La historia de un hombre que vivía en un Déjà Vu permanente
A todos nos ha pasado en algún momento de nuestra vida: tener la sensación de que ya hemos visto, oído o hecho algo que está pasando. Exactamente de la misma manera, y en el mismo lugar. Todo calcado, como si el pasado y el presente se hubiesen desdoblado en dos réplicas exactas. Se trata de un fenómeno conocido como Déjà Vu y es muy normal que ocurra, porque forma parte del funcionamiento normal de nuestro cerebro. Sin embargo, en algunos casos muy raros, el Déjà Vu podría dar forma a un desorden mental poco conocido.
Esto es lo que le ocurrió a un oficial del ejército francés a finales del siglo XIX: creía que estaba viviendo en una serie de réplicas del pasado, como si todo el mundo se empeñase en recrear situaciones ya vividas.
El caso de Déjà Vu patológico de Louis: atrapado en el tiempo
Este caso fue documentado en 1896 por un psiquiatra llamado Francois-Léon Arnaud, y ha sido traducido y publicado recientemente en la revista científica Cortex por un equipo encabezado por la psicóloga Julie Bertrand. Se trata, además, de uno de los primeros artículos científicos en los que se utiliza el término Déjà Vu para referirse a este tipo de fenómenos.
Viviendo en el pasado… literalmente
En el texto traducido por Bertrand y su equipo se describen algunas de las situaciones vividas por un joven oficial del ejército que, tras servir en Vietnam, fue mandado de vuelta a su casa tras empezar a desarrollar una serie de síntomas. Louis, pues este era el nombre del militar, confundía constantemente el pasado con el presente. Creía que estaba viviendo réplicas exactas de lo que había ocurrido meses o años atrás.
Después de haber empezado a sufrir fiebre intermitente probablemente producida por la malaria, apareció en Louis un agotamiento injustificado, insomnio y problemas digestivos, y amnesia retrógrada y anterógrada, por lo cual, a pesar de recordar la mayor parte de la información importante relacionada con su vida y su identidad, tenía dificultades a la hora de recordar lo que había ocurrido hacía tan solo unos minutos. Esto hacía que, muchas veces, fuese repitiendo la misma pregunta una y otra vez, aunque se la hubiesen respondido justo antes.
Y, por supuesto, Louis empezó a sufrir el llamado Déjà Vu patológico poco después, en 1893. Si bien Louis había asegurado que de pequeño experimentaba Déjà Vus con mucha frecuencia, en ese momento no solo los experimentaba todo el rato, sino que además no creía que fuesen ilusiones. Estaba convencido de que la repetición de las experiencias pasadas era absolutamente real.
Todo se va repitiendo
Entre las anécdotas que sirven para ilustrar el caso de Déjà Vu patológico documentado por Arnaud se encuentra la vez en la que aseguró haber leído antes varios artículos de diario, llegando a sostener que él mismo era el autor de algunos de ellos.
Aunque al principio el Déjà Vu patológico de Louis solo estaba relacionado con la sensación de haber leído antes lo que se estaba leyendo, poco después se extendió a más ámbitos de su vida y se hizo más frecuente.
En la boda de su hermano, por ejemplo, aseguró en voz alta que recordaba perfectamente haber atendido a esta misma ceremonia hacía un año, con los mismos invitados, en el mismo lugar y con todos los detalles colocados de manera idéntica. También señaló que no entendía por qué estaban repitiendo la boda otra vez.
A medida que los síntomas iban empeorando y el Déjà Vu patológico iba extendiendo su influencia por todos los ámbitos de la vida de Louis, apareció también una tendencia hacia los pensamientos paranoicos y la manía persecutoria. Creía que sus padres le estaban suministrando droga para hacer que se olvidase de sus planes de casarse con la mujer que le gustaba y reaccionaba de manera violenta ante acciones normales y cotidianas.
Louis tenía alrededor de 35 años cuando ingresó en la Maison de Santé del municipio francés de Vanves. Allí, en el 1894, conoció a Arnaud.
Louis y Arnaud se conocen
Cuando Louis vio por primera vez a Arnaud, esto es lo que ocurrió:
Al principio, Louis se comportó del modo en el que se comportan las personas que entran en contacto por primera vez con una persona desconocida en una situación normal. Justo después, la expresión de Louis se volvió mucho más amable y familiar.
Ya le reconozco, doctor. Es usted quien me saludó hace un año en la misma época y en el mismo salón. Me hizo usted las mismas preguntas que me hace ahora, y yo le di las mismas respuestas. Lo hace muy bien a la hora de hacerse el sorprendido, pero ya puede parar.
Louis creía que ya había estado en la el sanatorio de Vanves. Había reconocido los terrenos en los que está ubicado, sus instalaciones, y en ese momento también a las personas que trabajaban en él. A pesar de que Arnaud negara que todo eso hubiera ocurrido en el pasado, no pareció convencer a Louis. Poco después, una conversación similar tuvo lugar cuando el paciente conoció a otro doctor.
Escenas como esta definirían el tipo de desorden mental por el que Louis ingresó en la institución.
¿Seguro que se trata de Déjà Vu patológico?
Aunque los síntomas que experimentó Louis están muy relacionados con el modo en el que se expresa el Déjà Vu clásico, Julie Bertrand proponen la explicación de que, de hecho, lo que le pasaba a este paciente no era Déjà Vu, por lo menos técnicamente. Se trataría más bien de un mecanismo inconsciente por el cual se rellenan los vacíos de memoria producidos por la amnesia.
Esto explicaría por qué Louis no era capaz de distinguir entre el pasado real y el pasado "artificial" creado por estas situaciones. Lo que él vivía era, más bien, una paramnesia reduplicativa, una ilusión en la que el sentido común se desvanece. Un ejemplo más de hasta qué punto los cambios en nuestro sistema nervioso nos pueden cambiar incluso en esas facultades mentales que damos por supuestas.