50 Ejemplos de
Ansiedad

La ansiedad es la sensación de intranquilidad, inquietud o temor en una persona. También puede ser considerada un mecanismo de defensa en individuos que sienten que un factor externo es una amenaza o que se aproxima una situación peligrosa, ya sea real o imaginaria. Por ejemplo: un paramédico que se dirige a un accidente masivo de autos.

Es una respuesta ante circunstancias estresantes que mantienen a una persona en estado de alteración. Es común en las grandes ciudades donde las personas mantienen ritmos de vida muy acelerados con muchas responsabilidades y actividades que desarrollan al mismo tiempo.

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Características de una persona ansiosa

Se siente vigilada. La persona ansiosa puede llegar a pensar que los demás están muy pendientes de lo que hace a cada momento y que están juzgando sus acciones. Por ejemplo: un empleado que piensa que su jefe revisa todos sus correos para saber qué está haciendo en su trabajo.
Piensa que es insuficiente. La persona ansiosa siente inseguridad sobre sus propias habilidades o cualidades, lo que la lleva a ponerse muy nerviosa por hacer las cosas mal y que eso traiga consecuencias como un despido o una tragedia. Por ejemplo: una madre que tiene altos niveles de temor por pensar que no está siendo una buena cuidadora y cualquier descuido puede herir a sus hijos.
Es propensa a la duda. La persona ansiosa tiene dificultades para tomar decisiones porque a menudo es invadida por un temor a equivocarse o a hacer las cosas de una manera errónea. Tener alternativas, así todas ellas sean aceptadas como buenas, puede generarle un gran conflicto y nerviosismo. Por ejemplo: un cocinero que demora días pensando en cuál debe ser el plato perfecto para un evento sin decidirse por ninguno.
Tiene pensamientos catastróficos. La persona ansiosa supone siempre que va a pasar lo peor y eso le genera altos niveles de estrés y la sensación de que nunca está preparada lo suficiente como para enfrentar la adversidad. Por ejemplo: una organizadora de eventos que piensa que la boda que está planificando va a resultar terrible.
Lo hace todo con gran velocidad. Una persona ansiosa quiere terminar las cosas lo más pronto posible y, en vez de disfrutar su actividad, por su cabeza pasan listas de todo lo que le falta por organizar y considera que el tiempo siempre será poco. Por ejemplo: un médico en una sala de urgencias que siente que no va a poder atender a todos los pacientes y hace las consultas con prisa.

¿Cómo combatir la ansiedad?

Existen muchas alternativas y técnicas para mantener bajos los niveles de ansiedad. También, en muchas ocasiones, hace falta un tratamiento psiquiátrico o psicoanalítico en personas cuya ansiedad llega a ser un trastorno grave.

Algunas formas de combatir la ansiedad son:

Deporte. Agotar el cuerpo con actividad física permite liberar la tensión y despejar la mente a partir del esfuerzo corporal.
Meditación. Practicar algunas técnicas de relajación, como la meditación, permite despejar la mente y abordar los problemas diarios con mayor tranquilidad y perspectiva.
Mindfulness o Conciencia Plena. Prestar atención de manera plena y consciente permite centrarse en el momento presente sin movilizarse por lo que pasó o lo que pasará.
Yoga y pilates. Realizar prácticas de yoga ayuda a mantener la calma y a entrenar la mente para controlar las situaciones sin estrés.
Masajes corporales. Relajar el cuerpo brinda un momento de completa armonía y paz que puede ayudar a pensar que los problemas no son tan graves como se imaginan.

