Carl Ritter: biografía y aportes de este geógrafo alemán
Carl Ritter fue un geógrafo alemán, considerado como uno de los fundadores principales de la geografía moderna junto con Alexander von Humboldt. Gracias a ellos se reconoció a la geografía como una ciencia, llegando a impartirse como materia académica en las universidades.
Para Ritter la geografía permitía conocer las interrelaciones habidas entre los seres vivos y el medio físico en el que habitan, poniendo un mayor énfasis en la observación en los procesos históricos y en la vida de los seres humanos en los diferentes entornos físicos que en la mera observación de los fenómenos físicos del ambiente de manera aislada.
En esta biografía de Carl Ritter haremos un repaso de su vida y a sus principales aportaciones al campo de la Geografía.
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Breve biografía de Carl Ritter
Karl o Carl Ritter nació en Quendlinburg (Alemania) el 7 de agosto de 1779, en el seno de una familia acomodada. Su padre, F. W. Ritter, fue un médico de prestigio que falleció cuando Carl tenía tan solo 2 años de edad, dejando a su mujer viuda y a cargo de 6 hijos, por lo que la familia pasó por una etapa muy dura.
Juventud y años de formación académica
Desde sus primeros años en la escuela, Carl Ritter siempre se caracterizó por ser un estudiante aplicado y con un gran interés por aprender.
Un conocido pedagogo, llamado Christian G. Salzmann, fundó la Schnepfenthal, una escuela especializada en estudios de las ciencias de la naturaleza. Concedió una beca a Carl Ritter y a uno de sus hermanos, Johannes, teniendo como tutor a Guths Muths, un docente alemán que se ha hecho famoso por su importante papel en el desarrollo de la educación física como materia escolar.
En la Schnepfenthal estudió durante 11 años, y este periodo dejó una huella en él durante el resto de su vida. Posteriormente a sus estudios allí, conservó una predilección por los nuevos métodos de enseñanza, entre los que se incluyen los del filósofo y teólogo alemán Johan Heinrich Pestalozzi. Esto se vio reflejado en el hecho de que la mayoría de los escritos de Ritter están fundamentados en las tres etapas de enseñanza diseñadas por Pestalozzi (adquisición, comparación y establecimiento de un sistema general).
Por otro lado, Ritter también fue seguidor de los fundamentos educativos del teólogo alemán Johann Gottfried von Herder acerca de la relación entre el ser humano y su entorno.
Al acabar su formación en la Schnepfenthal, en 1878, Ritter conoció a Bethmann Hollweg, un banquero proveniente de la ciudad de Frankfurt, con quien llegó al pacto de encargarse de ser el tutor de sus hijos. A su vez, Hollwerg le pagó los estudios a Ritter en la Universidad de Halle.
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Principales años de su trayectoria profesional como investigador
Carl Ritter tuvo una larga y brillante trayectoria profesional que desarrolló fundamentalmente como profesor catedrático de Geografía en la universidad y con su labor como investigador y divulgador sobre la geografía de los distintos continentes.
Aún después de haberse graduado en la Universidad de Halle, Carl Ritter continuó como el tutor de los hijos de Hollweg, llegando a serlo a lo largo de 15 años, durante los cuales acompañaba a la familia en sus viajes por toda Europa (Saboya, Francia, Italia, Suiza, etc.) a la vez que estaba a cargo de la educación y el cuidado de los hijos.
En 1814, Ritter se fue a vivir a Göttingen, donde comenzó a dedicarse al estudio de la geografía de manera exhaustiva y, durante sus años en esa ciudad alemana, llegó a enamorarse de Lili Kramer, una mujer nacida en Duderstadt, con quien llegaría a casarse tiempo después.
En 1819, Ritter comenzó a trabajar como profesor de Historia en el Liceo de la ciudad de Frankfurt, una escuela de educación donde permaneció solamente durante un curso dando clase.
Poco después, en 1820, consiguió la primera cátedra de geografía en la Universidad de Berlín, que conservaría hasta el día de su muerte en 1859. A su vez comenzó a dar clases en la Escuela Militar de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de que tenía mucho trabajo, nunca dejó de viajar durante aquella época. De manera que continuó visitando varios países de Europa, lo que le sirvió para recopilar información muy valiosa para realizar diversos trabajos escritos sobre geografía.
