar que los seres humanos somos la única especie capaz de reconocerse a sí misma y de tener autoconciencia. Sin embargo, las investigaciones han ido demostrando que esto no es así y que muchos otros animales, como los delfines, los orangutanes o los elefantes, podrían tener esta misma capacidad.

Para estudiar este fenómeno se ha utilizado el test del espejo, una prueba que, hasta ahora, ha servido para medir el autoreconocimiento o la autoconciencia en animales. Y decimos hasta ahora porque en los últimos años, con el descubrimiento de que incluso las hormigas o los peces pasan la prueba, parte de la comunidad científica ha puesto en duda la validez del test para medir esta capacidad cognitiva.

En este artículo te explicamos en qué consiste el test del espejo de autoconciencia y cuáles son sus limitaciones. Además, repasamos las últimas investigaciones sobre este interesante fenómeno.

El test del espejo de autoconciencia: ¿qué es y para qué sirve?

El test del espejo, desarrollada en 1970 por Gordon G. Gallup Jr, es una prueba que mide el nivel de autoconciencia y de autoreconocimiento visual. Lo que determina el test es si un animal puede reconocer su propio reflejo en un espejo como si fuera una imagen de sí mismo.

Esta prueba es bastante sencilla: basta con poner un espejo a disposición del animal y observar su comportamiento. Cuando el animal se acostumbra al espejo, los investigadores marcan con un tinte inodoro una parte de su cuerpo que no se pueda ver sin la ayuda del espejo. De este modo, si el animal reacciona de forma consistente con el hecho de ser consciente de que el tinte se encuentra en su propio cuerpo, se obtiene una evidencia positiva de autoconciencia.

Las conductas que indican que el animal es capaz de reconocerse a sí mismo en su imagen especular incluyen girar y ajustar el cuerpo para ver mejor la marca en el espejo, o tocar la marca con su propio cuerpo o con un dedo mientras mira el espejo. Los animales que hasta hace poco habían superado la prueba del espejo han sido: chimpancés, bonobos, orangutanes, delfines, elefantes, palomas comunes y, por supuesto, humanos.

Sin embargo, investigaciones recientes han detectado que incluso algunas especies de hormigas y peces han reaccionado positivamente al test del espejo de autoconciencia, lo que ha generado gran controversia en la comunidad científica, dividiendo la opinión entre quienes creen que la prueba no es válida ni concluyente y quienes creen que hay que replantearse las implicaciones que puede tener para el estudio de la autoconciencia humana.

Investigaciones con peces lábridos

Uno de los estudios que ha revolucionado el campo de la investigación de la autoconciencia en animales ha sido la investigación de Kohda y otros (2019) en la que se observó el comportamiento de un pez de la familia de los lábridos bajo las condiciones del test del espejo.

Los resultados del estudio concluyeron que el pez reaccionaba a su reflejo cuando se observaba en el espejo y cumplía con todos los criterios de la prueba del espejo. Sin embargo, cuando al pez se le proporcionaba una etiqueta de color en una prueba de marca modificada, el animal intentaba eliminar la marca raspando su cuerpo en presencia del espejo, pero no mostraba respuesta hacia las marcas transparentes o de color en ausencia del espejo.

Para los autores del estudio, aunque el pez lábrido muestra respuestas de comportamiento que cumplen con los criterios del test establecidos para otros animales, el resultado no implica que esta especie sea consciente de sí misma. Con todo, los resultados de esta investigación abren varios interrogantes que quedan por resolver: ¿es esta prueba realmente válida para detectar la autoconciencia en animales? Y de ser así, ¿si esta especie de pez es autoconsciente, ¿debemos replantearnos el concepto?

¿Mide realmente la autoconciencia el test del espejo?

La validez de una prueba como el test del espejo no se había discutido seriamente hasta la publicación de nuevas investigaciones con especies de animales que, a priori, nunca hubiéramos pensado que son capaces de mostrar signos de autoconciencia. Las evidencias positivas en peces y hormigas han obligado a gran parte de la comunidad científica a plantear sus dudas respecto a si es el test del espejo una buena medida de la autoconciencia.

Alex Jordan, biólogo evolutivo y uno de los autores del polémico estudio en peces lábridos, es reticente a la hora de señalar que los peces son tan inteligentes como pueden serlo los chimpancés o los bebés humanos de 20 meses, y cuestiona la validez del test del espejo para medir el concepto de autoconciencia.

Según Jordan, uno de los problemas del test es que se usa la visión para medir la autoconciencia. Sin embargo, no todos los animales (o todos los humanos) dependen de de la vista como el sentido predominante. Por ejemplo, es posible que los murciélagos, que dependen de su sonar para desplazarse, sean conscientes de sí mismos y simplemente no seamos capaces, como humanos, de formular una prueba que lo detecte debido a nuestro sesgo visual.

Del mismo modo, aunque los elefantes pueden pasar el test del espejo, dependen más del olfato que de la vista, y la sofisticación de su conciencia puede habernos llevado a interpretaciones equívocas. En este sentido, es posible que esta prueba simplemente no sea adecuada para algunos animales, porque no tenemos la misma visión sensorial del mundo.

El test del espejo “olfativo”

Para superar el sesgo visual del test del espejo de autoconciencia, Horowitz y otros (2017) diseñaron una prueba olfativa para perros que implicaba alterar el olor de su orina. Cabe señalar que estos animales no han superado la prueba tradicional, ya que no son capaces de reconocerse a sí mismos en el espejo.

En el experimento, los investigadores presentaron a los perros varios recipientes. Cada uno de ellos con un estímulo olfativo: en uno, la orina del propio perro; y en el otro, una orina a la que se había alterado el olor. Al observar el tiempo que cada perro permanecía en los recipientes, se comprobó que eran capaces de distinguir entre la “imagen” olfativa de sí mismos y la modificada, rastreando su propio olor más tiempo cuando tenía un olor adicional que lo acompañaba, que cuando no lo tenía.

La validez ecológica del test olfativo se examinó presentando a los sujetos olores de otros perros conocidos o desconocidos: los perros pasaban más tiempo investigando el olor de otros cánidos que su olor propio. Finalmente, en un segundo experimento, los perros pasaron más tiempo con el estímulo modificado que con el olor modificado por sí solo, lo que indica que la novedad por sí sola no explicaba su comportamiento.

En definitiva, los resultados de esta investigación sugieren que el comportamiento de los perros implica cierto reconocimiento del olor propio, lo que traducido al test del espejo de autoconciencia tradicional implica la existencia de autoreconocimiento visual o “autoconciencia” en estos animales. Algo que no debería sorprender a todas aquellas personas que conviven con estas criaturas domésticas.

Referencias bibliográficas:

  • Bard, K. A., Todd, B. K., Bernier, C., Love, J., & Leavens, D. A. (2006). Self‐awareness in human and chimpanzee infants: What is measured and what is meant by the mark and mirror test?. Infancy, 9(2), pp. 191 - 219.
  • Horowitz, A. (2017). Smelling themselves: Dogs investigate their own odours longer when modified in an “olfactory mirror” test. Behavioural processes, 143, pp. 17 - 24.
  • Kohda, M., Hotta, T., Takeyama, T., Awata, S., Tanaka, H., Asai, J. Y., & Jordan, A. L. (2019). If a fish can pass the mark test, what are the implications for consciousness and self-awareness testing in animals?. PLoS biology, 17(2), e3000021.