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¿Cuáles son los problemas psicológicos por apego evitativo?


El apego que establecemos hacia nuestros padres y madres durante la infancia influye mucho en cómo vivimos los primeros años de nuestras vidas y en si somos más o menos felices en esta etapa de desarrollo. Sin embargo, no solo nos afecta de esta manera: también deja una huella en el modo en el que crecemos psicológicamente.

De hecho, desarrollar un estilo de apego u otro puede llevarnos a sufrir varias formas de malestar en nuestra vida como adultos. En este artículo vamos a poner el foco en los problemas psicológicos que pueden aparecer si nuestra personalidad se ha ido consolidando sobre una base de apego evitativo.

¿En qué consiste el apego evitativo?

Para entender lo que es el apego evitativo, primero es necesario partir de la teoría del apego, desarrollada fundamentalmente por el psiquiatra John Bowlby en los años 70 y 80. Esta es una de las teorías de la Historia de la Psicología del Desarrollo más importantes, y se basa en la idea de que el vínculo que establecemos con las principales figuras de apoyo en la infancia (en la práctica, los padres y madres) tienen una gran influencia al dar forma a nuestra manera de desarrollarnos psicológicamente y de consolidar uno u otro tipo de personalidad.

Según la teoría del apego, no es posible crecer si desarrollar un determinado estilo de apego, para bien o para mal; de hecho, incluso los niños y niñas que sufren un trato negligente por parte de sus cuidadores experimentan uno. No hay que olvidar que, en este caso, el apego es un proceso psicológico que aunque involucre a más de una persona tiene su asiento en la mente del pequeño. No tiene por qué basarse en un vínculo afectivo equilibrado o correspondido.

Teoría del apego

Como en nuestra infancia aprendemos acerca de nosotros y acerca del mundo teniendo como referencia lo que nos ofrecen los adultos que nos cuidan, saber qué esperar de ellos nos predispone a sentirnos de un modo o de otro cuando interactuamos con el entorno. No es lo mismo saber que disponemos con el apoyo físico y emocional de un padre o una madre, que ver cómo ta solo nos aportan los recursos físicos imprescindibles para sobrevivir a corto plazo.

Según la teoría del apego, este primer conjunto de experiencias y de expectativas asociadas a nuestra relación con esas figuras de protección marcarán la manera en la que tratemos el resto de relaciones que establezcamos durante el resto de la vida.

Así pues, el apego evitativo es uno de los diferentes estilos de apego que podemos desarrollar desde nuestra infancia. Este se caracteriza por el hecho de que los niños y niñas que lo desarrollan tratan al cuidador de una manera similar a como tratan al resto de personas, sin expresar satisfacción ante su presencia ni buscarla activamente.

Se trata de pequeños que exploran poco su entorno independientemente de si están o no con la figura de protección, y que evitan o ignoran la interacción con el padre, la madre o el tutor legal. Suele darse en modelos de crianza en los que se atiende poco al niño o a la niña más allá de velar por su supervivencia.

Principales problemas asociados al apego evitativo

Como los estilos de apego tienen una gran influencia en la que se desarrolla la personalidad, el modo en el que se expresa a través de acciones concreta puede variar. Sin embargo, es posible encontrar patrones de comportamiento generales asociados a uno u otro estilo de apego, y que cada persona exteriorizará de un modo característico dependiendo del entorno en el que viva.

En el caso de los problemas vinculados al apego evitativo y sus consecuencias en la etapa adulta, cabe destacar los siguientes.

1. Dificultades para crear vínculos afectivos basados en el compromiso

Muchos adultos y que han desarrollado un estilo de apego evitativo tienen problemas para conservar relaciones de pareja, ya que le dan mucha importancia a su propia independencia y no les gusta la idea de sacrificar parte de ella para cumplir con una serie de compromisos.

2. Falta de apoyo derivado del poco apoyo social

Debido a su estilo de vida fundamentado en la autonomía personal, muchas personas que han crecido a partir del apego evitativo conservan pocos amigos a medida que se van adentrando en la adultez, y pueden llegar a un punto en el que se encuentran en una soledad no deseada por el hecho de no haber cultivado debidamente sus amistades. Esto hace que adopten unos hábitos ligados al aislamiento social, poco saludables física y mentalmente.

3. Problemas por timidez excesiva

En las personas en las que el apego evitativo se ha consolidado en su versión ansioso-evitativa, es fácil que surjan problemas de miedo a mostrar las propias vulnerabilidades ante los demás. Estas personas se suelen sentir incómodas al notar cómo alguien poco conocido quiere interactuar con ellas.

4. Frustración por verse en roles de cuidado de los demás

Aspectos como servir de ejemplo para los hermanos menores o tener que cuidar de personas en situación de vulnerabilidad hacen que estas personas se sientan más frustradas que la media.

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