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El manejo del silencio: una de las habilidades clave en coaching


La comunicación humana es mucho más que mandar mensajes en forma de palabras y frases de manera escrita o hablada. Si así fuese, el silencio sería visto como algo a evitar, un sinónimo de potencial desperdiciado en el que no se transmite ninguna idea ni emoción… pero la realidad dista mucho de eso.

Por eso, en este artículo vamos a centrarnos en cómo puede utilizarse el silencio intencional en los procesos de coaching y de liderazgo, tanto en el contexto de las organizaciones y las empresas como en el ámbito personal e interacciones más informales.

¿En qué consiste el silencio intencional?

Tal y como sugiere su nombre, el silencio intencional es un modo de utilización de las pausas al hablar que tiene como objetivo hacer del silencio un elemento comunicativo. Por consiguiente, se trata de un recurso que puede ser usado en las conversas cara a cara con un interlocutor y también en las exposiciones frente a una audiencia.

La idea en la que se basa el concepto de silencio intencional es que la comunicación cara a cara es mucho más que la transmisión de información textual (es decir, la que puede ser reducida a letras, palabras y frases).

No es ningún secreto que una buena parte del potencial del que disponemos los seres humanos para expresar ideas y emociones consiste en la comunicación no verbal, y de hecho, la utilización de la comunicación verbal es posterior a la primera. En cierto modo, los elementos no verbales no se limitan a ser un simple complemento de las palabras, sino que tienen tanta o más importancia. Y el modo en el que nos expresamos a través del silencio es uno de esos elementos de lenguaje no verbal.

Por supuesto, una cosa es que en una conversación surjan momentos de silencios, y otra cosa es que haya un objetivo en la utilización de estos. De hecho, una de las características de quienes son capaces de liderar equipos en la interacción cara a cara es que saben utilizar el silencio a su favor. Veamos por qué.

Usar el silencio al hablar

Utilidades del silencio intencional en el coaching y el liderazgo

En los roles de coaching y de liderazgo, la comunicación es siempre un aspecto clave. Es tanto una manera de transmitir ideas y formar, como de motivar, establecer valores, dinamizar equipos y resolver conflictos, entre otras cosas. Por eso, no sorprende que el silencio intencional constituya una herramienta versátil si se sabe utilizar bien. Veamos cuáles son sus principales usos.

1. Permite transmitir el énfasis en las partes importantes

El silencio actúa otorgando importancia a las palabras dichas antes y después de este. Por eso, puede ser usado para señalizar de manera muy clara cuáles son las ideas clave que deben quedar grabadas en la mente del interlocutor o de la audiencia.

2. Es un elemento de la escucha activa

La escucha activa consiste en hacer saber que se presta atención a lo que la otra persona dice, y que reaccionamos a ello de una manera emocional dependiendo de los temas y conceptos que van surgiendo en el diálogo. En este sentido, el silencio trasmite la idea de que lo que va diciendo la otra persona nos invita a reflexionar.

Así, por un lado es un recurso más para generar confianza, y por el otro, trasmite la idea de que hay algunas ideas que hemos escuchado por parte del otro que consideramos importantes y nos invitan a detenernos a pensar.

3. Permite poner “el balón en el tejado del otro”

Utilizar los silencios en nuestro favor también consiste en utilizarlos de una manera estratégica para invitar a la otra persona a seguir hablando, o a añadir algo a lo que nosotros hemos dicho. Dicho de otro modo, es una manera de indicar que la toca hablara la otra persona. Y de ese modo, también se transmite un rol de liderazgo.

4. Es un recurso para controlar los tiempos

Otra de las maneras en las que el silencio intencional empodera a quien lo usa es que transmite confianza en uno mismo: se demuestra que o se le teme a la idea de permanecer unos segundos sin que nadie hable, algo que muchas personas tienden a evitar. Todo depende de la actitud; si bien algunos momentos de silencio pueden convertirse en momentos incómodos, si demostramos que para nosotros no lo son, pasan a ser una muestra de que no tenemos prisa a la hora de exponer nuestras ideas.

5. Es una herramienta versátil en el uso del humor

Finalmente, el silencio intencional también puede ser usado como un recurso humorístico. Esto es así porque el humor se basa muchas veces en generar una expectativa acerca de lo que se va a decir a continuación y en crear momentos de complicidad sin necesidad de decir las cosas directamente. Incorporar matices humorísticos a la comunicación puede ser muy útil para generar un clima comunicativo distendido y demostrar versatilidad en la dinamización de equipos, yendo más allá de lo protocolario y formal.

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