Las 64 mejores frases de Baruch Spinoza
Baruch Spinoza fue uno de los grandes filósofos de la modernidad. Su pensamiento tuvo una gran influencia en el pensamiento occidental y, más específicamente, en la manera en la que sus contemporáneos empezaron a interpretar la realidad. Repasar las frases de Baruch Spinoza más famosas es encontrarse constantemente con geniales reflexiones sobre los temas más variados.
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Las frases más célebres de Baruch Spinoza
A continuación puedes encontrar una selección de frases de Baruch Spinoza para comprender mejor cómo pensaba este referente de la filosofía.
1. Si, de acuerdo con lo que dice el apóstol en 2 corintios, 3,3, tienen en sí mismos la carta de dios, no escrita con tinta, sino con el espíritu de dios, y no sobre tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón, que dejen de adorar la letra y de inquietarse tanto por ella.
Una crítica a la falta de coherencia de muchos colectivos cristianos.
2. Nuestro método de interpretar la escritura es el mejor. Porque, como la autoridad máxima para interpretar la escritura está en poder de cada uno, la norma de interpretación no debe ser nada más que la luz natural, común a todos, y no una luz superior a la naturaleza ni ninguna autoridad externa.
El filósofo ponía énfasis en aquello que todas las personas tienen en común a la hora de interpretar lo ambiguo.
3. El gran secreto del régimen monárquico y su máximo interés consisten en mantener engañados a los hombres y en disfrazar, bajo el especioso nombre de religión, el miedo con el que se los quiere controlar, a fin de que luchen por su esclavitud, como si se tratara de su salvación, y no consideren una ignominia, sino el máximo honor, dar su sangre y su alma para orgullo de un solo hombre.
Una reflexión sobre la monarquía en forma de durísima crítica.
4. El derecho natural de cada hombre no se determina, pues, por la sana razón, sino por el deseo y el poder.
Aquello que queremos nos define más que la lógica que utilizamos para conseguirlo.
5. Si fuera tan fácil mandar sobre las almas (animus) como sobre las lenguas, todo el mundo reinaría con seguridad y ningún Estado sería violento, puesto que todos vivirían según el parecer de los que mandan y sólo según su decisión juzgarían qué es verdadero o falso, bueno o malo, equitativo o inicuo.
Una frase de Baruch Spinoza que habla sobre su ontología.
6. Si nadie puede renunciar a su libertad de opinar y pensar lo que quiera, sino que cada uno es, por el supremo derecho de la naturaleza, dueño de sus pensamientos, se sigue que nunca se puede intentar en un estado, sin condenarse a un rotundo fracaso, que los hombres sólo hablen por prescripción de las supremas potestades, aunque tengan opiniones distintas y aún contrarias.
El hecho de que cada persona toma sus decisiones y crea un flujo de pensamiento diferente en sí, hace que no sea posible dominar sus opiniones.
7. Por derecho e institución de la naturaleza no entiendo otra cosa que las reglas de la naturaleza de cada individuo, según las cuales concebimos que cada ser está naturalmente determinado a existir y a obrar de una forma precisa.
Los individuos forman parte del conjunto de la naturaleza.
8. Para desentendernos de esa turba, liberar nuestra mente de los prejuicios de los teólogos, y no abrazar temerariamente las invenciones de los hombres como si fueran doctrinas divinas, debemos abordar el verdadero método de interpretar la Escritura y discutirlo a fondo; puesto que, si lo desconocemos, no podremos saber con certeza qué quiere enseñar la Escritura ni el Espíritu Santo. Dicho en pocas palabras, el método de interpretar la Escritura no es diferente del método de interpretar la naturaleza, sino que concuerda plenamente con él.
Spinoza, hijo del Renacimiento, quería liberar el conocimiento de los dogmas que rigieron a la filosofía durante la Edad Media, incluso los referentes a las escrituras bíblicas.
9. Quienes más descuellan por su imaginación, tienen menos aptitudes para el conocimiento puramente intelectual.
Para este pensador, la imaginación es una forma de pensamiento difuso que no encaja con la actividad puramente intelectual.
