Cosmopolita
Te explicamos qué es algo cosmopolita, cuál es el origen del término y su desarrollo desde la Antigüedad hasta la actualidad.
¿Qué significa cosmopolita?
La palabra cosmopolita proviene de la idea política y filosófica del cosmopolitismo: la creencia en que todas las personas del mundo forman parte de una misma comunidad, muy por encima de sus diferencias nacionales, culturales o geográficas. A las personas que siguen esta filosofía, o incluso a los lugares en los que es más factible ponerla en práctica, se les conoce entonces con el nombre de cosmopolita.
Este último término proviene de las voces griegas kósmos, “universo”, y politis, “ciudadano”, o sea, “ciudadano universal”, y a menudo es referido como la “ciudadanía del mundo”.
Un ciudadano del mundo, un cosmopolita, es aquella persona que se siente en casa en cualquier región del planeta. Esto puede ocurrir porque está acostumbrada a cohabitar con diferentes culturas, o porque simplemente ha viajado mucho y está tan familiarizada con las diferencias humanas, que incluso puede no tomarlas en cuenta.
El origen del cosmopolitanismo es difícil de precisar. Según el historiador griego Diógenes Laercio (180-240), fue el célebre filósofo cínico Diógenes de Sinope (c. 412-323 a. C.), quien respondía a la pregunta sobre su origen llamándose a sí mismo “ciudadano del mundo”, para indicar que no tenía hogar, ni nacionalidad.
Sin embargo, debido a su concepción política, el cosmopolitismo era muy afín al mundo romano antiguo. Para los romanos, la civitas era el conjunto de los ciudadanos romanos, sin importar dónde se hallaran, mientras que los griegos comprendían la polis (y al polites, “ciudadano”) en el marco de una ciudad y un territorio específicos.
Quizá por eso el jurista romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C.) proclamaba que Universus hic mundus una civitas existimanda, o sea, “todo este mundo es una única comunidad de ciudadanos”. Esta idea sobrevivió hasta épocas posteriores, y reapareció en la ius cosmopoliticum propuesta por el filósofo Immanuel Kant (1724-1804) en su ensayo Sobre la paz perpetua de 1795.
Esta “ley cosmopolita” se proponía como un derecho que protegiera a las personas de las crueldades de la guerra, bajo un principio de “hospitalidad universal”, pues en palabras de Kant, el “…derecho a la superficie de la tierra que pertenece a la raza humana en común, finalmente acercaría a la raza humana a una constitución cosmopolita”.
Algo semejante a la visión de Kant de un derecho cosmopolita se puso en práctica por vez primera tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se constituyó un tribunal internacional para juzgar a los líderes nazis. No sólo se juzgaron crímenes de guerra, sino también crímenes cuya monstruosidad era tan grande, que constituían una afrenta a la totalidad de la especie. Estos cargos fueron los de “Crímenes contra la humanidad” o lesa humanidad.
El cosmopolitismo hoy en día es una tendencia importante en el imaginario de la globalización, a pesar de que ésta última suscita también numerosas formas de resistencia nacionalista o fundamentalista. Pero, en principio, nunca ha estado la humanidad tan cerca de constituir una ciudadanía global como a inicios del siglo XXI.
Dicha idea supone la convivencia armónica de culturas distintas, así como la paz sostenida entre las naciones, a medida que se integran en un Estado mundial único, del cual todos seríamos ciudadanos sin distinción. Quienes más se aproximan a ese ideal, entonces, podrán ser llamados propiamente cosmopolitas.
Sigue con: Migración
Referencias
- “Cosmopolitismo” en Wikipedia.
- “Ciudadano del mundo” en Wikipedia.
- “Cosmopolita” en el Diccionario de la lengua de la Real Academia Española.
- “Etimología de cosmopolita” en Etimologías de Chile.net.
- “Cosmopolitanism” en Stanford Encyclopedia of Philosophy.
- “Cosmopolitanism (philosophy)” en The Encyclopaedia Britannica.