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Alopecia nerviosa: síntomas, causas y tratamiento


La pérdida de cabello se conoce clínicamente con el nombre de alopecia. Y es que hombres y mujeres pueden llegar a sufrir pérdida de cabello a partir de cierta edad, por diversas razones.

La alopecia puede tener muchos orígenes diferentes, frecuentemente sus causas son genéticas o proceden de una mala alimentación, las carencias nutricionales pueden derivar en condiciones patológicas como la anemia, donde la falta de hierro es susceptible de provocar alopecia.

Una de las causas más frecuentes de la caída de cabello es el estrés. El estrés es una condición que se suma a todos los demás factores, y es uno de los principales motivos por los que las personas que sufren alopecia pierden mayor o menor cantidad de pelo.

En los casos donde el estrés es el principal responsable de la caída del pelo hablamos de alopecia nerviosa. En este artículo hablaremos de esta patología describiendo sus causas, síntomas, posibles tratamientos y los diferentes tipos de caída de cabello que produce el estrés.

¿Qué es la alopecia nerviosa?

La alopecia nerviosa es una patología en la que se produce pérdida de cabello derivada de situaciones de estrés, ansiedad, depresión u otras condiciones que afecten a los nervios.

La alopecia nerviosa puede aparecer en personas sin problemas anteriores de pérdida de cabello, de forma repentina el pelo puede empezar a caer sin que exista ninguna condición previa. La alopecia nerviosa también puede hacer que empeore la pérdida de cabello en personas que ya presentaban problemas de caída.

Los problemas que afectan a los nervios son bastante comunes en nuestra sociedad actual. El ritmo y el estilo de vida modernos pueden generar estrés y ansiedad en muchas personas. Estas dos condiciones son responsables de numerosos problemas dermatológicos, como la caída del cabello. En situaciones de estrés que se prolongan en el tiempo o intensas, 7 de cada 10 de nuestros folículos pilosos pueden verse afectados, como señalan los expertos.

Causas de la caída del cabello

Un estudio reciente publicado en la revista Nature demostró la relación fisiológica entre pérdida de cabello y estrés.

El folículo piloso es la parte del cuero cabelludo en la que se concentran las células madre que dan origen al crecimiento del cabello, este asciende a partir de un pliegue en forma de tubo. El pelo o cabello está compuesto de células queratinizadas originadas y renovadas por el folículo piloso. El folículo piloso está en constante funcionamiento, es una de las estructuras más dinámicas de todo el organismo.

Alopecia por estrés

En el estudio llevado a cabo por Nature se demostró la denominada hormona del estrés, el cortisol, afecta a las células madre del folículo piloso. El cortisol somete a las células madre a una fase de reposo prolongada, no hay regeneración del folículo ni del cabello y, en última instancia, se produce la calvicie.

Tipos de caída del cabello relacionada con el estrés

El estrés es el responsable de provocar la caída del cabello. Existen tres tipos de pérdida de cabello que se asocian a niveles elevados de estrés:

1. Efluvio telógeno

El efluvio telógeno (TE) ocurre cuando hay un cambio en la cantidad de folículos responsables del crecimiento del cabello. Si este cambio ocurre durante la fase telógena, la fase de reposo del crecimiento del cabello, puede provocar la caída del cabello.

La pérdida de folículos no es homogénea, normalmente no ocurre en toda la cabeza, aparece en áreas específicas. Especialmente se pierde cabello en el centro de la cabeza, dando lugar a la aparición de clapas. Las personas afectadas por TE generalmente no pierden todo el pelo del cuero cabelludo.

En los casos más graves de esta condición, las personas con TE pueden experimentar pérdida de cabello en otras partes del cuerpo, como las cejas o la zona genital.

El efluvio telógeno es el segundo tipo más común de pérdida de cabello y una causa frecuente de consulta dermatológica. La pérdida de cabello puede darse tanto en hombres como en mujeres, independientemente de la edad.

El ET no daña de forma permanente los folículos pilosos, por lo tanto, la caída de cabello asociada es reversible. Cuando los folículos se recuperen, el pelo volverá a crecer y en unos meses desaparecerán las clapas. Para que esto ocurra debe tratarse la causa subyacente responsable del ET, en este caso el estrés. Si la situación de estrés o ansiedad se prolonga en el tiempo, puede afectar a más folículos y de forma permanente.

2. Alopecia areata

La alopecia areata (AA) es una enfermedad de tipo autoinmune. El sistema inmunitario reconoce a los folículos como cuerpos extraños y los ataca, lo que provoca la pérdida del cabello. El origen de la alopecia areata, al igual que de otras condiciones autoinmunes, puede ser el estrés.

