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Comunicación intragrupal: qué es y cuáles son sus características


¿Sabes en qué consiste la comunicación intragrupal? En este artículo hablaremos sobre este concepto: su definición, funciones y los tres principios que la rigen. Pero antes analizaremos el concepto de grupo, esencial para entender los procesos de comunicación intragrupal.

Finalmente, hablaremos de la técnica de la ventana de Johari, desarrollada por Luft e Ingram (1970) y que se utiliza en las empresas para analizar la comunicación intragrupal (interna) que se da en el seno de un equipo de trabajo.

Elementos del grupo

Para entender bien el concepto de comunicación intragrupal, creemos necesario conocer antes qué se entiende como grupo, ya que la comunicación intragrupal, como veremos, es la que se da en el seno (o interior) de un grupo.

En el contexto de la psicología social y de grupos, encontramos múltiples definiciones de grupo. Hemos seleccionado, por ser bastante completa, una de Mc David y Harari. Dichos autores sostienen que un grupo es “un sistema organizado de dos o más individuos que llevan a cabo alguna función, relaciones de rol entre miembros y un conjunto de normas que regulan la función”.

Además, el grupo engloba diferentes conductas individuales, que, aunque no se homogenicen en la interacción intragrupal (a través de la comunicación intragrupal), pueden llegar a ser percibidas como parte de una entidad (el grupo).

Factores esenciales

Pero, ¿qué factores determinan la constitución de un grupo? Según un autor, Shaw, para que un grupo de sujetos configure un grupo, deben existir estas tres características (no todos los autores opinan igual):

1. Destino común

Esto quiere decir que todos sus miembros pasan por experiencias similares, y que tienen el mismo objetivo común.

2. Semejanza

Los integrantes del grupo son similares en cuanto a aspecto observable.

3. Proximidad

Esta característica tiene que ver con los espacios específicos que comparten los miembros del grupo, y que facilitan el hecho de considerar este grupo como una unidad.

Comunicación intragrupal: ¿qué es?

Antes de seguir, vamos a definir el concepto de comunicación intragrupal. La comunicación intragrupal es aquella comunicación que se da entre un conjunto de personas pertenecientes a un mismo grupo. Engloba todas aquellas interacciones que se producen en el interior de un grupo que está unido por un o más objetivos o intereses comunes.

En otras palabras, la comunicación intragrupal recoge todos los intercambios comunicativos que se dan entre los diferentes miembros que integran un mismo grupo. Engloba conductas y comportamientos, conversaciones, actitudes, creencias, etc. (todo aquello que se comparta en el grupo con alguna finalidad).

Funciones

¿Qué función cumple la comunicación intragrupal en un grupo? Principalmente, le ofrece a éste cierta estructura jerárquica y organizativa. Además, también prové al grupo de la compatibilidad requerida para que pueda articularse con otros grupos.

Esta segunda función es desarrollada gracias a la red comunicativa o de desarrollo, una red de carácter formal que permite a los grupos comunicarse entre ellos, es decir, intercambiar información y conocimiento.

La comunicación intragrupal que se da en el interior de los grupos puede ser de carácter formal o informal, y los dos tipos de comunicación permiten que el grupo madure, crezca, se nutra y, en definitiva, se consolide como tal. Eso sí, los intercambios formales e informales varían en cuanto a sus características, lógicamente.

Principios de la comunicación intragrupal

Podemos hablar de hasta tres principios que rigen la comunicación intragrupal (que se pueden aplicar también a la comunicación intergrupal, aquella que se da entre grupos):

1. Principio de la congruencia

Este principio de la comunicación intragrupal hace referencia a una actitud abierta hacia el otro a la hora de expresar nuestros pensamientos y sentimientos.

2. Principio del reconocimiento

El principio del reconocimiento implica una actitud de escucha (e incluso “de mirada”) hacia el otro, despojándonos de todo prejuicio y estereotipo y evitando siempre prejuzgar o descalificar los comportamientos, pensamientos o sentimientos del otro por el mero hecho de no coincidir con ellos.

