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Yin-Yang

Te explicamos qué es el yin-yang, el origen de este concepto y sus aplicaciones. Además, cuál es su principio y cómo se simboliza.

¿Qué es el yin-yang?

El yin-yang es uno de los principios fundamentales del taoísmo o daoísmo, una doctrina filosófica de origen chino, cuyas raíces se pueden rastrear hasta el siglo IV a. C.

Sus términos significan “oscuro” (yin) y “brillante” (yang), ya que expresan la dualidad que rige las fuerzas elementales del universo, que se oponen y complementan entre sí. Comúnmente se representa con el taijitu, un emblema tradicional circular de dos colores: blanco y negro.

De acuerdo con esta filosofía, las fuerzas opuestas se complementan, otorgándose balance:

  • El yin representa la oscuridad, la tierra, lo femenino, el norte, la izquierda, lo frío, lo húmedo, la pasividad y la absorción.
  • El yang representa la luz, el cielo, lo masculino, el sur, la derecha, lo caliente, lo seco, la actividad y la penetración.

Semejante dualidad universal es, de acuerdo con la filosofía del Tao, el principio generador de todas las cosas.

Entonces, ambos aspectos (yin y yang) se hallarían en equilibrio en el universo y también dentro de todas las cosas, incluidas las personas; de modo tal que cualquier noción de pureza, quietud o absolutismo resultan del todo imposibles. Además, cualquier aspecto de la existencia puede ser visto a través de la perspectiva del contrario, invirtiendo su polaridad fundamental.

Esta visión del mundo como una organización binaria es común a muchas otras corrientes filosóficas, y a menudo tiene correlatos en campos del saber como las matemáticas (como en el principio de la Dualidad de Poincaré) o incluso en la medicina tradicional asiática.

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Origen del concepto yin-yang

Se desconoce el origen exacto de las nociones de yin (陰) y yang (陽). Sus caracteres chinos tradicionales ayudan a esclarecer el misterio, aunque sugieren que pueden formarse a partir de ciertas dualidades en la naturaleza, como las estaciones cálidas y las frías, como sugiere el sinólogo Marcel Granet (1884-1940). Por eso, es probable que ambos conceptos se hayan originado en las antiguas religiones agrarias chinas.

De hecho, en el libro oracular I Ching (de alrededor del 1200 a. C.), conocido como el “libro de las mutaciones”, se hace referencia ya a este tipo de dualismos en numerosos textos aforísticos, en los que se organizan los conceptos de fuerza/debilidad, rigidez/flexibilidad o masculino/femenino a través de líneas continuas y discontinuas, formando así diagramas propicios para la adivinación.

Por otro lado, el yin-yang aparece entre las doctrinas del confucianismo, aunque su mayor importancia reside en el taoísmo, en cuyo libro fundamental, el Dào Dé Jiing (c. 400 a. C.), se explica detalladamente.

De ser esto cierto, habría sido el sabio Lao-Tsé o Laozi, en el siglo VI a. C., quien habría creado este principio, como parte de la formulación del taoísmo.

Principio del yin-yang

El principio del yin-yang puede explicarse en las siguientes proposiciones:

  • Yin y Yang son opuestos y complementarios, es decir, que absolutamente todo en el universo posee un opuesto que lo complementa, que le otorga su razón de ser y lo delimita, sin que por ello se traten de nociones “puras”: hay un poco de yin en todo yang y viceversa.
  • Yin y Yang son interdependientes, o sea, no pueden existir el uno sin el otro, de la misma manera en que no puede haber día sin noche.
  • Yin y Yang están dentro de todo, o lo que es lo mismo, absolutamente todo en el universo puede dividirse en sus aspectos yin y sus aspectos yang; pero, al mismo tiempo, cualquiera de esos aspectos puede, también, ser dividido en sus propios aspectos yin y yang, y así hasta el infinito.
  • Yin y Yang se consumen y generan continuamente, es decir, se encuentran en el origen de todas las cosas, formando un equilibrio dinámico: si uno aumenta, el otro disminuye, y viceversa, de modo tal que aquello que percibimos como “desequilibrio” no es sino circunstancial y pasajero.
  • Yin y Yang pueden intercambiarse, esto es, pueden convertirse el uno en el otro, dado que existe yang en todo yin y existe yin en todo yang. Siempre existe un resto de uno en el otro.

Aplicaciones del concepto yin-yang

El concepto del yin-yang puede aplicarse conceptualmente a numerosas áreas del saber humano, como una perspectiva para entender las cosas en base a las dualidades que les son propias y que las constituyen. Así, es común hallarlo en:

  • La medicina tradicional china, que entiende la enfermedad como un desbalance entre yin y yang que puede remediarse restaurando el equilibrio. Así, por ejemplo, las afecciones vinculadas con lo yin se tratarían con alimentos asociados a lo yang.
  • Se aplica también a la doctrina de las artes marciales, que comprenden el choque de los cuerpos durante el combate como una danza de opuestos cuyas energías son también complementarias.
  • Puede emplearse para pensar las relaciones humanas, hasta cierto punto, siempre que se busque con ello una complementariedad y una reciprocidad entre opuestos o entre personalidades distintas, que permitan alcanzar el equilibrio amoroso.

Símbolo del yin-yang

Como hemos dicho, el yin-yang se suele representar mediante el taijitu (太極圖), un diagrama circular en el que destacan dos formas (“peces”, en chino: 鱼), uno negro y otro blanco, cada uno de los cuales posee en su centro un círculo a su vez, pero del color que le resulta contrario. Existen muchas versiones de este símbolo, pero el más célebre es el xiantian taijitu (先天太極圖) o “taijitu de los primeros tiempos”.

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Referencias