Ejemplos de ansiedad

Un estudiante que actualiza cada dos segundos la página web de la universidad para saber su nota en un examen.
Un escritor que no espera hasta que uno de sus libros llegue a casa y se ofrece él mismo a ir a buscarlo a la imprenta.
Una mujer embarazada que se angustia por creer que no va a ser una buena madre.
Un empleado que entrega un reporte y vuelve a su escritorio acelerado y pensando en que lo ha hecho mal.
Un candidato a unas elecciones que camina de un lado para otro a la espera del conteo de votos.
Un escritor que se desespera por llegar al hotel porque siente que se le van a escapar las ideas que tuvo para la novela que escribe.
Un docente que va a dar su primera clase en la universidad y se aterroriza al creer que va a hacer el ridículo.
Un padre que apura a todos los integrantes de su familia para que se alisten para llegar con suficiente tiempo de antelación al aeropuerto.
Un novio que repasa una y otra vez su discurso en los días previos a proponerle matrimonio a su pareja.
Un arquitecto inquieto por una reunión de negocios, que revisa cada media hora la maqueta que va a presentar.
Un cocinero que, durante el almuerzo, empieza a pensar en lo que necesita para preparar la cena.
Un paciente que se come las uñas a gran velocidad a la espera de los resultados de un examen de laboratorio.
Una cocinera que prende a fuego máximo el horno para que la comida se cocine cuanto antes.
Una joven que se muerde el cabello por los nervios mientras espera a que la llamen para hacer una entrevista de trabajo.
Un cliente de un banco que, mientras hace la fila en la caja, se impacienta pensando en todos los mandados que le faltan realizar.
Una estudiante que mueve sus piernas nerviosamente a la espera de que digan su nombre en la gala de graduación de su colegio.
Un cajero de un banco que cree que ha hecho mal una transacción y no puede permanecer tranquilo el resto del día.
Un actor que no puede dormir en la noche esperando la llamada de su agente por un posible papel para el que hizo una audición.
Un hombre en un supermercado que pone en su canasta cualquier fruta sin detenerse a ver su estado para terminar rápido las compras.
Un padre que busca acelerado a su hijo a la salida del colegio.
Una mujer que se alista horas antes de salir a una cena.
Un escritor que envía una novela a un concurso y no duerme creyendo que su manuscrito va a ser mal calificado.
Un nadador que se pone nervioso antes de una competencia porque piensa que le puede dar un calambre.
Un novio que llama cada cinco minutos a su pareja para saber por dónde se encuentra y cuánto tardará en llegar.
Un hombre que compra los regalos de Navidad con meses de anticipación.
Una vendedora que despacha un pedido y no duerme pensando en que envió más productos de los que debía.
Un amigo que no soporta esperar a otro en una plaza y empieza a caminar en círculos.
Un fanático que mira el reloj cada cinco minutos cuando va en auto al concierto de su artista favorito creyendo que no va a poder entrar a tiempo.
Una mujer que almuerza a una gran velocidad.
Un actor que comienza a sudar y a temblar en una ensayo cuando entra la gran estrella de cine con la que debe hacer una escena.
Un pasajero en un autobús que no soporta el tráfico y decide bajar para seguir caminando aún cuando tenga tiempo de sobra.
Un hombre que fuma muchos cigarrillos al día.
Un padre que mira una y otra vez el celular esperando a que su hijo le escriba después de haberlo dejado ir a una fiesta.
Un asistente de cocina que mide repetidamente cada ingrediente antes de hacer una preparación.
Una pasajera de un avión que, en el momento en que aterriza, comienza a preparar sus cosas para desembarcar.
Una joven que se quita el esmalte de las uñas con los dientes de manera compulsiva antes de entrar a una prueba de conducción.
Un hombre que no duerme la noche anterior a viajar a un congreso internacional pensando en que puede perder el vuelo.
Una persona que llega a casa de otra y no para de tocar la puerta hasta que le abren.
Un jefe que ve que uno de sus empleados está haciendo una transcripción a un tiempo moderado y lo interrumpe para hacerla a más velocidad él mismo.
Un espectador de una película que la adelanta cada tanto para llegar rápido al final.
Un conferencista que desde el día anterior a una charla se preocupa porque puede que le hagan preguntas que no va a poder responder.
Una mujer que lava con prisa los platos para terminar rápido la tarea.
Una oficinista que toma nerviosamente café mientras espera a que se descargue un archivo que está muy lento.
Una empleada que revisa una y otra vez un correo electrónico por miedo a haberlo escrito mal.
Un hombre en un taxi que le pide al conductor que tome todos los atajos posibles y aumente la velocidad.
Un jefe que reúne a todo su personal y siente temor por no saber qué les va a decir.
Un periodista que come desenfrenadamente mientras espera a salir en vivo en una transmisión.
Un empleado que es citado a la oficina de su supervisor y se estresa pensando en que lo van a despedir.
Un pastelero que cree que se le ha caído una moneda en una de las mezclas de los pasteles y cree que lo van a despedir por ello.
Una madre que va a buscar a su hijo al aeropuerto y revisa intranquila una y otra vez los horarios de llegada.

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