6 consejos para mejorar tu perfil laboral como Psicólogo
Convertirse en un psicólogo o una psicóloga no es simple cuestión de realizar una carrera universitaria y estar al día de los últimos “papers” de investigación científica para mantenerse actualizado. Es importante, además, desarrollar los conocimientos prácticos correspondientes y, además, tener un perfil profesional interesante para nuestros posibles pacientes o clientes, ya que de otro modo, sabremos muchas cosas pero nadie lo notará porque no contratarán nuestros servicios.
Tanto si queremos ser contratados como abrir nuestra propia empresa dedicada a los servicios de asistencia psicológica y/o psicoterapia, hay varios principios que todo profesional de la psicología debe tener como referencia para reforzar la viabilidad de su proyecto y que van más allá del trato directo con los posibles clientes o empleadores; tienen que ver con disponer de una visión de conjunto de nuestro propio perfil profesional.
Por eso, en este artículo explicaremos un resumen de las claves a tener en cuenta para mejorar tu perfil laboral como psicólogo y potenciar tu empleabilidad y la viabilidad de tus proyectos.
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Cómo mejorar tu empleabilidad y perfil profesional en el mundo de la Psicología
Sigue estas pautas para que tus iniciativas profesionales funcionen y sean viables si quieres dedicarte a la Psicología.
1. Asegúrate de tener presencia en Internet
En la actualidad, es imprescindible que los psicólogos puedan ser localizados y contactados con facilidad a través de Internet. Es más: también es imprescindible que todo el mundo con acceso a la red pueda saber rápidamente quiénes somos y qué servicios ofrecemos en cuestión de segundos.
Esto no significa necesariamente tener una cuenta en todas las redes sociales, sino tener un branding potente y totalmente integrado en el mundo digital: presencia profesional en Redes Sociales como Linkedin, que nuestra web sea completa, esté bien diseñada y no tarde en cargar, y que nuestro nombre o el nombre de nuestra marca esté muy bien posicionado en los motores de búsqueda (por ejemplo, que la persona que busca en Google psicólogos en la ciudad en la que atiendes pueda encontrarte sin necesidad de mirar muy abajo en la lista de resultados, o haciendo como máximo un par de clics en los primeros resultados).
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2. Desarrolla las habilidades sociales para establecer una buena alianza terapéutica
Una de las experiencias con las que más se encuentran los psicólogos al dar sus primeros pasos atendiendo pacientes y clientes es que, a pesar de que lo que más nerviosos les ponía era la idea de carecer de los conocimientos técnicos suficientes como para atender muchos casos, lo más complejo termina siendo crear un buen rapport en terapia y generar una alianza terapéutica correcta.
Saber establecer este vínculo, un equilibrio entre el trato cercano y la profesionalidad, entre la empatía y un rol claramente distinto del de un amigo, es básico para que los clientes y los pacientes expresen sus problemas y dificultades y su manera de interpretar lo que les ocurre. De este modo no te ocurrirá que las personas se desencantan desde la primera sesión y no vuelven debido a lo incómodo que resulta todo. Por fortuna, esto se termina aprendiendo a través de la práctica, sobre todo si se puede contar con asistencia y supervisión de expertos de la psicología.
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3. Acuérdate siempre de adaptar tu rol profesional dependiendo de las circunstancias
Una de las características de los psicólogos es que pueden intervenir en tareas muy diferentes entre sí, dado que su formación en las ciencias de la conducta abre la puerta a una amplia variedad de trabajos. Por ejemplo, el psicólogo que sabe posicionarse bien laboralmente recibe con cierta frecuencia ofertas de participar en proyectos que van más allá de sus labores habituales.
Así, psicólogos que se especializan en ofrecer terapia pueden trabajar realizando informes periciales, psicólogos educativos pueden asesorar a ONGs o ser invitados a eventos de divulgación científica, profesionales de la psicología social pueden ser contratados por empresas como consultores ante una campaña de marketing, etc.
Tener claro esto es importante para no limitar nuestro horizonte de desarrollo profesional, pero hay que saber hacerlo con mano izquierda y adaptando a estas circunstancias la imagen que se da. Por ejemplo, si una empresa está barajando la posibilidad de contratar a un psicólogo para estudiar el comportamiento del consumidor, no tiene sentido poner el foco de nuestra candidatura en nuestra experiencia atendiendo pacientes, sino en nuestros conocimientos en metodologías de investigación y, por ejemplo, en comunicación y Psicología del Consumidor.
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4. Adopta el principio “menos es más” es tu estrategia comunicativa
En las sociedades occidentales, fuertemente influidas por lo digital y por el bombardeo constante de estímulos, casi nadie se detendrá a leer un texto muy largo o a ver un vídeo entero durante varios minutos si no capta mucho su atención desde los primeros segundos. Por eso, a la hora de comunicar tu marca y tus servicios, es recomendable optar por el minimalismo: un currículum limpio y organizado, una página web elegante y sencilla sin muchos botones, comunicar lo que hacemos en las primeras líneas de nuestra descripción y no al final de varios párrafos, etc.
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5. Cuida tu imagen
La imagen importa, y mucho, a la hora de posicionarnos bien en Internet. Esto no significa que debamos tener una foto en la que aparecemos muy elegantes: significa que la foto debe ser de muy buena calidad, estar hecha preferiblemente por un profesional, y la imagen que damos debe ser coherente con el resto de elementos visuales y estilísticos asociados a nuestro perfil profesional o marca.
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6. Fórmate constantemente, y solo en lo que de verdad te interesa
Hoy en día, en el ámbito profesional de la psicología la necesidad de formarse de manera constante es una realidad. Por suerte, también es un hecho que en los últimos años han surgido nuevas maneras de mantenerse actualizado gracias a la formación online. Debido a ello, es relativamente sencillo empezar a aprender específicamente sobre aquello en lo que queremos especializarnos independientemente del lugar en el que nos encontremos, en vez de tener que conformarnos con la oferta formativa de nuestra ciudad o región de residencia. Además, el desarrollo de las nuevas tecnologías han permitido que muchas de estas opciones de formación a través de Internet sean de igual o más calidad que las que se basan en clases presenciales.
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