Discernir
Te explicamos qué es discernir, el origen del término y su sentido moral. Además, su relación con la capacidad de comprensión.
¿Qué es discernir?
Cuando hablamos de discernir, o del discernimiento, nos referimos a la capacidad de diferenciar las cosas entre sí, o sea, de distinguir algo de lo demás, o incluso de apreciar qué es lo bueno y qué es lo malo. Cuando acudimos a un juez, a una autoridad o a un especialista, contamos con que su preparación específica le permita discernir cuál es la solución a nuestro problema, esto es, cuál es el modo ideal de resolverlo.
Esta palabra proviene del vocablo en latín discernere, compuesto por dis- (“por distintas vías”) y cernere (“cribar”, “separar”), de modo que implica desde sus orígenes el concepto de elección, de identificar (y por ende separar) las partes de algo. De allí que las tradiciones tanto religiosas como filosóficas de Occidente hayan propuesto diferentes modelos y/o procedimientos para poder discernir el bien del mal, lo real de lo falso, etc.
El concepto del discernimiento, así, está tradicionalmente emparentado con la comprensión: para poder distinguir las partes de algo, es necesario entenderlo primero; y también con el conocimiento: quienes más saben sobre algo, poseen mayor capacidad para diferenciar sus elementos.
Esto se hace bastante evidente cuando empleamos el verbo discernir como sinónimo de ver: en la frase “hay tanto humo que no puedo discernir con quién hablo”, estamos equiparándolo con ver, identificar o reconocer, y por lo tanto también con saber y entender.
En la tradición cultural occidental, es común equiparar los conceptos de visión y entendimiento: de allí que, para referirnos a alguien poco inteligente, digamos que “es de pocas luces” o, también, que “no tiene mucho discernimiento”.
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Referencias
- “Discernimiento” en Wikipedia.
- “Discernir” en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
- “Discernir” en Enciclopedia Jurídica.
- “Radicación de la palabra discernir” en Etimologías de Chile.net.