Juan Bautista Alberdi: biografía del padre de la Constitución argentina
Alberdi es una de las figuras más destacadas de la rama hispanoamericana del liberalismo que vivieron en el siglo XIX.
Trataremos de profundizar en la vida de este autor a través de una biografía de Bautista Alberdi, en la que conoceremos los episodios que marcaron su vida, cuáles han sido sus aportaciones más importantes en los diferentes campos trabajados y por lo tanto cuáles han sido las repercusiones que ha generado.
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Breve biografía de Bautista Alberdi
Juan Bautista Alberdi nació en el año 1810 en la provincia argentina de San Miguel de Tucumán. Sus orígenes eran españoles, pues su padre, Salvador Alberdi, era un comerciante procedente de Guipúzcoa, en el País Vasco. Salvador poseía una próspera pulpería, un establecimiento típico de alimentos. Además, también tuvo relevancia política en el conflicto entre Argentina e Inglaterra, pues fue uno de los encargados de defender la capital.
En cuanto a su madre, Josefa Aráoz, era de origen criollo, miembro de una de las familias de mayor relevancia de la ciudad de Tucumán. Lamentablemente, Josefa falleció al dar a luz a Juan Bautista Alberdi, por lo que creció huérfano de madre. La familia de Alberdi tomó parte activa durante la Revolución de Mayo de 1810, acontecimiento político que prendió la mecha de la futura independencia de Argentina, hasta entonces dependiente de España.
El padre de Juan Bautista Alberdi falleció cuando este contaba con tan solo 11 años de edad. Huérfano ya de padre y madre, Juan quedó bajo la tutela del resto de sus hermanos. Alberdi iniciaba así una etapa en su vida, esta vez en la ciudad de Buenos Aires, donde se trasladó para continuar su educación. Accedió a la institución del Colegio de Ciencias Morales gracias a una subvención del gobierno.
Tras unos años inestables de abandono y regreso al mundo académico, Juan Bautista Alberdi se matriculó, primero en la Universidad de Buenos Aires, después en la Universidad de Córdoba y finalmente en la de Montevideo (Uruguay), para estudiar jurisprudencia, disciplina en la que más adelante alcanzaría el grado de doctor, en Chile.
Compaginó su formación académica con la formación en el terreno musical, pues era amante de este arte y llegó a dominar diferentes instrumentos, como el piano, la flauta o la guitarra. De hecho, la primera obra que Juan Bautista Alberdi escribió trataba nada menos que de esta temática. Se tituló El espíritu de la música.
De regreso a San Miguel de Tucumán, trabajó junto a Alejandro Heredia, gobernador de la región, preparando una obra a la que tituló Memoria descriptiva de Tucumán.
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Juventud y Generación del 37
Tras la estancia en Tucumán, Juan Bautista Alberdi decidió emprender de nuevo el camino hacia la capital argentina. Corría el año 1835. Durante esta época, el escritor Marcos Sastre había fundado el Salón Literario, una serie de reuniones donde los autores de la llamada Generación del 37 podían charlar y poner en común sus diferentes puntos de vista sobre diferentes temas. Alberdi fue uno de los integrantes.
La Generación del 37 promovía ideas demócratas y liberales. Decidieron dar continuidad al movimiento que les había precedido en la Revolución de Mayo. Este grupo abogaba por una solución intermedia que satisficiera a aquellos que abogaban por la construcción de una nación unitaria pero también a los que preferían un modelo federalista. Alberdi estudió en profundidad la situación política para preparar su tesis doctoral.
Esta investigación le llevó a la elaboración de su obra, Fragmento preliminar al estudio del derecho. En ella exploraba diferentes vías para tratar de solventar los problemas en los que Argentina se encontraba sumida en estos convulsos años. Con ella sentó las bases del historicismo jurídico de este país.
Era el año 1837, un año prolífico en el que también emprendió el nuevo proyecto de creación de un diario, al que bautizó como La Moda, donde precisamente trataba sobre ese tema, especialmente hablando de las corrientes más importantes que había en el continente europeo en aquellos años. También trataba sobre otras artes, como la literatura o la música. El propio Juan Bautista Alberdi utilizaba el pseudónimo de Figarillo para escribir en esta publicación.
Sin embargo, La Moda tuvo una vida corta. Tan solo veintitrés números después, esta publicación se vio obligada a echar el cierre.
Años en el exilio
Durante estos años, la provincia de Buenos Aires estaba gobernada por Juan Manuel de Rosas, del cual Juan Bautista Alberdi era un firme opositor. Alberdi se negó a jurar lealtad a esta institución, lo que inició una persecución política tanto hacia él como para los miembros del Salón Literario, que tuvo que ser disuelto. Se creó en secreto una nueva asociación, llamada La joven Argentina, y su dirigente era el propio Alberdi.