Posteriormente, llegó a fundar la Sociedad Berlinesa de Geografía y la Geografía comparada junto a su colega Humboldt, lo que desencadenó la validación de la geografía como materia científica que permitía estudiar y dar a conocer una serie de relaciones entre el medio ambiente y los seres vivos que habitan en él.
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Obras y aportaciones a la ciencia de Carl Ritter
Entre los aportes de Carl Ritter a la ciencia y sobre todo a la geografía, cabe destacar su obra más importante, que se titula “Die Erdkunde im Verhältniss zur Natur und zur Geschichte des Menschen” ("Las ciencias de la tierra en relación con la naturaleza y la historia del hombre"), donde explica la repercusión que tiene el medio ambiente en las actividades de los seres humanos, con el objetivo de exponer la influencia de la climatología de un país en la longevidad de las personas que viven en él, entre otros factores relacionados.
Dicha obra no llegó a terminarse; sin embargo, llegó a escribir más de 20.000 páginas, agrupadas en 19 volúmenes, que desarrolló desde 1817 hasta sus últimos días. El primer volumen se enfoca en la geografía de África, cuya labor fue reconocida hasta tal punto que le permitió conseguir la plaza de docente en la Universidad de Berlín. En 1822 publicó una edición revisada de este primer volumen. Entre los años 1832 y 1859, año de su muerte, se dedicó a publicar nuevos volúmenes de su obra enfocados fundamentalmente en la geografía de Asia.
Otras obras muy importantes, que cabe destacar, son las siguientes: entre 1804 y 1807, escribió sus primeras obras relacionadas con la geografía de Europa; en 1820, publicó “Die Vorhalle europaeischer Voelkergeschichte von Herodot”; por último, en 1838, “Die Stupas, oder die architektonischen Denkmale an der indobaktrischen Königstrasse un die kolosse von Bamyan”.
Un aspecto diferencial entre Alexander von Humboldt y Carl Ritter, es que von Humboldt fue una gran explorador de nuevos territorios geográficos, mientras que Ritter fue más un estudioso de la geografía que un explorador, por lo que tenía un extenso conocimiento sobre dicha materia. Por ello, es frecuente que se reconozca más a Ritter como un historiador de la geografía mundial que como a un geógrafo explorador y es que dedicó gran parte de su trabajo a la interpretación geográfica a lo largo de la Historia.
Es por ello que, tras su muerte, recibió críticas por parte de algunos geógrafos que consideraban que en su obra la geografía estaba interpretada como un elemento secundario a la Historia.
A pesar de que existieran algunas diferencias entre los métodos empleados a la hora de trabajar por von Humboldt y Ritter, cabe destacar que gracias a la labor de ambos la geografía se consolidó como una ciencia moderna y, además, Ritter, que erra 10 años más joven, siempre consideró a von Humboldt como a su maestro y es por ello que gran parte de sus obras sobre geografía siguen las directrices de las ideas de von Humboldt.
En algunas fuentes se considera a Carl Ritter como el descubridor de las rayos ultravioletas que forman parte de la energía proveniente del sol, llegando a la Tierra en forma de dos grupos de rayos: los UVA y los UVB. Sin embargo, hay un mayor consenso de que el descubridor de los rayos ultravioleta fue el físico y químico alemán Johann Wilhelm Ritter en el año 1801. Puesto que poseen el mismo apellido, es comprensible que esto haya dado lugar a confusiones sobre la autoría de este descubrimiento.
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Reconocimientos a este geógrafo
En las ciudades alemanas de Leipzig y Berlín están ubicadas dos fundaciones que fueron creadas en honor de Carl Ritter, que dan muestra de la gran importancia que tuvieron sus aportaciones a la geografía y en ellas sus miembros se encargan de continuar las labores del desarrollo y la consolidación de investigaciones y estudios geográficos.
En Quendlinburg, la ciudad donde Ritter nació, en el año 1864 fue construido un monumento en su memoria.
Además, en la luna hay un cráter que ha sido bautizado con el apellido de Carl Ritter, como forma de dar reconocimiento a sus grandes aportes científicos.