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Historia de la escritura: su desarrollo en la Antigüedad


La escritura es tanto una práctica como un sistema. Se trata de la representación gráfica de ideas, conceptos y objetos por medio de signos a los que se llamamos letras. Estas últimas pueden tener características distintas según la sociedad específica que las utiliza, lo que genera también distintos sistemas de escritura. Uno de ellos es, por ejemplo, el alfabeto, y su historia es muy extensa, se remonta a más o menos cuatro siglos a.c.

En este artículo haremos un breve repaso por la historia de la escritura, abordando la trayectoria que ha seguido desde la mesopotamia clásica hasta las sociedades occidentales actuales.

Historia de la escritura en la Antigüedad

Mesopotamia, la antigua región de oriente próximo, es reconocida como el lugar donde se desarrollaron los inicios de la escritura, que posteriormente dieron origen a nuestro actual sistema alfabético.

Dicho proceso pudo llevarse a cabo por el contexto multilingüe y multicultural que era característico de la zona alrededor del IV milenio a.c. Es así porque ese momento histórico permitió la convergencia de distintas etnias. Para la historia de la escritura fue especialmente importante la combinación de lenguas semitas con el idioma de los sumerios, que era transmitido por medio de pictogramas que representaban los objetos.

La escritura cuneiforme

A estos últimos, los sumerios, se les atribuye haber creado la escritura cuneiforme. Y es así porque sus pictogramas no eran simples representaciones gráficas sino que transmitían mensajes de manera sistemática con valor lingüístico.

Además, se llama “escritura cuneiforme” ya que, en inicio, los pictogramas se elaboraban sobre tablillas de arcilla y mediante el uso de cuñas (piezas de madera o de metal con punta y filo que sirven para romper o hacer incisiones). De hecho, la palabra “cuña” viene del latín cuneus, y es de ahí donde ha derivado el término de “cuneiforme”.

A pesar de que la lengua de los sumerios no sobrevivió, la escritura cuneiforme sí fue una técnica adoptada por distintos grupos indoeuropeos y no indoeuropeos. Por ejemplo, fue recuperado por los babilonios, pero también sirvió para escribir lenguas como el acadio y el elamita. Lo utilizaron los persas (pueblo de origen indoeuropeo originalmente radicado en Irán), hurritas (pueblo Mitanni de la Mesopotamia Septentrional), hititas (pueblo de la península de Anatolia, una de las potencias de Medio Oriente).

Así pues, la escritura como técnica, y las tabletas de arcilla junto con las cuñas, como las principales herramientas, se expandieron por todo Asia menor, Siria y zonas aledañas. Se calcula que la escritura cuneiforme fue utilizada durante tres milenios y medio y el último registro que se tiene de tableta cuneiforme es del 75 de nuestra era (Ferreiro, 1994).

Posteriormente y a través de distintos acontecimientos históricos relacionados con la forma en al que se han generado los asentamientos humanos; la diversidad cultural y la mezcla lingüística hicieron posible que el sistema de escritura iniciado por los sumerios llegase a manos de los pueblos helénicos.

Orígenes del alfabeto

Los griegos heredaron de los fenicios y/o los cananitas un conjunto ordenado de signos y símbolos asociados también con un nombre y un sonido (lo que se conoce como “principio de acrofonía”).

Este junto ordenado de signos y símbolos fue asimilado y adaptado por los griegos para sus propios fines. Específicamente, es el sistema de escritura que se llama “protocananeo” (de la Edad de Bronce), el que ha sido reconocido como el paradigma a partir del cual se desarrolló el alfabeto fenicio, que a su vez sentó las bases par el desarrollo de los alfabetos latino, griego, hebreo, entre otros.

Escritura, lectura y alfabetización

El sistema de escritura que conocemos como alfabeto es entonces el resultado de una pluri-alfabetización de los pueblos conquistados por los habitantes de la Antigua Grecia, y surge como resultado del rico intercambio cultural y lingüístico.

Lo anterior quiere decir que los escribas de la época tuvieron alfabetos fuertemente mezclados, trabajaban, utilizaban y dominaban más de una lengua. Otra de las consecuencias fue que dichos alfabetos se administraron y distribuyeron en función de los sistemas sociales, lo que es visible por ejemplo, en el proceso de secularización de la escritura (cuando dejó de ser una práctica reservada para los cultos religiosos).

Es por eso que inevitablemente, la historia de los sistemas de escritura está ligada a la historia de la alfabetización, en tanto que este último es el proceso mediante el cual se controlan, utilizan y distribuyen los discursos que deben ser escritos (Ferreiro, 1994). Además, en tanto que la escritura y los textos no existen sin soporte material, la historia de la escritura es también la historia de la lectura, cuestión que ha sido recientemente abordada por distintos lingüistas e historiadores.

La lectoescritura siguió por un proceso de sistematización y de expansión que tuvo distintas características en los siguientes momentos históricos de la civilización occidental, en una relación estrecha con la cultura impresa, la transmisión de conocimiento y la educación como prácticas y valores fundamentales para el desarrollo.

Referencias bibliográficas:

  • Ferreiro, E. (1994). Diversidad y proceso de alfabetización: de la celebración a la toma de conciencia. Revista Latinoamericana de Lectura. 15(3): 2-11.
  • Laporte, J.P. (2012). Reseña de “Historia de la lectura y la escritura en el mundo occidental” de Martins Lyons. Revista información, cultura y sociedad. 27: 123-135.