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Las 10 posibles causas de los cambios de humor repentinos


Casi todos conocemos a alguien que acostumbra a tener cambios de humor súbitos o que presenta una personalidad irritable cuando algo no le sale como desearía.

La Psicología y la Psiquiatría han demostrado que estos cambios de humor tienen causas identificables, que nos ayudan a explicar el por qué de este fenómeno en las personas de nuestro entorno (o en nosotros mismos, si se da el caso).

¿Cuáles son las causas más habituales de los cambios de humor repentinos?

Son muchas las causas que provocan más habitualmente cambios de humor repentinos en la persona; a continuación destacamos las más importantes, aunque no hay que olvidar que el diagnóstico es realizado únicamente por profesionales de la salud mental.

1. Falta de sueño

La falta de sueño es una de las problemáticas que afectan con mayor frecuencia al humor de millones de personas en todo el mundo, y es en la actualidad uno de los mayores problemas de salud.

Tanto el insomnio, que es un trastorno del sueño muy frecuente, como la falta del mismo, pueden ocasionar irritabilidad y sensibilidad en las personas que lo padecen, así como reacciones violentas o exageradas frente a cualquier tipo de inconveniente o problema no previsto que se presente en el día a día.

Es por eso, que para evitar este tipo de situaciones es recomendable dormir diariamente una cantidad de horas suficientes para brindar el descanso que necesita nuestro organismo para funcionar correctamente.

2. Exceso de estrés

El exceso de estrés es otro de los motivos clásicos por los que una persona puede presentar cambios de humor frecuentes, así como todo tipo de alteraciones psicológicas o físicas que pueden poner en riesgo su salud global.

Debido a los vertiginosos ritmos de trabajo y un mercado laboral cada vez más exigente, el exceso de estrés es uno de los trastornos más habituales en las sociedades modernas, y este habitualmente desgasta a la persona tanto a nivel físico como mental hasta volverla más irritable, inestable emocionalmente e incapaz de hacer frente a las adversidades.

3. Consumo de drogas

El consumo habitual de ciertas drogas ocasiona en el organismo de la persona una serie de cambios, (principalmente en el cerebro) y estos, a la larga, pueden provocar síntomas externos como son los cambios de humor, la irritabilidad, la impulsividad, reacciones desproporcionadas e incluso comportamientos violentos.

Este tipo de fenómenos son muy útiles para detectar hábitos de consumo de drogas en cualquier tipo de persona, especialmente en personas adolescentes que empiezan a consumir sustancias de este tipo.

Cambios de humor inesperados

4. Sobreprotección paterna

La sobreprotección por parte de los padres en niños y adolescentes es un modelo de crianza muy negativo que puede derivar en personalidades desequilibradas en el futuro durante la edad adulta.

Este tipo de modelo de paternidad sobreprotectora no educa a los hijos en la tolerancia a la frustración, sino que les concede en todo momento todo lo que quieren y siempre en el momento en que el niño lo reclama.

Y es que la baja tolerancia a la frustración y los déficits en la adquisición de herramientas útiles para hacer frente al mundo real de los adultos puede ocasionar habitualmente estos cambios de humor repentinos.

5. Síndrome premenstrual

El síndrome premenstrual es una alteración recurrente que a veces tiene lugar en una de las primeras fases del ciclo menstrual (Fase Lútea). El SPM tiene lugar específicamente durante los 7 a los 10 días anteriores al inicio de la menstruación y termina algunas horas después del inicio de la misma.

Este síndrome se caracteriza por generar una alta irritabilidad, ansiedad, labilidad emocional, depresión, dolor mamario y cefaleas, entre otros síntomas físicos y psicológicos.

6. Estrés postraumático

El Trastorno de Estrés Postraumático (TEP) tiene lugar cuando algunas personas experimentan o son testimonios de algún evento traumático en algún momento de su vida, momento a partir del cual desarrollan una serie de síntomas físicos y psicológicos, algunos de los cuales se cronifican si no se dispone de apoyo psicoterapéutico.

Los principales síntomas que podemos encontrar tras la aparición de un TEP son los recuerdos intrusivos y recurrentes del evento traumático, los pensamientos negativos sobre uno mismo y sobre el futuro, la dificultad para concentrarse y la evitación a la hora de pensar en determinados temas o a la hora de transitar por determinados lugares.

Este trastorno también puede conllevar cambios de humor repentinos e irritabilidad en la persona que lo padece aunque en la mayoría de casos esto es poco frecuente y son otros los síntomas más habituales.

7. TDA con o sin hiperactividad

El Trastorno por Déficit de Atención es una afección crónica que afecta a la capacidad de atención de la persona y que puede cursar con o sin hiperactividad (relacionada también con una mayor impulsividad, mayores distracciones y un menor período de atención).

Este trastorno es relativamente frecuente en niños y niñas y suele ocasionar una afectación prácticamente total en la vida de la persona, es decir, en sus relaciones personales, en su autoimagen y en su rendimiento académico. Es por eso que la presencia de TDA-H en algunas personas puede ir ligada también a una serie de cambios en el humor y en su personalidad.

8. Exceso de perfeccionismo

Algunas personas son excesivamente perfeccionistas consigo mismo o con otras personas de su entorno personal o profesional y esto suele provocar la aparición de dinámicas negativas de relación interpersonal.

El exceso de perfeccionismo provoca que la persona nunca esté contenta con el resultado de ningún proyecto o trabajo determinado, lo que favorece la aparición de cambios de humor repentinos e irritabilidad ante las experiencias que son interpretadas como una señal de que algo no se está haciendo bien.

9. Baja autoestima

La baja autoestima es siempre uno de los marcadores de personalidad que influyen más decisivamente en el comportamieto de las persons y en su manera de gestionar las emociones.

Las personas que presentan bajos niveles de autoestima suelen desarrollar también determinados complejos de inferioridad, que también se relacionan con cambios de humor repentinos, irritabilidad e incluso actitudes negativas.

10. Enfermedades neurodegenerativas

Patologías como el Alzheimer o ciertas formas de enfermedad de Parkinson, que dañan a las redes de neuronas que trabajan coordinándose entre sí en el encéfalo, pueden hacer que ocurran desequilibrios en la manera de funcionar del cerebro, dando lugar a cambios rápidos en el estado de ánimo.

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