Tópicos Violencia Educación Infancia Adolescencia Bullying

Cómo ayudar a un niño víctima de bullying: 7 consejos contra el acoso


El acoso escolar, también conocido como bullying, es una circunstancia demasiado común dentro de los centros educativos de educación primaria o secundaria. Por lo general suele presentarse con mayor incidencia en la etapa secundaria, cuando los jóvenes están pasando por la edad adolescente.

En este artículo vamos a ver cómo ayudar a un niño o niña víctima de bullying, aprenderemos a identificar cuándo un joven puede estar padeciendo acoso escolar, y conoceremos las mejores maneras de afrontar esta situación asistiéndole.

¿Cómo identificar el acoso escolar?

Para saber cómo ayudar a un niño víctima de bullying, el primer paso es identificar el acoso escolar. Por lo general los jóvenes suelen reservarse la situación para ellos solos y no cuentan nada sobre el tema a los adultos.

Esta negativa de hablar al respecto responde a los sentimientos inadecuados que experimenta el menor cuando es víctima de acoso escolar; normalmente se siente minimizado anímica y emocionalmente, lo que lo lleva a pensar que los adultos lo percibirán de la misma forma.

Tienen miedo de hablar al respecto porque no quieren que sus cuidadores se puedan sentir decepcionados de ellos, por considerar que están teniendo una actitud de “debilidad” ante la situación de ser víctimas de bullying. Como cuidadores de un niño o adolescente, debemos estar atentos a su conducta.

Hay varios indicadores que pueden servirnos como signos de alerta sobre la posibilidad de que el joven pudiera estar siendo abusado en el colegio. El tono emocional aplanado es una constante; pero además de esto existen algunas señales puntuales que pueden ayudarnos a reconocer casos de bullying. Sin los siguientes.

  • Niños evasivos ante el contacto visual.
  • Con dificultades para dormir por la noche.
  • Se resisten a ir al colegio.
  • Están aislados socialmente.
  • Regresan del colegio con moretones o golpes.
  • Regresan de los colegios hambrientos a pesar de llevar comida.
  • Piden más dinero constantemente.

Estos indicadores deben hacer basarse en hechos que surgen con cierta regularidad, además de estar acompañados por una disminución en la afectividad del joven. De no ser así podrían deberse a alguna situación puntual ajena al acoso escolar.

¿Cómo ayudar a los niños víctimas del bullying?

En las próximas líneas veremos una serie de consejos prácticos para ayudar a los niños y adolescentes a afrontar el acoso escolar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el bullying no es un problema psicológico de carácter individual, sino que es un problema psicosocial, que afecta a varias personas a la vez y está ligado a un contexto determinado.

1. Hacerle saber al joven que no debe avergonzarse

Lo primero que debemos hacer es darle la confianza necesaria para que exprese su situación real sin temor alguno, hacerle ver que no es la única persona a la que le ha sucedido dicha situación y que no debe sentirse mal por ello. Se debe hacer énfasis en que quien está cometiendo el error es el abusivo, y no él.

2. Combatir la sensación de culpabilidad

Aquellos jóvenes víctimas de abuso en el colegio desarrollan un intenso sentido de culpabilidad irracional, basado en la idea de que ellos tienen la culpa de sufrir el abuso por no ser capaces de defenderse. Como cuidadores es necesario que hablemos con ellos y les ayudemos a cambiar este pensamiento inadecuado.

Debemos hacerles comprender que no tienen la culpa de que otras personas tengan actitudes erróneas, y que la solución no está en recurrir a la violencia, sino en hablar con las autoridades de la institución respecto a lo que está ocurriendo. Lo mejor será dirigirnos al colegio en compañía del joven y realizar la denuncia.

3. Felicitar al joven por expresarse

Tomando en consideración lo difícil que le puede resultar al joven expresar su experiencia negativa, es buena idea felicitarlo por haberlo hecho. Es importante reafirmar su autoestima, haciéndole saber lo valiente que ha sido por atreverse a contar lo que está sucediendo.

4. Evitar restarle importancia

En algunos casos los padres o cuidadores no le dan la importancia real al asunto y toman esta situación como algo natural en la vida de los jóvenes, cuando la verdad es que si no se toman las medidas a tiempo los resultados podrían ser muy dañinos para el niño o niña. Muchos jóvenes, por sentirse incomprendidos, han llegado a atentar contra su propia integridad física.

Lo ideal es actuar apenas tengamos sospechas de que algo malo puede estar sucediendo en la escuela.

5. Mantener comunicación frecuente con los maestros

Una forma de prevenir y afrontar el acoso escolar cuando ya está sucediendo es mantener buenas relaciones de comunicación con los maestros de los jóvenes, de modo que nos cuenten si ven comportamientos inusuales en el joven, y en caso de tratarse de acoso escolar, actuar juntos para detenerlo.

De hecho, hay que asumir que actuar frente al acoso escolar no es una actividad dirigida exclusivamente hacia el individuo que lo está sufriendo: hay que hacer lo posible por introducir cambios también en su contexto social, y para ello es necesario coordinarse con la comunidad educativa.

6. Educar en inteligencia emocional

Inculcarle al menor la capacidad de reconocer sus propias emociones es indispensable para que en una situación de estrés no permita que la rabia o la frustración le hagan hacer cosas contraproducentes para su situación.

Lo que buscamos con esto es que el joven sea capaz de dominar sus emociones y no actuar al primer impulso. Para conseguirlo debemos hablar con él respecto a las ventajas de solucionar las dificultades por los canales regulares y no recurriendo acciones violentas.

7. Enseñarle a primar la calidad de las relaciones

Es útil mostrarle al niño o niña que en ocasiones es beneficioso alejarse de ciertas personas que no aportan nada positivo, a pesar de que aparentemente sean populares o carismáticas a ojos de los demás, y enseñarle que se debe tomar en consideración el cómo se siente uno mismo cuando está con alguien en concreto para valorar si esa relación vale la pena.

Así se fomenta que no cambie sus intereses o su manera de ser por formar parte de un grupo en el que es víctima de bullying. Encontrar redes de apoyo más allá de esos círculos sociales en el que se sufre ataques resulta fundamental para proteger la autoestima y no adoptar un rol de sumisión crónica.

Referencias bibliográficas:

  • Barri, F. (2006). S.O.S. Bullying: Prevenir el Acoso Escolar y Mejorar la Convivencia. Praxis, S.A.
  • De Acevedo, A. (2010). Alguien me está molestando: el bullying. Ediciones B.
  • Olivares, J. Y Méndez, F. X. (2008). Técnicas de Modificación de Conducta. Madrid: Biblioteca nueva.
  • Rueda, J. M. (1992). La intervención psicosocial. El psicólogo de la comunidad. Intervención psicosocial, 1, 27-41.