3. Principio de la empatía

El tercer principio de la comunicación intragrupal (e intergrupal) tiene que ver con una actitud benevolente que permita adentrarnos en los pensamientos y sentimientos del otro, eso sí, sin negar nuestra propia identidad.

Además, también conlleva reconocer que los pensamientos y sentimientos del otro son únicos, y son la única vía para que podamos establecer con él una relación de simpatía o compasión.

Técnica de comunicación interna en empresas

Esta técnica, desarrollada por Luft e Ingram (1970) se denomina “La ventana de Johari”, y tiene por misión analizar la comunicación intragrupal en los equipos de trabajo. Para aplicarla, debemos imaginar que cada persona dispone de una ventana imaginaria, denominada ventana de Johari.

Dicha ventana le permite a cada uno comunicarse con el resto del equipo, y cada ventana indica qué grado de comunicación existe entre esa persona y el resto de los miembros del grupo o equipo.

Áreas en la comunicación intragrupal

Los autores de esta técnica proponen hasta cuatro áreas que se configuran en el seno de la comunicación intragrupal, y que constituyen la base de la técnica de la ventana de Johari para analizar este tipo de comunicación en los equipos de trabajo.

1. Área libre

Es la área donde se encuentran todos los aspectos que conocemos de uno mismo, aspectos que también conocen los demás. Suelen ser cosas de las que podemos hablar con normalidad, que no originan mayor problema.

Ésta área suele ser muy limitada en equipos de trabajo nuevos, por lo que no existe una comunicación libre y sincera.

2. Área ciega

En este área se localizan los aspectos que los demás ven y conocen de nosotros, pero que nosotros a simple vista no vemos o no percibimos (por ejemplo la excesiva sinceridad, la falta de tacto, pequeñas conductas que pueden herir o molestar a los demás, etc.).

3. Área oculta

Es la área donde se encuentra todo aquello que sabemos de nosotros mismos, pero que nos negamos a desvelar, por tratarse de temas personales para nosotros, íntimos o que sencillamente no queremos explicar (por miedo, vergüenza, recelo de nuestra intimidad, etc.).

4. Área desconocida

Finalmente, en la cuarta área de la comunicación intragrupal propuesta por Luft e Ingram, encontramos todos aquellos aspectos que ni nosotros ni el resto de personas (en este caso, el resto del equipo de trabajo) conocemos (o no somos conscientes de ello).

Son aspectos (conductas, motivaciones…) que pueden ser conocidas por personas ajenas al equipo, y que podrían incluso pasar a formar parte de alguna de las áreas anteriores.

Evolución de las cuatro áreas y la comunicación intragrupal

Siguiendo con la técnica de la ventana de Johari, a medida que el grupo (en este caso, equipo de trabajo) evoluciona y madura, también lo hace su comunicación intragrupal. Esto se traduce en un aumento de la primera área (área libre), debido a que la confianza entre los miembros poco a poco aumenta y se producen más conversaciones, más confesiones, etc. Por esta razón, las personas poco a poco tienden a esconder menos cosas y a revelar más información sobre ella misma.

Así, cuando se cruza información entre la área oculta y la área libre, esto se denomina autoapertura (es decir, cuando vamos revelando información “oculta” sobre nosotros, quedando ésta “libre”).

Por su parte, la segunda área, la área ciega, es la que tarda más tiempo en reducir su tamaño, ya que esto implica llamar la atención a alguien por una determinada actitud o comportamiento que ha tenido y que no nos ha gustado.

Normalmente se trata de comportamientos que interfieren en el correcto funcionamiento de un equipo de trabajo. Sacar a la luz dichos comportamientos recibe el nombre de retroalimentación eficaz.

Objetivo del equipo de trabajo

En relación a la comunicación intragrupal de los equipos de trabajo, y haciendo alusión a las áreas mencionadas, el objetivo de estos equipos es que poco a poco la área libre aumente, y se disminuyan (e incluso eliminen) posibles tabúes, secretismos o faltas de confianza en el grupo.