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Soneto

Te explicamos qué es un soneto y una lista con diversos sonetistas europeos. Además, algunos ejemplos de esta composición poética.

¿Qué es un soneto?

Se conoce como soneto a una composición poética sumamente frecuente en la Europa de los siglos XIII, XIV y XV, que consiste en 14 versos de arte mayor (endecasílabos por lo general), organizados en cuatro estrofas fijas: dos cuartetos (4 versos cada una) y dos tercetos (tres versos cada una).

El tema de los sonetos podía ser amoroso, místico o de cualquier otra naturaleza, y por lo general se distribuía de la siguiente manera: la primera estrofa planteaba el tema, la segunda lo desarrollaba, el primer terceto reflexiona sobre lo dicho o plantea un sentir al respecto, y el último remataba con un sentimiento profundo, desprendido de lo anterior. Así, se tenía una introducción, desarrollo y conclusión en el poema.

El soneto es originario de Sicilia, Italia, de donde pasó al resto del país y fue cultivado por los poetas del Dolce stil nuovo, como Guido Guinizzelli (1240-1276) y Guido Cavalcanti (1259-1300), quienes lo transmitieron a Dante Alighieri y sobre todo a Petrarca (ambos del siglo XV), el gran poeta latino que popularizó el soneto en el mundo europeo como la forma poética idónea para el amor.

Otros grandes sonetistas europeos fueron:

  • En lengua española. Garcilaso de la Vega, Juan Boscán, los poetas del Siglo de Oro español como Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo, Pedro Calderón de la Barca y Miguel de Cervantes. También en América lo cultivó Sor Juana Inés de la Cruz y, muy posteriormente, en el siglo XIX, los modernistas latinoamericanos como Rubén Darío, los españoles Gustavo Adolfo Bécquer y Manuel Machado, y más tarde en el siglo XX los integrantes de la generación del 27: Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti.
  • En lengua francesa. El gran sonetista francés fue Clément Marot (1496-1544), quien influyó en los posteriores Pierre de Ronsard y Joachim du Bellay, pues el período de esplendor del soneto en Francia tiene lugar en el siglo XVII. Desapareció en el siglo siguiente, pero en el XIX reaparece con Charles Baudelaire, Paul Verlaine y Stéphane Mallarmé.
  • En lengua inglesa. El soneto se introduce en Inglaterra en el siglo XVI, de la mano de Thomas Wyatt, traductor de Petrarca y autor de unos 30 sonetos propios. Este género se iría cambiando en el tiempo hasta alcanzar con William Shakespeare el “soneto inglés” o “soneto isabelino”. Fue cultivado también por John Milton, William Wordsworth y Thomas Hardy. En los Estados Unidos, por Longfellow, G. H. Broker y E. A. Robinson, entre otros.
  • El lengua portuguesa. Poetas fundacionales como Luís de Camões o Antero de Quental cultivaron el soneto, luego de que Sá de Miranda lo introdujera tras un viaje a Italia en el siglo XVI.
  • En lengua alemana. El soneto llega al alemán gracias a Ernst Schwabe y Georg Rudolf Wekherlin, empleando alejandrinos en lugar de endecasílabos. Otros cultores del soneto fueron Stefan Gerge, Hugo von Hofmannstahl y Rainer María Rilke.

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Ejemplos de soneto

  • “Definiendo el amor”, por Francisco de Quevedo 

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida, que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido, que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada,
el que en todo es contrario de sí mismo.

  • “Suspiros tristes, lágrimas cansadas”, por Luis de Góngora 

Suspiros tristes, lágrimas cansadas,
que lanza el corazón, los ojos llueven,
los troncos bañan y las ramas mueven
de estas plantas a Alcides consagradas;

mas del viento las fuerzas conjuradas
los suspiros desatan y remueven,
y los troncos las lágrimas se beben,
mal ellos y peor ellas derramadas.

Hasta en mi tierno rostro aquel tributo
que dan mis ojos, invisible mano
de sombra o de aire me lo deja enjuto,

porque aquel ángel fieramente humano
no crea mi dolor, y así es mi fruto
llorar sin premio y suspirar en vano.

  • “Soneto a Laura”, por Petrarca 

Paz no encuentro ni puedo hacer la guerra,
y ardo y soy hielo; y temo y todo aplazo;
y vuelo sobre el cielo y yazgo en tierra;
y nada aprieto y todo el mundo abrazo.

Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra,
ni me retiene ni me suelta el lazo;
y no me mata Amor ni me deshierra,
ni me quiere ni quita mi embarazo.

Veo sin ojos y sin lengua grito;
y pido ayuda y parecer anhelo;
a otros amo y por mí me siento odiado.

Llorando grito y el dolor transito;
muerte y vida me dan igual desvelo;
por vos estoy, Señora, en este estado.