Pero la situación era peligrosa y muchos de ellos decidieron salir de Argentina. En el caso de Juan Bautista Alberdi, su destino fue Montevideo, la capital de Uruguay. Fue un hecho dramático, ya que por esta época, él ya contaba con pareja y un hijo de corta edad, y tuvo que separarse de ellos. Nunca llegó a ejercer como padre.
Tuvo la oportunidad de extender sus ideas por tierras uruguayas, donde recibieron gran aceptación. También tuvo la oportunidad de trabajar, tanto como abogado, dada su formación, como de periodista, oficio en el que también contaba con experiencia previa. Fue la época además en la que publicó dos obras de teatro diferentes. La primera se tituló La Revolución de Mayo, mientras que la segunda llevó el nombre de El gigante Amapolas.
También residió durante un tiempo en Chile, país en el que se convirtió en un abogado de renombre y donde además logró completar su tesis doctoral para ganarse el título más alto en esta disciplina. Dicho trabajo se llamó "Sobre la conveniencia y objetos de un congreso general americano". En dicha obra ya avanzaba la idea de la creación de un órgano supranacional que pusiera en común los intereses de las regiones hispanoamericanas.
Pasó un tiempo también en Europa, concretamente en París, estudiando la obra de Montesquieu, que era el germen para la creación de las constituciones de los florecientes países del continente americano. Estudió en concreto el modelo de la constitución de los EEUU, estudiando ideas para una futura constitución para Argentina.
Caída de Rosas e independencia de Argentina
En 1852 tuvo lugar la Batalla de Caseros, donde el Ejército Grande, compuesto por diferentes provincias argentinas, países colindantes y exiliados, acabaron con las fuerzas de la Confederación Argentina, movimiento al que pertenecía el gobernador Rosas. Esto supuso el regreso de aquellas personas que habían tenido que huir de la región previamente, como era el caso de Juan Bautista Alberdi.
El estudio de otras cartas magnas le valió a Alberdi la capacidad para enfrentarse a la tarea más importante de su vida: preparar el terreno para la nueva constitución que tendría que tener una Argentina independiente. Publicó una primera aproximación a esta cuestión, llamada Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.
Al año siguiente publicaría un nuevo tratado como extensión del anterior, titulado "Elementos de derecho público provincial argentino". Una de las claves que Juan Bautista Alberdi estableció como base para estos documentos fue el corte liberal que se apreciaba tanto en las cuestiones económicas como en las políticas.
Otra obra que escribió en esta línea fue la de Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina. Finalmente, en el año 1853 se reunieron las autoridades pertinentes en Santa Fe y sancionaron la nueva Constitución para el país naciente, utilizando los documentos que Juan Bautista Alberdi había preparado a tal efecto, por lo que se le puede considerar como el padre de la constitución argentina.
Carrera diplomática y últimos años
Tras estos acontecimientos, Juan Bautista Alberdi fue elegido como miembro del cuerpo diplomático, para el cual se trasladó a Europa, con el objetivo de conseguir el reconocimiento internacional de Argentina como país soberano, antes de que lo consiguieran los partidarios de la creación del Estado de Buenos Aires, que pretendía la independencia de esa región.
Juan Bautista Alberdi logró este propósito y la República Argentina se convirtió en una realidad. En 1878, volvió a su tierra natal, Tucumán, donde fue elegido como diputado. Este cargo le duró dos años, al serle retirado por un conflicto entre dos sectores que pugnaban por el establecimiento de la capital, que finalmente cayó del lado de Buenos Aires. Los diputados que no apoyaron este movimiento, fueron cesados del cargo.
En el año 1880, Juan Bautista Alberdi fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Buenos Aires, concretamente desde la facultad de Derecho. Para entonces su salud ya era muy frágil, por lo que no pudo participar en los discursos. Uno de los alumnos leyó su texto por él. Se titulaba, La omnipotencia del Estado es la negación de la libertad individual.
Un último conflicto con el presidente Bartolomé Mitre, que se opuso a la edición de sus obras completas, provocó que Juan Bautista Alberdi emigrase a París, en Francia, donde falleció en el año 1884.
Referencias bibliográficas:
- Adelman, J. (2007). Between order and liberty: Juan Bautista Alberdi and the intellectual origins of Argentine constitutionalism. Latin American research review.
- Pozas, M.A. (2006). El liberalismo hispanoamericano en el siglo XIX. Realidad.
- Sanguinetti, H. (2014). Alberdi: Revisión Crítica. Buenos Aires: Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas.