Introducción

Si eres una persona que busca invertir tu dinero, es imprescindible entender la diferencia entre interés simple y compuesto. En este artículo, te explicaremos de manera clara y concisa cuáles son las características de cada uno.

Interés simple

El interés simple es aquel que se calcula únicamente sobre el capital inicial invertido. Esto significa que si inviertes $100 a una tasa de interés simple del 10%, al cabo de un año tendrás un rendimiento de $10, lo que significa que tendrás un total de $110 al final del periodo.

Es importante destacar que el interés simple no se acumula, lo que significa que el rendimiento en el segundo año será igual al del primer año, siempre y cuando la tasa de interés y el capital invertido sean los mismos.

Características del interés simple

• El interés se calcula únicamente sobre el capital inicial.
• No hay acumulación de intereses.
• No existe efecto multiplicador.
• Es utilizado para periodos de tiempo cortos.

Interés compuesto

El interés compuesto es aquel que se calcula sobre el capital inicial más los intereses generados durante cada periodo de inversión. Por lo tanto, si inviertes $100 a una tasa de interés compuesto del 10% anual, al final del primer año tendrás un total de $110. Sin embargo, al final del segundo año tendrás un total de $121, ya que el interés se calcula sobre el capital inicial y los intereses previamente generados.

Características del interés compuesto

• El interés se calcula sobre el capital inicial más los intereses generados.
• Existe acumulación de intereses.
• Existe el efecto multiplicador.
• Es utilizado para periodos de tiempo largos.

Conclusión

Ahora que has entendido las diferencias entre interés simple y compuesto, podrás tomar mejores decisiones a la hora de invertir tu dinero. Lo importante es siempre tener en cuenta los plazos de inversión y las tasas de interés para calcular el rendimiento final.

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