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“Quiero ser psicólogo”: Cómo completar la carrera de Psicología


Hace unas semanas escribimos un texto para ayudar a futuros estudiantes de Psicología a reflexionar acerca de 10 puntos elementales sobre su vocación, algunas dudas específicas sobre la carrera, etcétera:

Sin embargo, haberte inscrito en la carrera no te hace un buen estudiante de Psicología. Por eso hemos elaborado esta pequeña guía para ayudarte a superar los estudios con éxito.

"Quiero ser psicólogo", una guía para exprimir al máximo los estudios en Psicología

La Psicología, por su versatilidad y la cantidad de aportaciones que puede hacer a diferentes disciplinas y ámbitos de la vida, es una de las carreras universitarias más populares en muchos países del mundo. Sin embargo, la vida de los estudiantes puede llegar a ser dura si no se tienen referencias que seguir en estos maremotos de información que suelen ser las facultades de Psicología.

Si es tu caso, te será de utilidad esta mini-guía "Quiero ser psicólogo", con 10 claves para hacer que tu paso por la universidad sea provechoso.

1. Ponte a estudiar cuando toca ponerse a estudiar

En la universidad no tienes un jefe que te vigile cada día para ver si estudias, pero eso no significa que no debas hacerlo. Además, la psicología es una carrera universitaria agradecida, en el sentido de que quien invierte tiempo en el estudio y la formación se ve recompensado. Ahora bien, para saber aprovechar bien ese tiempo hay que practicar.

Saber usar bien el tiempo es una de esas habilidades que debe pulir todo estudiante. Si no lo haces, verás pasar las horas, los días y las semanas mientras tu lista de tareas se va incrementando y tus niveles de estrés hacen lo propio. Si crees que no se te da muy bien eso de ponerse las pilas con el estudio, quizás te sea útil leer el próximo punto.

2. Aprende a gestionar tu tiempo de estudio

De acuerdo, ya has conseguido que el estudio sea una práctica habitual en tu día a día, pero... ¿estás optimizando bien ese tiempo que le dedicas?

Quizás podrías aprender lo mismo en la mitad de tiempo, o quizás el hecho de estudiar a cierta hora te está causando problemas. Por ejemplo, se sabe que concentrarse en una pantalla de ordenador justo antes de irse a dormir no es nada bueno para el sueño, y puede causarte problemas de insomnio debido a la luz a la que has estado expuesto.

Además, ten en cuenta que difícilmente vas a poder concentrarte en el estudio más de 40 minutos seguidos, así que merece la pena que no te machaques intentando leer del tirón textos muy largos. También es conocido que levantarte de la silla te irá bien para estirar las piernas y hacer que te sientas mejor. Estudiar está bien, ¡pero tómate tus descansos!

3. ¡Cuidado con Internet!

Internet es una herramienta importantísima para encontrar otras herramientas y recursos de estudio, pero también es una fuente inagotable de distracciones. Plantéate estudiar sobre escritos en papel para no caer en la tentación, y acude al ordenador para consultar dudas puntuales.

Por otra parte, y como ya debes haber notado, la red de redes está rebosante de informaciones poco fiables, cuando no son burdas mentiras o fabulaciones. Por tanto, cuando consultes fuentes en internet para completar tus tesis psicológicas, ten en cuenta qué referencias son veraces y cuáles no lo son.

4. Las diapositivas no lo son todo

En un mundo ideal no haría falta poner énfasis en esto, pero nadie aprende sólo leyendo diapositivas. Estas son un soporte visual para seguir las clases y contienen algunos conceptos fundamentales, pero a través de ellas es imposible saber cómo se relacionan estas ideas entre sí, ni de qué manera se articulan las lógicas subyacentes a los procesos psicológicos.

5. Los apuntes no lo son todo

No, los apuntes que se toman durante las clases tampoco son suficientes. La mayoría de las asignaturas están compuestas también por lecturas que no se explican en clase, debido a lo limitado del tiempo en el que se imparte la docencia. Plantéate muy seriamente leerte todas las lecturas que te pidan al menos una vez (leerlas y entenderlas, claro). Además, estas lecturas te ayudarán a entender las cosas que se han dicho en clase, reforzando los conceptos que vas aprendiendo en tu mente.

6. ¡Lee sobre psicología por placer!

El campo de estudio de la psicología es un auténtico océano de información. Cada año se publican miles de libros y artículos acerca de las nuevas investigaciones en psicología y neurociencias, y si no tienes ganas de dedicar muchas horas a leer textos realmente espesos, existen excelentes libros de divulgación (o incluso webs: ¿te suena una que se llama Psicología y Mente?) que te están esperando. Puedes empezar probando con este pequeño listado de títulos:

Y si quieres seguir profundizando y tienes un perfil creado en Facebook, no te pierdas:

7. Encuentra gente con tu mismo interés por la psicología

Hay muchísima gente que adora la psicología, y si vas a la universidad estarás en contacto con bastantes. ¡Aprovéchate de ello! Un entorno de amistades con los mismos intereses que tú puede hacer que aprendas cosas aunque no lo pretendas.

También puedes seguir blogs sobre psicología, visitar grupos de estudio, etcétera ¡Lo que veas necesario para estar en contacto constante con la manada!

En cuanto a los blogs y webs dedicadas a la psicología y las neurociencias, recientemente elaboramos un listado que te puede ser útil:

8. Ten a mano un buen buscador de papers científicos

Seguramente, por el hecho de estar matriculado en la universidad tengas acceso a un buscador de papers científicos que te permita consultar artículos enteros sin tener que pagar. ¡Entérate de cuáles son estos buscadores y haz uso de ellos! Te serán de lo más útil a la hora de buscar información y hacer trabajos bien documentados.

9. Haz exámenes mentales

Que hayas memorizado un texto no significa que lo hayas entendido. Lo cuantitativo no es lo mismo que lo cualitativo. Cuando hayas estudiado una lección, entretente planteándote a ti mismo posibles preguntas de examen. Esto te servirá para detectar dudas que no sabías que tenías y a optimizar tu tiempo de repaso.

10. Bebe de otras disciplinas

La psicología es una disciplina muy compleja, y está a caballo entre muchas ciencias y áreas de estudio. Empápate de ellas para tener una visión más rica sobre lo que estudias. Puedes empezar leyendo fundamentos sobre biología, medicina, filosofía o antropología... ¡aunque tampoco te empaches!

Bonus: Disfruta del aprendizaje

Es irónico que esto puede entenderse como una orden, pero conviene recordar que estás estudiando psicología porque quieres, porque te interesa.

No dejes que una mala gestión de tu tiempo te haga odiar la carrera. Si hay asignaturas o ramas de la psicología que no te interesan tanto, dedícales menos tiempo que a aquellas que sí disfrutas. Se aprende mejor cuando se aprende sin estrés y sin prisas, saboreando el conocimiento, y creciendo intelectual y personalmente a la vez que adquieres nuevos aprendizajes.