10 Quienes destacan por su inteligencia y la cultivan al máximo, tienen el poder de imaginar más moderado y más controlado, como si lo sujetaran con un freno para que no se confunda con el entendimiento.
Una frase de Spinoza relacionada con la anterior.
11. Todo cuanto hacemos debe tender al progreso y al perfeccionamiento.
Esta reflexión muestra su fe en el progreso y los avances.
12. Quien pretende determinarlo todo con leyes, provocará más bien los vicios, que los corregirá. Lo que no puede ser prohibido es necesario permitirlo, aunque muchas veces se siga de ahí algún daño. ¿Cuántos males, en efecto, no provienen del lujo, la envidia, la avaricia, la embriaguez y actos similares? Y se los soporta, sin embargo, porque no pueden ser evitados por la prohibición de las leyes, aunque sean realmente vicios.
Una reflexión que desafía la lógica de las mentalidades más autoritarias.
13. Cuantas más causas simultáneamente concurrentes suscitan un afecto, tanto mayor es éste.
Una reflexión sobre cierto tipo de fenómenos psicológicos.
14. La mayor de todas las imperfecciones es el no existir.
Una frase que recuerda al argumento ontológico de San Anselmo.
15. De todas formas, no son las armas las que vencen los ánimos, sino el amor y la generosidad.
Las emociones tienen un impacto más potente en las personas que las armas.
16. Las academias que se forman a cargo del Estado se instituyen no tanto para cultivar las mentes, cuanto para embridarlas.
Una paradoja: se puede enseñar a las personas a limitar sus capacidades y su libertad para pensar.
17. Disfrutar de los placeres en la justa medida en que sea suficiente para proteger la salud.
Una recomendación que deja entrever los peligros de los excesos.
18. El orden y la conexión de las ideas es lo mismo que el orden y la conexión de las cosas.
Spinioza creía en una equivalencia entre el mundo espiritual y el material.
19. El pecado no puede ser concebido en un estado natural, sino sólo en un estado civil, donde es decretado por común consentimiento qué es bueno o malo.
De esta manera, Spinoza caracterizó el pecado como un constructo social.
20. Y de todas las ideas, que cada uno tiene, hacemos un todo o, lo que es lo mismo, un ente de razón, al que llamamos entendimiento.
Nuestro entendimiento es una categoría amplia que abarca todas las ideas a las que tenemos acceso.
21. Una misma cosa puede ser al mismo tiempo buena, mala, e indiferente. Por ejemplo, la música es buena para la melancolía, mala para los que están de luto, y ni buena ni mala para el sordo.
La realidad tiene varias facetas.
22. Sé también que es tan imposible que el vulgo se libere de la superstición como del miedo.
Hay ciertos patrones de pensar y de sentir que nos hacen caer en ellos constantemente.
23. Cualquier cosa que sea contraria a la naturaleza lo es también a la razón, y cualquier cosa que sea contraria a la razón es absurda.
Una derivación lógica sobre lo antinatural.
24. Se debe conceder la libertad de juicio, puesto que es una virtud y no puede ser oprimida.
Acerca de las propiedades psicológicas de las personas.
25. No obstante, aunque la ciencia natural sea divina, no se puede dar el nombre de profetas a los que la propagan, puesto que lo que ellos enseñan, pueden percibirlo y aceptarlo también los demás hombres con igual certeza y dignidad, y no por simple fe.
Una curiosa distinción importante en la época de Spinoza, aunque hoy no tanto.
26. Pero supongamos que esta libertad es oprimida y que se logra sujetar a los hombres hasta el punto de que no osen decir palabra sin permiso de las supremas potestades. Nunca se conseguirá con eso que tampoco piensen nada más que lo que ellas quieren.
Acerca del absurdo de intentar regular los pensamientos.
27. Los hombres son, por lo general, de tal índole que nada soportan con menos paciencia que el que se tenga por un crimen opiniones que ellos creen verdaderas.
Acerca de lo relativo de la verdad sostenida en las opiniones, y los debates que este choque de ideas suscita.
