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Profesionalismo

Te explicamos qué es el profesionalismo y algunas características de esta cualidad laboral. Además, qué es profesionalidad y ética laboral.

¿Qué es Profesionalismo?

El profesionalismo es la manera o la forma de desarrollar cierta actividad profesional con un total compromiso, mesura y responsabilidad, acorde a su formación específica y siguiendo las pautas preestablecidas socialmente.

El concepto de profesionalismo está estrechamente ligado a la la actividad profesional. Se entiende por profesional a aquella persona que se dedica a la práctica o al desarrollo de una actividad específica, generalmente con un fin de lucro. Es importante aclarar que esto también se utiliza para cierta clases de deportistas, diferenciándolos de los deportistas amateur.

El profesionalismo, por su parte, es entendido como una virtud o una cualidad positiva. Es una de las principales características positivas que se desea en todo profesional, como la ética de trabajo. Por otra parte, la RAE define el profesionalismo como la “utilización de una profesión con fines de lucro”.

Esta característica es buscada en todo profesional, pero no es condición absolutamente necesaria para la misma, todos nos hemos topado alguna vez con un profesional no muy comprometido. Por otra parte, el profesionalismo es muy bien valorado, entre colegas y con clientes (si es que trabaja con éstos).

Para que se considere que la labor de una persona ha sido desarrollada con profesionalismo es necesario que cumpla ciertos requisitos. En primer medida, debe mostrar un compromiso superior al normal con la labor que se va a realizar. Por ejemplo, en el caso de los médicos, un seguimiento personalizado del paciente, la contención correspondiente a la familia, interconsultas y otras medidas son muestras de profesionalismo. Otro ejemplo puede ser un abogado que asesore correctamente a su cliente, lo mantenga al tanto de todas las novedades y gestione todos los trámites burocráticos correspondientes.

En un ámbito empresarial el profesionalismo es una de las piezas claves para el desarrollo de la misma. Esto se nota aún más en los escalafones más altos de la organización, ya que una falta de compromiso puede tener resultados catastróficos para el grupo entero. Por otra parte, una muestra de profesionalismo por parte de la cúpula empresarial puede resultar inspirador para todas las personas que trabajan en la misma.

Dentro del profesionalismo se pueden incluir los modales y la forma de referirse hacia sus pares, clientes y superiores. La correcta vestimenta y la apariencia son factores que pueden ayudar a presentar una apariencia más profesional. Por otra parte, requiere un apego al código de ética profesional que la profesión requiera.

Si bien el profesionalismo es una virtud que no necesariamente se encuentra en todas las personas, la falta de profesionalismo es uno de los peores defectos con los que puede toparse una persona en su desarrollo laboral. En un ámbito laboral privado puede resultar en la pérdida de clientes o frustración personal, pero la falta de la profesionalismo en un ámbito grupal o empresarial puede resultar en un desastre para toda la organización.

La falta de compromiso, no utilizar el vocabulario adecuado, negligencia, impuntualidad, son solo algunos de los ejemplos de lo que pueden ser muestras de falta de profesionalismo. El profesionalismo puede ser incentivado, estimulado pero no hay formas de obligar a alguien a tomar esta actitud.

Ver además: Vocación

Profesionalismo, profesionalidad y ética laboral

Es importante establecer una distinción entre profesionalismo y profesionalidad. Mientras que el profesionalismo es todo lo anteriormente dicho (desarrollar una actividad con honradez, pericia, compromiso, etc.) la profesionalidad es el simple hecho de ser un profesional.

Si bien se suele considerar que el profesionalismo y la ética laboral son sinónimos, esto no es así, ya que el profesionalismo hace énfasis en el desarrollo correcto de la actividad profesional, mientras que la ética de trabajo hace referencia a la capacidad de tomar decisiones éticas y decidir en cuestiones específicas.

La ética de trabajo es una de las piezas fundamentales para desarrollar y mejorar las relaciones interpersonales en el espacio laboral. A pesar de no ser lo mismo, se encuentran estrechamente relacionadas y, en el mejor de los casos, se complementan.