Psicología educativa

9 graves consecuencas del bullying en niños y adultos


Las consecuencias del bullying son muy graves, físicas y especialmente psicológicas, y algunas personas pueden tener secuelas durante toda la vida. Quizás, si las autoridades, maestros y padres entendiesen mejor qué es el bullying actuarían más en su prevención y solución.

Algunos adultos le quitan importancia porque no entienden realmente a los niños o adolescentes. Y es que el colegio y las relaciones con los niños de su edad es su mundo, es lo más importante para ellos.

Además, hemos escuchado la opinión de personas que argumentan que el acoso escolar es una parte de la vida y ayuda a los niños a hacerse más fuertes, opinión que consideramos errónea.

Probablemente, la mayoría de adultos han sufrido las típicas collejas, peleas, motes, insultos o burlas. De hecho, es muy probable que tú mismo, y la mayoría de lectores, hayan sufrido algún tipo de maltrato; las estadísticas muestran que del 50% al 70% de adultos han sufrido bullying.

El problema es que algunos niños se saben defender y no se dejan abusar, mientras que otros no tienen esa capacidad, ya sea por su personalidad o porque tienen otros factores en contra (cultura, apoyo social, capacidad económica…). Asimismo, algunos son “fuertes mentalmente”, siguen adelante y se recuperan, y otros no.

Algunos efectos especialmente graves son la ansiedad generalizada, depresión, abuso de sustancias o incluso el suicidio. Es más, otro dato alarmante es que se dan en distintas esferas de la vida: económica/profesional, social, psicológica y física.

Por otra parte, es evidente que el acoso escolar afecta especialmente a la víctima, aunque también tiene algunas consecuencias en espectadores y maltratadores.

Consecuencias físicas y psicológicas del bullying

Estrés a corto y largo plazo

Un estudio de 2014 llevado a cabo por investigadores del King’s College de Londres encontró que los efectos negativos sociales, físicos y mentales seguían siendo evidentes 40 años después.

Estos investigadores encontraron que a los 50 años, los participantes que habían sido acosados cuando eran niños, tenían más probabilidades de tener peor salud mental y física y un peor funcionamiento cognitivo que los que no habían sido acosados.

De hecho, algunos expertos opinan que el bullying resulta en algún topo de estrés tóxico que afecta a las respuestas fisiológicas de los niños, explicando esto por qué los niños desarrollan problemas de salud.

En otra investigación, un equipo de investigadores de la Universidad de Duke (Durham) encontró que los niños que habían estado envueltos en el bullying (espectadores, víctimas o maltratadores), tenían mayores niveles de CRP -una proteína que se libera en la respuesta inflamatoria-.

Midieron los niveles de CRP cuando los participantes eran adultos y encontraron que las víctimas tenían los niveles más altos, mientras que los maltratadores tenían los menores niveles.

El autor principal, el doctor William E. Copeland, profesor asistente del Center for Developmental Epidemiology at Duke afirma:

El bullying y la continua amenaza de ser maltratado puede tener consecuencias fisiológicas. Hay evidencia de que con el tiempo esta experiencia puede alterar las respuestas biológicas del estrés… Con el tiempo, el desgaste de estos cambios fisiológicos pueden limitar la capacidad del individuo para responder a nuevos retos y los pone en mayor riesgo de enfermedades físicas.

Otro estudio que tomó a gemelos -donde uno había sido abusado y otro no- encontró que los que habían sido abusados tenían mayores niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Por tanto, las víctimas de bullying sufrirían una especie de “estrés tóxico” que afecta a sus repuestas fisiológicas y que explica por qué muchas de ellas desarrollan problemas de salud a largo plazo.

En 2013, el profesor Copeland también llevó a cabo otro estudio para analizar las consecuencias a largo plazo del bullying, encontrando que:

  • Las víctimas de bullying tienen mayor riesgo de una salud pobre, menor estatus socioeconómico y problemas al formar relaciones sociales como adultos.
  • Las víctimas de bullying tenían 6 veces más probabilidades de tener una enfermedad grave, fumar regularmente o desarrollar un trastorno psiquiátrico.
  • Los maltratadores siguen teniendo pobres resultados, aunque se deben a que continúan sus problemas de comportamiento o adversidades familiares, no por el hecho de ser maltratadores. En las víctimas el hecho de ser víctimas sí está asociado con peores resultados.

