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¿La Paroxetina engorda?


En la actualidad podemos encontrar una amplia variedad de terapias y tratamientos que nos ayudan a controlar o combatir síntomas de una gran cantidad de trastornos y alteraciones psíquicas, entre las cuales podemos encontrar la depresión.

La toma de medicación es a menudo algo necesario para controlar o ayudar a controlar los síntomas de este y otros trastornos. Sin embargo, es habitual que exista cierto malestar o resistencia al hecho de tomar psicofármacos. Los motivos son diversos, pasando desde una concepción negativa de lo que implica medicarse hasta por la existencia de efectos secundarios indeseable. En este sentido, algunos de los más habituales son alteraciones del sueño, del apetito, del nivel de energía o incluso de peso corporal.

Este último aspecto puede parecer poco relevante, pero sin embargo a menudo es motivo de queja, duda o resistencia. Si este posible efecto secundario puede darse o no con respecto a algún fármaco concreto es algo es consultado con cierta frecuencia, como por ejemplo con antidepresivos como la paroxetina. Y en este sentido cabe preguntarse ¿La paroxetina engorda o hace que aumentemos de peso? Veámoslo a lo largo de este artículo.

¿Qué es la paroxetina?

La paroxetina es uno de los antidepresivos más conocidos y utilizados, siendo una sustancia con propiedades psicoactivos que permite ayudar a combatir síntomas como la presencia de ansiedad, angustia, tristeza, abulia y apatía.

Se trata de un inhibidor específico de la recaptación de serotonina o ISRS, los cuáles actúan bloqueando la recaptación por parte de las neuronas presinápticas de la serotonina emitida, de tal manera que esta puede permanecer en el espacio sináptico y ser utilizada por las neuronas postsinápticas en mayor medida. Dicho de otra manera, la paroxetina favorece un aumento de los niveles de serotonina en el encéfalo.

Este fármaco, por lo general vendido en forma de comprimidos, tabletas o suspensiones líquidas para la administración vía oral, se emplea fundamentalmente en el tratamiento de la depresión mayor. Asimismo, también suele utilizarse para tratar la ansiedad propia de trastornos como el trastorno obsesivo compulsivo o la fobia social, trastorno por ansiedad generalizada, trastorno de pánico, agorafobia o trastornos por estrés postraumático.

¿La paroxetina engorda?

A pesar del hecho de que la paroxetina es uno de los antidepresivos más utilizados y que tiene una gran utilidad en el tratamiento de los síntomas de las alteraciones antes mencionadas, lo cierto es que la paroxetina también puede llegar a generar algunos efectos secundarios indeseados en algunas personas, e incluso debe ser tomado con precaución o evitados por otras (como por ejemplo aquellas con fallos renales o hepáticos, o bien con diabetes).

Y entre los efectos secundarios más habituales (si bien es poco habitual) se encuentra el que da nombre a este artículo: la paroxetina puede provocar una ganancia o aumento de peso. Sin embargo no es la única, si no que se trata de un posible efecto secundario habitual en otros muchos fármacos.

Es necesario tener en cuenta que esta ganancia de peso se va produciendo de manera gradual, produciéndose por lo general a largo plazo. Sin embargo, curiosamente la paroxetina también puede llegar a provocar un descenso o pérdida de peso en otros pacientes (motivo por el cual no se indica en pacientes con trastornos alimentarios).

Las causas concretas de esta ganancia pueden ser múltiples. Se ha especulado con la posibilidad de que la ligera sedación que provoca el consumo del fármaco impulse a una menor actividad física, además de que la paroxetina puede llegar a provocar la aparición de un incremento del apetito en dichas personas. Así pues, es posible que la unión de estos dos factores provoque que aparezca un incremento en el peso. Además de ello, los componentes del fármaco pueden contribuir a alterar la metabolización de los lípidos, algo que también tiene un efecto sobre el peso y el volumen corporal.

Si aumento de peso… ¿qué debería hacer?

Si bien genera una serie de incomodidades y molestias, lo cierto es que la paroxetina es una opción terapéutica muy valorada y cuyas propiedades pueden resultar muy beneficiosas para el tratamiento de estas dolencias. Siempre y cuando no surjan otros síntomas severos que precisen de consulta médica, sería recomendable continuar con el tratamiento y nunca dejarlo de golpe (ya que ello puede llegar a provocar síntomas de abstinencia peligrosas).

Resultaría de utilidad en primer lugar establecer algún tipo de registro en el que poder anotar los posibles cambios de peso. También se recomienda trabajar en los patrones de conducta alimentarios, manteniendo una dieta equilibrada. Asimismo, la realización de actividad física también puede ayudar a reducir o eliminar el incremento de peso.

Aún así, en el caso de que este aumento de peso o su suma con otros factores genere más costos que beneficios, se puede contactar con el psiquiatra con el fin de valorar si pueden existir otros fármacos alternativos u otras cantidades que puedan ayudar a evitar estos efectos indeseables.