¿Cómo curar la herida emocional que deja una infidelidad?
Si la has sufrido una infidelidad, sentirás un dolor profundo como pocas veces has sentido. Es una mezcla de rabia, de sentimiento de injusticia, incredulidad y locura.
Experimentarás flashbacks (imágenes de tu pareja cometiendo la infidelidad) como en cualquier experiencia traumática y una sensación de pérdida de tu pareja como en un duelo. Es decir: una mezcla de trauma y duelo.
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Las repercusiones psicológicas de la infidelidad
Uno de los efectos principales de la infidelidad es la hipervigilancia, debido a que esta experiencia daña tu sistema de apego. La infidelidad daña la conexión que tenemos con nuestra pareja y, aunque ante estas circunstancias nos gustaría finalizar la relación para no sufrir, a muchas veces no podemos hacerlo.
La razón es que los seres humanos creamos cables de acero que nos unen con los demás, y cuando nos sentimos atacados y traicionados, sentimos dos fuerzas opuestas que trabajan a la vez. Por un lado, sentimos la necesidad de alejarnos, y por otro, no podemos romper ese cordón de acero. La solución: la hipervigilancia.
Y es que si has sufrido infidelidad estarás hipervigilante con tu pareja. Querrás saber dónde está, qué hace, qué siente, qué piensa y con quien se está comunicando con el móvil en todo momento. Tu pareja, usualmente, al sentir agobio y estrés por la vigilancia, ocultará información para escapar a la presión. El resultado: más desconfianza. Y pensarás que no vas a recuperar la confianza en tu pareja.
Así pues, la traición hace que sintamos desconfianza y la desconfianza protege a la persona de que no la vuelvan a herir de forma tan profunda.
Otra sensación que sentirás es la de rabia. Y es que cualquier trauma psicológico grave producido por un familiar o pareja produce rabia, hipervigilancia y desconfianza. La rabia tiene que ver con la sensación de injusticia.
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¿Qué hacer?
Para que puedas sanar esta herida, necesitas curar la herida emocional que te causó tu pareja. La sanación de dicha herida depende de la desactivación de la injusticia, la desconfianza y la hipervigilancia.
1. Desactivación de la hipervigilancia
Lo más importante es que tu pareja te cuente y te informe de lo que pasó. Sin embargo, si te cuenta poco, aumentará tus ganas de saber más y tu desconfianza. Si te cuenta mucho, los flashbacks (con las imágenes del exceso de información) y la rabia aumentarán.
Por lo tanto, debes negociar contigo y con tu pareja qué es estrictamente necesario saber para seguir adelante. Además, tu pareja debe decirte si la persona con la que realizó la infidelidad intenta ponerse en contacto. Una vez que tengas la información pasada y presente, la hipervigilancia se irá apagando porque ya no servirá de nada.
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2. Desactivación de la rabia
Para desactivar la rabia, hay que conseguir algo a cambio que nos compense la injusticia recibida. Por ejemplo, si tu pareja no es comunicativa habitualmente, que se abra a ti y que sepas lo que piensa y se exprese. Así sentirás que tu pareja es otra y no la misma. Y siendo otra tu pareja, correrás menos riesgos que si es la misma (este razonamiento es un razonamiento emocional y no es solamente racional).
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3. Desactivación de la desconfianza
Esta es la emoción que cubre la emoción del núcleo del trauma de la infidelidad: la tristeza. Al ser esto una defensa que protege tu "Yo" más vulnerable, es la que más se tardará en desactivar.
En un primer momento, la confianza se restablecerá a nivel racional, pero tardará en llegar al nivel emocional. Para ello se necesita tiempo y que en ese tiempo hayas tenido la información necesaria para que la hipervigilancia siga desactivada y, sobre todo, que sientas que tu pareja ha cambiado dándote algo con lo que tú ganes a tan dolorosa situación.
Si estas condiciones se mantienen, tu herida y tu dolor irán sanando y podrás decir que aprendiste y sacaste algo de una de las experiencias más dolorosas que has sentido.