La pérdida de cabellos puede darse en forma de clapas, normalmente redondas, o expandirse por todo el cuero cabelludo. La alopecia areata en su forma más grave puede afectar a todo el cuerpo y atacar al pelo de todas las zonas, a esta condición se la conoce como alopecia universal.

La alopecia areata puede presentar periodos de remisión donde el pelo vuelve a crecer. Sin embargo, todavía no existe un tratamiento definido para esta enfermedad autoinmune. Aunque existen tratamientos farmacológicos para ayudar a las personas que sufren una pérdida de cabello superior al 50%. Esta condición es más frecuente de lo que se piensa y afecta aproximadamente a 2 de cada 100 personas en España.

3. Tricotilomanía

La tricotilomanía es un tipo de alopecia traumática, recogida dentro del DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) y forma parte de los trastornos obsesivos compulsivos.

La tricotilomanía se define como el acto de arrancarse el pelo de forma continúa, provocando una perceptible pérdida de pelo. La persona que padece tricotilomanía puede arrancarse el pelo del cuero cabelludo o de otras zonas del cuerpo.

Normalmente, los tirones de pelo se producen cuando la persona está aburrida o distraída, y lo hace de forma inconsciente. Algunas veces los tirones también pueden utilizarse como una forma de aliviar el estrés u otras emociones negativas, en este caso son conscientes.

La pérdida de cabello provocada por la tricotilomanía es notable, sobre todo en la zona de la cara: cuero cabelludo, cejas y pestañas. Esto causa de vergüenza en las personas afectadas, lo que causa mayor estrés y agrava el trastorno, produciendo una especie de círculo vicioso.

¿Es permanente la caída del cabello causada por el estrés?

Una de las preguntas que más preocupan a las personas que sufren de alopecia nerviosa, es si la caída del cabello es permanente. Si la causa principal es el estrés, es posible que el cabello vuelva a crecer con el paso del tiempo, aunque el ritmo de recuperación variará dependiendo de la persona.

El crecimiento del cabello humano responde a un ciclo que se divide en cuatro fases con sus diferentes tiempos. El cuero cabelludo humano tiene en promedio unos 100.000 folículos, cada uno de los folículos pilosos se encuentra en una fase diferente del ciclo de crecimiento. Dependiendo de la fase de crecimiento del folículo, este tardará más o menos en crecer.

  • La fase anágena. Dura de dos a siete años, es la fase de crecimiento del cabello.
  • La fase catágena. Es la fase corta, dura unas dos semanas y se produce cuando el folículo piloso empieza a encogerse.
  • La fase telógena. En esta fase el folículo está en reposo, normalmente tiene una duración de tres meses.
  • La fase exógena. En esta fase el folículo se desprende del cabello y comienza un nuevo crecimiento.

Si la pérdida de cabello ha sido desencadenada por el estrés, controlar el estrés podría ser la clave para volver a tener un ritmo de crecimiento del cabello saludable.

Tratamiento de la alopecia nerviosa

Existen una serie de estrategias que se pueden seguir para reducir la pérdida de cabello asociada al estrés y fomentar la recuperación, que incluyen una dieta saludable, técnicas de gestión del estrés y tratamiento farmacológico.

1. Dieta y nutrición

Llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental para la salud general, que incluye el cuero cabelludo. Aunque la dieta alimenticia debe aportar toda una serie de vitaminas esenciales, algunas ayudan enormemente al crecimiento del cabello. Se pueden incluir en la dieta o como suplementos. La vitamina C, B y E ayuda a evitar la pérdida de cabello.

Frente a cualquier problema de salud, una correcta hidratación es esencial, ya que todas las células del cuerpo dependen del agua para funcionar. Los profesionales de la salud recomiendan beber entre 2,7 y 3,7 litros de agua diarios. No todo el agua proviene directamente de las bebidas, los alimentos también incluyen agua, por lo que se recomiendan unos 8 vasos de agua al día para llegar a una buena hidratación.

2. Gestión del estrés

Aprender a manejar los niveles de estrés de manera efectiva puede ayudar a reducir el riesgo de una mayor pérdida de cabello. Las personas pueden probar diferentes técnicas de manejo del estrés antes de encontrar la que mejor les funciona y se adapta a su personalidad. Aunque hay algunas formas populares de reducir el estrés, como:

  • La práctica de ejercicio físico
  • Dedicar tiempo a las aficiones
  • Escribir un diario
  • Técnicas de respiración y meditación.

3. Tratamientos tópicos

Una serie de cremas, aceites y otros productos tópicos pueden ayudar con la pérdida del cabello, frecuentemente se utiliza el minoxidil, los corticosteroides y el aceite de ricino para combatir los problemas de alopecia.