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Ejemplos de
Igualdad de oportunidades

La igualdad de oportunidades es un concepto político que establece como prioridad de una sociedad justa y digna la garantía de que todos sus ciudadanos puedan acceder a los mismos beneficios y ejercer los mismos derechos.

Se trata de un concepto vinculado con la justicia social, que plantea la necesidad de garantizar oportunidades a las personas para su propio desarrollo, en lugar de perseguir la igualdad de resultados. En este sentido, la igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados pueden constituir doctrinas sociopolíticas opuestas.

La igualdad de oportunidades puede entenderse como una carrera en la que los competidores empiezan a correr a partir del mismo tiro de salida, y no una en que algunos empiecen primero y otros después, o sea, que algunos cuenten con una ventaja inicial sobre otros. Esto se traduce en el mundo real en ventajas de clase, ventajas raciales o de género, que hacen a algunos la vida más fácil y a otros más cuesta arriba.

Es posible medir la igualdad de oportunidades a través de indicadores puntuales de la sociedad, que expresan la movilidad de clase, la brecha salarial y los patrones de consumo cultural, entre otros. El manejo de esta información permite identificar las principales desigualdades sistémicas de la sociedad, para diseñar políticas y mecanismos públicos para combatirlas.

Ejemplos de igualdad de oportunidades

Algunos ejemplos de políticas de igualdad de oportunidades son:

  1. Cupos universitarios y becas para estudiantes de bajos recursos, de modo que la mejor educación no esté reservada para quienes tengan los medios económicos para sostener el estudio.
  2. Servicios públicos sanitarios de calidad (hospitales gratuitos y de calidad) para que el poco presupuesto de las clases populares no sea devorado por la atención médica.
  3. Políticas empresariales de igualdad salarial y de cargo entre hombres y mujeres, para superar la llamada “brecha de género” que reserva los puestos más altos y mejor remunerados a los hombres.
  4. Leyes del trabajo que contemplen cuotas mínimas de trabajo para minorías sexodiversas, de modo que las personas transexuales puedan acceder al puesto laboral al que quieran aplicar.
  5. Préstamos a tasa controlada por organizaciones estatales, de modo que los pequeños empresarios tengan alternativas a los grandes consorcios financieros, o que las clases populares puedan emprender.
  6. Planes de divulgación y formación científica para brindar a las clases medias y bajas la oportunidad de acercarse a la tecnología de punta, e impedir la creación de élites tecnológicas.
  7. Comedores populares para niños, jóvenes y familias en estado de vulnerabilidad.
  8. Acceso legal, seguro y gratuito a métodos de planificación familiar y seguridad reproductiva para evitar los embarazos indeseados que impidan el progreso laboral y educativo de las mujeres.
  9. Planes de trabajo y estudio para personas con discapacidad de modo que puedan insertarse activa y productivamente en la sociedad desde edades tempranas.

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