Texto Expositivo sobre el Cuidado del Agua
Cuidar el agua es más simple de lo que parece
Nuestro planeta azul está cubierto por agua en un 71 %, pero de dicha cantidad apenas un 2,5 a 2,75 % es agua dulce, apta para consumo humano, lo cual hace de ella un recurso limitado. Por esta razón, numerosas campañas y organizaciones promueven continuamente el uso racional del agua, o sea, la protección de sus reservas disponibles.
Pero, ¿qué significa cuidar del agua?
Cuidar del agua es emplear racionalmente el agua potable disponible, o sea, no desperdiciarla y valorarla como el recurso escaso que es. Se estima que en cada descarga de inodoro invertimos 20 litros de agua por vez y en cada ducha breve alrededor de unos 80 litros por vez, mientras que una tubería con un goteo desperdicia un mínimo de 46 litros diarios. Esto significa que en nuestra vida cotidiana utilizamos inmensas cantidades de agua potable, aunque pueda parecer poco frente al 70 % del agua dulce del mundo que se destina a fines agrícolas.
Existen numerosos convenios internacionales para la defensa del agua, pues la humanidad ha tenido conciencia del valor del agua desde hace mucho tiempo. Organizaciones e instituciones como la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), el Convenio de Ramsar y el Convenio sobre la protección y utilización de los cursos de agua transfronterizos y de los lagos internacionales son apenas algunos de ellos. El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año para visibilizar su lucha y concientizar a la población respecto de nuestras necesidades hídricas.
El cuidado del agua no solo es un asunto de políticas de Estado, sino que nos compete a todos. Cada uno puede, desde su cotidianidad, controlar el uso que le da al agua y verificar que no se esté contribuyendo al descenso de la disponibilidad de agua por persona, en un mundo en el que 40 % de la población presenta insuficiencias de agua para el aseo personal.
¿Cómo podemos cuidar del agua?
Algunas recomendaciones para cuidar el agua:
- Revisar las cañerías de nuestros hogares y asegurarnos de que ninguna pierda agua o tenga goteras.
- Racionalizar el tiempo de consumo de agua para la higiene: tomar duchas de corta duración, no dejar el grifo abierto mientras nos cepillamos los dientes o mientras lavamos los platos.
- Lavar nuestro automóvil con un balde, en lugar de con una manguera, para disminuir el desperdicio de agua.
- Regar las plantas en la mañana o en la noche, para evitar la rápida evaporación del agua, y colocar un plato debajo de cada maceta para contener el exceso de agua.
- Llenar al máximo la capacidad de instrumentos como lavarropas o lavavajillas, para disminuir la cantidad de veces diarias que se utilizan.
- Comprar electrodomésticos de bajo consumo de agua.
- No arrojar desperdicios químicos, aceite de cocinar, aguarrás y otras sustancias altamente contaminantes por el desagüe, sino darles el destino apropiado para que no vayan a dar a ríos y lagos.
- Emplear aguas recicladas en lugar de aguas potables para el riego y otras actividades que no involucren el consumo humano.
- Denunciar a las autoridades las pérdidas de agua potable y exigir su pronta resolución. Del mismo modo, denunciar las iniciativas que contaminen el agua y el suelo.
- Educarnos e informarnos respecto de la preservación del agua, y tomar consciencia de la importancia del agua a corto, mediano y largo plazo.
Referencias:
- “Texto expositivo” en Wikipedia.
- “Agua” en Wikipedia.
- “Cuidado del agua” en Coflex (México).
- “Cuidado del agua” en el Gobierno de Argentina.
¿Qué es un texto expositivo?
Un texto expositivo es un tipo de escrito cuya misión es brindar al lector, de un modo objetivo, información puntual y concreta sobre un tema específico. En ello se diferencia de otros tipos textuales, como el texto argumentativo o el texto narrativo, ya que el texto expositivo no contiene ni argumentos u opiniones a favor de una perspectiva, ni tampoco alguna clase de relato o narración.
Los textos expositivos se centran en la información, por lo que normalmente son impersonales y rigurosos en su abordaje del tema. Son textos en los que predominan los datos, las observaciones, las citas textuales y otros recursos para exponer al lector un aspecto de la realidad.
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