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Memoria caché

Te explicamos qué es la memoria caché y qué tipos existen. Además, cómo funciona y cuáles son las ventajas de esta memoria alterna.

¿Qué es la memoria caché?

En informática, se conoce como memoria caché o memoria de acceso rápido a uno de los recursos con los que cuenta una CPU (Central Processing Unit, o sea, Unidad Central de Procesamiento) para almacenar temporalmente los datos recientemente procesados en un búfer especial, es decir, en una memoria auxiliar.

La memoria caché opera de modo similar a la Memoria Principal del CPU, pero con mayor velocidad a pesar de ser de mucho menor tamaño. Su eficacia provee al microprocesador de tiempo extra para acceder a los datos más frecuentemente utilizados, sin tener que rastrearlos a su lugar de origen cada vez que sean necesarios.

Así, esta memoria alterna se sitúa entre el CPU y la Memoria RAM (Random Access Memory, o sea, Memoria de Acceso Aleatorio), y provee de un empuje adicional en tiempo y ahorro de recursos al sistema. De allí su nombre, que en inglés significa “escondite”.

Existen varios tipos de memoria caché, como los siguientes:

  • Caché de disco. Es una porción de memoria RAM asociada a un disco particular, en donde se almacenan los datos de reciente acceso para agilizar su carga.
  • Caché de pista. Similar a la RAM, este tipo de memoria caché sólida empleada por supercomputadores es potente, pero costosa.
  • Caché de Web. Se ocupa de almacenar los datos de las páginas Web recientemente visitadas, para agilizar su carga sucesiva y ahorrar ancho de banda. Este tipo de caché a su vez puede funcionar para un solo usuario (privada), varios usuarios a la vez (compartida) o en conjunto para toda la red administrada por un servidor (en pasarela).

Ver además: Procesador

¿Cómo funciona la memoria caché?

El funcionamiento de esta memoria alterna es simple: cuando accedemos a un dato cualquiera en nuestro sistema computarizado, se crea de inmediato una copia de los datos más relevantes del mismo en la memoria caché, de modo que los accesos siguientes a dicha información la tengan a mano y no deban rastrearla hacia su lugar de origen.

Así, accediendo a la copia y no al original, se ahorra tiempo de procesamiento y por ende velocidad, ya que el microprocesador no debe acudir todo el tiempo a la memoria principal. Se trata, digámoslo así, de una copia de trabajo constantemente actualizada de los datos de más frecuente utilización.

Borrar la memoria caché no borra tus archivos

Como todas las memorias, la caché puede llenarse o contar con datos tan desorganizados que se retrase el proceso de verificar si algún dato solicitado está disponible en caché: un procedimiento que todos los microprocesadores llevan a cabo rutinariamente. Esto puede enlentecer la máquina, produciendo un efecto totalmente contrario al buscado. O, también, puede producir errores de copiado o de lectura de la memoria caché.

Sea cual sea el caso, se puede borrar la memoria caché manualmente, pidiéndole al sistema que libere el espacio alterno y vuelva a llenarlo a medida que sea necesario. Esta operación no altera en absoluto el contenido de nuestra información en el disco duro, ni mucho menos en nuestras cuentas de correo electrónico o de redes sociales. Se trata de una copia de trabajo, y borrarla nos deja frente al original, idéntico pero en otra ubicación.

Ventajas de borrar la memoria caché

La liberación de la memoria caché cumple con dos propósitos fundamentales, como son:

  • Eliminar datos viejos o innecesarios (puesto que no siempre utilizamos los mismos datos en el sistema), como archivos viejos o procesos que no volveremos a necesitar pero que están allí almacenados “por si acaso” para acelerar su ejecución.
  • Acelerar y agilizar el sistema al brindarle nuevo espacio libre para copiar los datos en uso actual, acortando los tiempos de procesamiento.

Dicha labor de mantenimiento debe hacerse con cierta periodicidad, que sin embargo no debería ser exagerada, pues estaríamos impidiendo que la memoria caché cumpla con su cometido.

Si la borramos continuamente, los datos almacenados allí deberán buscarse y copiarse nuevamente de su ubicación original, lo cual se traduce en una mayor necesidad de tiempo de procesamiento para cada programa.