Ansiedad, depresión y otros

A corto plazo:

  • Depresión
  • Ansiedad 
  • Evitación de situaciones en las que pueda ocurrir el maltrato
  • Mayor incidencia de enfermedades
  • Odio
  • Peores calificaciones
  • Pensamientos suicidas

A largo plazo:

  • Dificultades al confiar en otra gente
  • Dificultades interpersonales
  • Evitación de situaciones sociales
  • Fobia social
  • Baja autoestima
  • Deseos de venganza
  • Sentimientos de odio 
  • Menores oportunidades laborales

Menos capacidad económica

Sí, las consecuencias negativas del bullying también son económicas. 

En general, las víctimas tienen menos años de formación y los hombres tienen más probabilidades de estar desempleados. Es más, si tienen trabajo, sus sueldos son menores.

Aunque esto pueda resultar extraño, puede que esté relacionado por la menor autoestima de los maltratadores y menores habilidades sociales o incluso inteligencia emocional.

Aislamiento social

Los niños que son maltratados en el colegio se aíslan más cuando son adultos. 

Según los estudios, a los 50 años las víctimas tienen menos probabilidades de estar casados, con pareja, tener amigos, familia y vida social en general.

A menudo, las víctimas tienen dificultades para socializar, son más pesimistas sobre el futuro y menos cooperativas.

Síntomas psicosomáticos

Cuando un niño o adolescente no sabe cómo tratar con las emociones que experimenta, puede comenzar a desarrollar síntomas psicosomáticos.

Investigaciones en Finlandia y Estados Unidos han mostrado la relación entre niños abusados e incrementos en dolores de cabeza, dolores abdominales, orinarse en la cama o trastornos del sueño.

Este último -los trastornos del sueño- son especialmente preocupantes, ya que un niño que llega cansado al colegio tendrá dificultades en el aprendizaje. 

Además, los padres pueden comenzar a medicar al niño, creyendo que es un problema médico, cuando es un problema psicosocial.

Consecuencias académicas

Algunos investigadores han afirmado que las víctimas del bullying se sienten inseguras en el colegio y no se sienten adaptados.

Además, tienen problemas para seguir las reglas de las clases, estudiar bien, sienten desmotivación y distracciones.

Por último, el bullying puede guiar a peores calificaciones y menor participación en las clases o actividades extraescolares.

Posibilidad de responder agresivamente

Debido al maltrato psicológico y físico, las víctimas pueden llegar a ver la violencia como aceptable y pueden llevar armas.

Además, pueden desarrollar desconfianza hacia otras personas, destruyendo sus relaciones, pudiendo parecer defensivos, poco amigables u hostiles.

Suicidio

Aunque no es lo más frecuente, es posible y de hecho se ha dado en ocasiones.

Sin embargo, la mayoría de niños o adolescentes que son acosados no tienen pensamientos de suicidio o comportamientos suicidas.

Normalmente, el acoso no es la única causa y pueden contribuir otros factores de riesgo, como depresión, problemas familiares o historias traumáticas.

Generalmente, cuanto menos apoyo social tenga el joven, más riesgo tendrá.

Consecuencias en espectadores 

Los niños que han sido espectadores del bullying tienen más probabilidades de:

  • Problemas mentales; depresión o ansiedad
  • Abandono escolar
  • Consumir tabaco, alcohol u otras drogas

Consecuencias en maltratadores

Los maltratadores también tienen otros problemas, aunque no se deben al mero hecho de ser maltratadores, sino a problemas familiares, económicos, psicológicos…

  • Relaciones sexuales tempranas
  • Actividades criminales
  • Maltrato a sus parejas e hijos
  • Abuso de alcohol y drogas

El Dr. Copeland considera que la forma más efectiva de prevención requiere la participación de padres, métodos que requieran mayor disciplina y una mayor supervisión:

Una vez que el niño ha sido maltratado, es crítico que los padres y maestros muestren apoyo y se aseguren de que el bullying no continúa. A menudo el bullying no se toma en serio y se trata como algo normal.