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La cocaína en el mundo del transporte


Por desgracia, las drogas y la adicción a ellas están hoy en día más presente en nuestra sociedad de lo que nos gustaría. No hay un sector de nuestra sociedad que se libre de sufrir esta lacra en sus profesionales, y además, hay sectores en los que tener una adicción a las drogas es más peligroso que en otros.

Ojo, una adicción a las drogas es peligrosa siempre, estés en el sector en el que estés, pero si, por ejemplo, te dedicas al mundo del transporte, hay un riesgo añadido, que es el de que exista la posibilidad de manejar un vehículo cuando estás colocado. A eso nos referimos.

Es un hecho que la adicción a la cocaína es un problema muy extendido que afecta de una forma muy importante a la vida de las personas, no permitiéndoles vivirla de una forma sana y equilibrada. No obstante, hoy queremos hablar de la cocaína en el mundo del transporte y sus profesionales.

La cocaína en el ámbito de los transportistas

Como te decimos, ver camioneros que consumen coca es más habitual de lo que puede parecer en un principio, y esto tiene mucho que ver con los efectos de esta droga en el organismo. Se trata de unos efectos que aparecen en el adicto en cuestión de pocos minutos, y que pueden resultar muy atractivos en un principio.

Uno de esos efectos de los que hablamos es el sentimiento de euforia. Cuando se consume cocaína, quien la toma se siente lleno de energía y eufórico. Sin embargo, esa sensación puede ser engañosa y puede llevar a la toma de malas decisiones, algo muy peligroso para la vida del conductor y de las otras personas que están en la carretera.

El segundo de los efectos que queremos destacar es la sensación de estar alerta, de tener super activados todos los mecanismos de la atención, algo que también puede acarrear muchos problemas al volante.

La cocaína en el mundo del transporte

Existe un tercer efecto de la droga en los transportistas, que no es otro que el que hace que dejes de tener hambre y sueño. Esto es peligroso, especialmente en viajes largos. Es necesario hacer descansos para dormir y comer, de modo que todas las facultades estén perfectas para responder y reaccionar en caso de que sea necesario a cualquier imprevisto que pueda surgir al volante.

Los tres efectos que hemos mencionado pueden llevar al conductor a sobrevalorarse él mismo y sus capacidades, lo que puede hacer que se ponga en peligro, pero también a los demás. Puede pensar que no necesita parar ni descansar, o que se puede relajar al volante porque siente que puede hacerlo todo. En cierto modo, es lógico, puesto que en muchas ocasiones (la mayoría) el transportista está sujeto a horarios y tiene que cumplirlos. Y por eso recurre a la cocaína.

La cosa es que, a pesar de esas sensaciones, simplemente es una percepción. No es real. Está demostrado que la cocaína no proporciona esas facultades, sino todo lo contrario, hace que esas capacidades no solo no mejoren, sino que sufran una merma continuada. Además, pasado el efecto, aparecerán otros como la irritabilidad (tremendamente peligrosa al volante) o la falta de concentración (igualmente peligrosa).

Una solución a corto plazo que se puede convertir en un verdadero problema

Eso es, ni más ni menos, que lo que es la cocaína en un transportista. La profesión es dura, lo sabemos, porque hace que te alejes de tu casa mucho tiempo.

Por compañía, lo único que se lleva en la gran mayoría de los casos es una radio, y además, cuando los trayectos ya nos suenan por haberlos hecho muchas veces, nos podemos relajar, que si lo sumamos al consumo de coca, el resultado puede ser mortal.

Hay que trabajar, sobre todo si te dedicas a esto, el manejar la soledad del camión sin tener que caer en la droga. Para ello, puedes escuchar la radio, cantar, parar cada cierto tiempo para charlar con otras personas… cualquier cosa es válida con tal de que no caigas en el consumo de coca.

Evita los riesgos

Sin contar los riesgos de ser adicto a la droga, hay que decir que consumir mientras conduces te puede costar, literalmente, la vida. A ti y a otros conductores.

Solo hace falta un pequeño descuido o una imprudencia que hagas porque te sientes todopoderoso “gracias” a la coca. Por supuesto, lo mejor es no consumir, pero también te pueden ayudar estas pequeñas pautas:

  • Hablar con tu empresa para que no te dé más horas de las que se recomiendan.
  • Llevar en el camión elementos que te ayuden a relajarte y a entretenerte (discos, libros, películas para tus dispositivos móviles…).
  • Un teléfono móvil bien cargado para poder hablar en el momento de descanso con tu familia o para poder echar una partida a un juego.

Para concluir, queremos insistir en la gran peligrosidad que tiene consumir cocaína cuando se trabaja en el mundo del transporte. No caigas en ello.