28. Tanto el príncipe como todo el ejército no podían ser más atraídos por la guerra que por la paz. Efectivamente, el ejército estaba formado, como hemos dicho, sólo por ciudadanos y, por tanto, eran los mismos hombres quienes administraban tanto lo relativo a la guerra como a la paz. De ahí que quien era soldado en el campamento, era ciudadano en el foro, y quien era jefe en el campamento, era príncipe en la ciudad. Nadie podía desear, pues, la guerra por la guerra, sino por la paz y por defender la libertad.
Spinoza reflexiona sobre las motivaciones que llevaron a la gente a la guerra.
29. El Estado más violento será, pues, aquél en que se niega a cada uno la libertad de decir y enseñar lo que piensa; y será, en cambio, moderado aquél en que se concede a todos esa misma libertad.
Otra de las reflexiones de Spinoza sobre el derecho.
30. Así como los hombres han acostumbrado a llamar divina a aquella ciencia que supera la capacidad humana, así también han llamado obra divina u obra de Dios a aquella obra cuya causa es ignorada por el vulgo.
El conocimiento se reparte de manera diferente por estratos sociales.
31. El vulgo, en efecto, cree que el poder y la providencia de Dios no están nunca tan patentes como cuando ve que sucede en la naturaleza algo insólito y opuesto a la opinión que sobre ella ha recibido, especialmente si ello redunda en provecho y comodidad propia.
Acerca del tipo de hechos que estimulan la atribución a Dios de una obra.
32. El vulgo llama milagros u obras de dios a las obras insólitas de la naturaleza; Y, en parte por devoción, en parte por deseos de oponerse a aquellos que cultivan las ciencias naturales, se gloría de ignorar las causas naturales y sólo quiere oír lo que ignora y, por tanto, lo que más admira.
Una paradoja: aquello cuya explicación se desconoce puede suscitar más interés en tanto que se ignora que aquello que sí se conoce.
33. Se llama sagrado y divino aquel objeto que está destinado a la práctica de la piedad y de la religión, y sólo será sagrado mientras los hombres hagan del mismo un uso religioso. Si ellos dejan de ser piadosos, ipso facto dejará él también de ser sagrado; y, si lo dedican para realizar cosas impías, se convertirá en inmundo y profano lo mismo que antes era sagrado.
Incluso los objetos sagrados lo son de un modo relativo a lo que por consenso social se haga con él.
34. La Escritura suele pintar a Dios a imagen del hombre y atribuirle alma, ánimo, afectos e incluso cuerpo y aliento, a causa de la débil inteligencia del vulgo.
Spinoza creía que limitamos la concepción de Dios para que esta llegue a las masas.
35. Si no quieres repetir el pasado, estúdialo.
Un interesante aforismo sobre la importancia de conocer el pasado, individual o colectivo.
36. No existe nada de cuya naturaleza no siga algún efecto.
Todo en la naturaleza está conectado a través de la causa efecto.
37. Que un entendimiento finito no puede entender nada por sí mismo, a menos que sea determinado por algo exterior.
Otra de las reflexiones de Spinoza basadas en la lógica.
38. La actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre.
Una opinión muy en la línea de otros filósofos muy conocidos, como por ejemplo Platón.
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39. La causa que hace surgir, que conserva y que fomenta la superstición es, pues, el miedo.
Spinoza situaba en esta emoción el origen de las supersticiones.
40. He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas.
Una declaración de intenciones por parte de este pensador.
41. Los hombres se engañan al creerse libres; y el motivo de esta opinión es que tienen conciencia de sus acciones, pero ignoran las causas porque son determinadas; por tanto, lo que constituye su idea de libertad, es que no conocen causa alguna de sus acciones.
La ignorancia nos hace creernos libres.
42. El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable.
Una opinión sobre el arrepentimiento como pérdida.
43. Aquello que es en sí y se concibe por sí; esto es, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa, a partir de lo cual deba formarse.
Una definición de lo que existe por sí mismo.
44. Nosotros hemos dicho que el alma es una idea, que existe en la cosa pensante y que procede de la existencia de una cosa que existe en la naturaleza.
Una vez, remarcando la conexión entre lo natural y lo espiritual.
45. Todo cuanto los hombres deciden para su bienestar no se sigue que sea también para el bienestar de toda la naturaleza, sino más bien, por el contrario, puede ser para la destrucción de otras muchas cosas.
