Diferencia entre publicidad y propaganda

La diferencia entre publicidad y propaganda se debe al contenido y al fin comunicativo que tiene cada una. La publicidad se utiliza para promocionar un producto y la propaganda para difundir ideas políticas, ideológicas, religiosas o de concientización.

En algunos casos, estos dos términos se utilizan como sinónimos, pero ese uso es incorrecto, porque hacen referencia a dos conceptos distintos (aunque ambos se utilizan para hacer que un mensaje llegue a muchas personas con el fin de que realicen algo).

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Características de la publicidad

Objetivo. Promocionar un producto o un servicio para que las personas lo compren o lo contraten.
Ámbito. Se utiliza en un ámbito comercial.
Emisor. Las empresas, que buscan generar ganancias con las ventas.
Mensaje. Puede ser visual, escrito o auditivo e informa sobre las características de un producto o de un servicio.
Forma del mensaje. Suele ser claro, pero en algunos casos el mensaje es abstracto. Se utilizan procedimientos de distintas artes para llamar la atención de los posibles consumidores. Además, el mensaje puede apelar a lo emocional con el objetivo de crear la necesidad de obtener algo.
Medios de difusión. Televisión, radio, periódicos, imágenes en la calle, sitios web, redes sociales o, en algunos casos, se entregan muestras gratis del producto en tiendas o en la vía pública.

Características de la propaganda

Objetivo. Influir en la forma de actuar o de pensar de las personas para que adhieran a una creencia, causa o ideología o que tomen conciencia sobre algún tema.
Ámbito. Se utiliza en ámbitos políticos, ideológicos, religiosos, educativos o sanitarios.
Emisor. Partidos políticos, gobiernos, cultos religiosos, entre otros.
Mensaje. Puede ser visual, escrito o auditivo e informa sobre distintos temas relacionados con la política, la religión, la salud, el medioambiente o la sociedad.
Forma del mensaje. Suele ser claro y se utilizan recursos persuasivos para convencer a las personas y para instalar nuevas ideas. Se pueden usar recursos emotivos o racionales para influir a las personas.
Medios de difusión. Televisión, radio, periódicos, imágenes en la calle, sitios web y redes sociales.

Técnicas de la publicidad

Asociación psicoemotiva. Asociar un producto o un servicio con personas, canciones, lugares, actividades o sentimientos.
Dramatización. Representar una actividad de la vida real en la que se destaca el producto o el servicio.
Testimonio. Compartir la experiencia de personas famosas o anónimas recomiendan o utilizan un producto o un servicio.
Demostración. Demostrar que un producto funciona incluyendo resultados de encuestas o ensayos de los usuarios.
Descripción. Enunciar las características de un producto o de un servicio de manera objetiva.
Exposición. Enunciar una lista de elementos que contiene un producto o un servicio.
Impacto. Utilizar recursos literarios o juegos de palabras para llamar la atención de los posibles consumidores.
Oportunidad. Plantear la idea de que hay un tiempo limitado para adquirir el producto.
Sinceridad. No decir que un producto o un servicio posee características que en verdad no posee.
Imagen de la marca. Asociar determinados productos con una marca que es muy conocida.
Mensaje subliminal. Hacer anuncios que no son percibidos de manera consciente por el receptor.
Suspenso. Develar un enigma en anuncios posteriores.

Técnicas de la propaganda

Desacreditación. Describir a un opositor con características negativas.
Testimonio. Compartir la experiencia de personas famosas o que pasaron por una determinada experiencia o que tienen un conocimiento sobre un tema específico, y respaldan una idea, un candidato o una creencia.
Generalización. Presentar una idea y justificarla con argumentos emocionales sin justificación objetiva.
Simplificación exagerada. Explicar un suceso o un proceso de manera simple, pero en verdad es un asunto más complejo.
Proyección. Exponer que el líder político o religioso tiene las mismas características que sus votantes o sus seguidores, para que estas personas se sientan identificadas con él.
Mentiras por omisión. Evitar mencionar un factor importante.
Redefinición. Cambiar el sentido o el significado de un término.
Repetición. Reiterar el mensaje en distintos contextos para que las personas lo tengan en cuenta y para que reflexionen sobre el tema.
Falso dilema. Hacer creer a las personas que se encuentran en un dilema y que tienen que decidir por dos opciones, cuando, en verdad, el dilema no existe o hay más de dos opciones.
Identificación. Buscar que las personas se sientan identificadas con un mensaje y con una postura política o ideológica.