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Sinceridad

Te explicamos qué es la sinceridad y cómo este valor puede ser tomado como algo negativo. Además, cómo es la sinceridad en los niños.

¿Qué es sinceridad?

La sinceridad es un valor muy importante en las personas, ya que es la capacidad de no faltar a la verdad. Ser una persona sincera significa no mentir en ningún ámbito de la vida. Enfrentar la vida con este valor nos ayudará a ser personas dignas de confianza y a que los demás nos vean como personas nobles.

Ser sincero implica ser fiel a lo que uno es, siempre mostrarle al exterior lo que somos en el interior ante cualquier situación o persona, ya que pretender o fingir también es mentir, y actuar de esta manera sería ser hipócrita.

Una persona que es sincera se está aceptando a sí misma como es, posee una buena autoestima y por eso no tiene problemas en mostrarse tal y como es.

Alguien que falta a la verdad, no solo lo hace porque probablemente no se sienta cómodo con su personalidad, o sea que es muy tímido, sino también porque sea probable que haya recibido humillaciones o degradaciones que hayan provocado un daño en su personalidad y causado que se avergüence de sí mismo.

Siempre se dijo que los niños, los locos y los ebrios siempre dicen la verdad. Esto se debe a que ellos no están sujetos a las mismas normas sociales que el resto, los niños porque no las conocen aún, y los otros dos sujetos porque por su estado o situación no pueden acatarlas.

Es cierto que a veces estas normas sociales pretenden que actuemos de cierto modo, pero si no pensáramos que es correcto, no estaríamos obligados a hacerlo, sobre todo si va en contra de nuestros valores o creencias, regirnos o no por ellos es una opción y si los cumplimos es para amoldarnos y ubicarnos en tiempo y forma.

Hoy en día la sinceridad es difícil de encontrar porque la gente se ha vuelto más superficial y ya tiene otros intereses que, según ellos, pesan más que las relaciones con otras personas. Al principio de una relación siempre será difícil saber si alguien está o no siendo sincero, pero es algo que se averiguará con el tiempo.

Ver también: Prejuicio

La sinceridad como algo negativo

Si bien dijimos que es un valor importante y bueno ser sincero, también el exceso de sinceridad puede ser contraproducente. Debemos tener un filtro, no podemos siempre andar diciendo lo que pensamos o respondiendo como queramos.

Por ejemplo, si tenemos una cena con nuestra futura familia política y quien cocinó nos pregunta acerca de la comida y resulta que no ha sido de nuestro total agrado, no deberíamos decir que estaba fea o que no nos gustó, porque heriríamos los sentimientos de la otra persona. Diferente es la situación si nos ofrecen carne y somos vegetarianos, allí ser sincero no está mal.

Lo importante es pensar antes de actuar o hablar para medir las consecuencias de nuestros actos, en muchos casos es molesto para la gente que seamos muy sinceros, porque puede pasar que a un amigo le encante una prenda de vestir, pero que realmente no lo favorezca. Entonces si nos preguntara, deberíamos decirle algún cumplido en forma de “mentira piadosa” o “mentiras blancas”, las cuales son aquellas que realmente no le hacen daño a nadie.

Los niños y la sinceridad

Como anteriormente decíamos, los niños tienden a ser demasiado sinceros. Es importante que les enseñemos la diferencia entre las mentiras y el hecho de no decir ciertas cosas.

Por ejemplo, si alguien con sobrepeso se ha sentado en una silla frágil y la ha roto, sería importante recalcarle que no hay que herir a las otras personas y que hay que cuidar nuestras palabras en algunos casos.

Otro caso típico es cuando alguien de la casa no quiere abrir la puerta y sale el niño anunciando “dice mi mamá que no está”, qué vergüenza para los padres.

Siempre es importante educar a los niños en valores, porque de este modo crecerán para ser hombres y mujeres íntegros y rectos. Tienen que entender algunas situaciones que son incorrectas para no imitarlas, aunque es obvio que los niños a veces no tienen las herramientas mentales suficientes como para poder hacerlo, pero es bueno irles enseñando de a poco.