Los intereses del ser humano no tienen por qué incluir el respeto al resto de elementos de la naturaleza.
46. Por Dios entiendo un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.
Una breve definición de lo que para Spinoza era Dios.
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47. Sólo una torva y triste superstición puede prohibir el deleite.
En defensa del placer.
48. La mayor soberbia, y la mayor abyección, son la mayor ignorancia de sí mismo.
Una curiosa paradoja.
49. Muchos filósofos se han creído que fuera del pequeño campo del globito terráqueo, donde ellos están, no existe ningún otro, puesto que ellos no lo observan.
Una crítica a quienes no piensan más allá de sus referentes.
50. La mayor parte de los errores consisten simplemente en que no aplicamos con corrección los nombres a las cosas.
Una idea que siglos más adelante fue rescatada por los filósofos analíticos.
51. La sociedad es sumamente útil e igualmente necesaria, no sólo para vivir en seguridad frente a los enemigos, sino también para tener abundancia de muchas cosas; pues, a menos que los hombres quieran colaborar unos con otros, les faltará arte y tiempo para sustentarse y conservarse lo mejor posible.
Una justificación de la existencia de la sociedad.
52. La adulación engendra también la concordia, pero a través del repugnante vicio del servilismo, o de la perfidia.
Hay diferentes caminos hacia los mismos patrones de comportamiento.
53. Los soberbios, que quieren ser los primeros, no siéndolo, son los que más fácilmente caen en las redes de la adulación.
Otra de las frases de Baruch Spinoza en las que se generaliza a un grupo de la población.
54. Si el hombre tiene una idea de Dios, Dios debe existir formalmente.
Al menos en algún plano de la realidad, Dios existe.
55. Aquello que no se ama, no provoca nunca luchas, ni tristeza, ni pereza, ni envidia, si otro lo posee, ni temor ni odio ni, en una palabra, ninguna conmoción interior.
El amor nos moviliza, para bien y para mal.
56. Solamente es libre lo que existe por las necesidades de su propia naturaleza, y es influenciado en sus acciones sólo por sí mismo.
Solo se puede ser libre si se está desconectado del resto.
57. La verdadera libertad del hombre, tienen que ver con la fortaleza, esto es, con la firmeza y la generosidad.
Un retrato de las características que hacen más libre al hombre.
58. La búsqueda de los honores y de las riquezas distrae también, y no poco, la mente, sobre todo cuando se los busca por sí mismos, ya que entonces se los considera como el sumo bien.
Aquello que es visto como un signo de poder y riqueza, puede desviarnos de nuestros proyectos más significativos.
59. La finalidad de las ceremonias fue, pues, ésta: que los hombres no hicieran nada por decisión propia, sino todo por mandato ajeno y que con sus acciones y consideraciones dejaran constancia de que no eran autónomos, sino totalmente dependientes de otro.
Las ceremonias regularizan los comportamientos.
60. Un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría no es una meditación de la muerte, sino de la vida.
Otro de los aforismos de Spinoza, esta vez vinculado a los pensamientos sobre la muerte.
61. Quizá alguien piense, sin embargo, que de este modo convertimos a los súbditos en esclavos, por creer que es esclavo quien obra por una orden, y libre quien vive a su antojo. Pero esto está muy lejos de ser verdad, ya que, en realidad, quien es llevado por sus apetitos y es incapaz de ver ni hacer nada que le sea útil, es esclavo al máximo.
62. El alma humana es apta para percibir muchísimas cosas, y tanto más apta cuanto de más maneras pueda estar dispuesto su cuerpo.
Sobre la flexibilidad de las dotes intelectuales.
63. Todas las cosas que hay en la naturaleza son o cosas o acciones. Ahora bien, el bien y el mal no son cosas ni acciones. Luego el bien y el mal no existen en la naturaleza.
Lo bueno y lo malo son construcciones sociales.
64. No es la obediencia, sino el fin de la acción, lo que hace a uno esclavo. Si el fin de la acción no es la utilidad del mismo agente, sino del que manda, entonces el agente es esclavo e inútil para sí.
Quedamos esclavizados a través de la inacción.