Glándulas gástricas: características, funciones, histología
Las glándulas gástricas o glándulas fúndicas son glándulas ubicadas en el fundus (una región estomacal) que se encargan principalmente de la secreción de jugos gástricos, electrolitos y agua.
A pesar de lo anterior, el término “glándula gástrica” también puede ser empleado para hacer referencia a otras glándulas en regiones adyacentes del estómago como el cardias y la región pilórica, es decir, a las glándulas cardiales y a las glándulas pilóricas, respectivamente.
Estas estructuras internas de la mucosa estomacal cumplen diversas funciones, pero la más importante es la de contribuir en la digestión de los alimentos, pues las células contenidas en las mismas secretan enzimas y hormonas imprescindibles para la hidrólisis de proteínas y lípidos.
Histológicamente, las glándulas gástricas están subdivididas en tres regiones principales conocidas como el istmo, el cuello y la base, cada una de las cuales posee células especiales que cumplen una función secretoria definida.
Debido a su importancia, numerosas patologías se asocian con las glándulas gástricas o con defectos en las células que las componen. Entre estas pueden nombrarse la aclorhidria, la anemia perniciosa y la enfermedad ulcerosa péptica, por ejemplo.
Índice del artículo
Características
Las glándulas gástricas, como se ha comentado, se ubican en el estómago, que es la porción más dilatada del tubo digestivo, ubicada inmediatamente debajo del diafragma.
El estómago puede segmentarse, desde el punto de vista histológico, en tres porciones o regiones, de acuerdo con el tipo de glándula que posee cada una. Estas regiones se conocen como región cardial (cardias), región pilórica (antro) y región fúndica (fundus).
El cardias corresponde al orificio o la región superior del estómago que se conecta con el esófago (se encuentra en la desembocadura del estómago), mientras que el fundus se extiende sobre el plano horizontal, atravesando el orificio esofágico interior e inmediatamente inferior al cardias; esta es la porción estomacal de mayor tamaño.
La región pilórica o antropilórica tiene forma de embudo y termina en el píloro, que representa el límite entre el estómago y el duodeno, la primera porción del intestino delgado, y se trata de un delgado y estrecho esfínter terminal.
Las glándulas cardiales delimitan histológicamente la región cardial, mientras que la región pilórica se caracteriza por las glándulas pilóricas o glándulas antrales y la región fúndica por las glándulas fúndicas o glándulas gástricas.
Regulación del desarrollo
La diferenciación de las células propias de cada tipo de glándula estomacal depende de un gradiente de morfógenos, es decir, sustancias capaces de inducir cambios morfogenéticos celulares específicos como el Wnt, el “Hedgehog”, la proteína morfogenética de hueso y el factor transformador de crecimiento β.
Estos morfógenos tienen patrones de expresión característicos que pueden ser interrumpidos o afectados de formas diferentes por estímulos inflamatorios o por condiciones patológicas como el cáncer.
Histología
– Glándulas fúndicas o gástricas
Las glándulas gástricas del fundus se ubican en casi toda la mucosa estomacal, a excepción del cardias y el antro pilórico, que son porciones mucho más pequeñas.
Este tipo de glándulas tiene una forma tubular simple y ramificada que se extiende desde el fondo las foveolas o criptas gástricas (orificios en la mucosa gástrica) hasta la muscular de la mucosa, que es la capa más externa de la mucosa y que se caracteriza por la presencia de células musculares lisas dispuestas circularmente en una capa interna y otra externa.
Tanto las células de la mucosa gástrica como las células de las glándulas fúndicas se multiplican en un sitio especial conocido como istmo, que se encuentra en un pequeño segmento entre la foveola y la glándula.
Las células que están destinadas hacia la mucosa migran hacia las criptas o foveolas, mientras que las que lo están hacia las glándulas migran hacia el lado contrario. Así, muchas glándulas gástricas pueden desembocar en la misma cripta.
Estructura
Las glándulas gástricas pueden dividirse en dos porciones estructurales: el cuello y la base o el fondo.
El cuello es la región más larga y angosta, entretanto la base o el fondo es una porción más ancha y amplia. De la base pueden proyectarse o dividirse “ramas” que se enrollan cerca de la muscular de la mucosa.
Cinco tipos de células distintas componen a las glándulas gástricas: (1) las células mucosas del cuello, (2) las células principales o adelomorfas, (3) las células parietales, delomorfas o células oxínticas, (4) las células enteroendocrinas y (5) las células indiferenciadas.
Células mucosas del cuello
Se localizan en la región del cuello de cada glándula fúndica. Son células cortas, con un núcleo de forma esferoide y caracterizadas por no producir mucho mucinógeno en su región apical. El moco que secretan es más fluido, en comparación con el que es producido por las células de la mucosa superficial del estómago.
Células principales o adelomorfas
Estas son células secretoras que poseen un retículo endoplásmico abundante en su región basal, lo que les proporciona un aspecto “basófilo”.
Su región apical, por el contrario, rica en gránulos de secreción o gránulos de zimógeno (pues están cargados con precursores de enzimas), es más bien de aspecto “eosinófilo”. La secreción de pepsinógeno y enzimas lipasas está a cargo de las células principales.
Células parietales, delomorfas u oxínticas
Estas células también se encuentran en la región del cuello de las glándulas gástricas, pero en la región comprendida entre las mucosas del cuello y la parte más profunda de estas. Son abundantes en la parte superior y media del cuello.
Generalmente, las células parietales son de gran tamaño, muchas veces presentan un par de núcleos y, cuando se observan secciones histológicas de las mismas, tienen una apariencia triangular. Poseen abundantes mitocondrias y numerosos gránulos citosólicos.
La “base” de las células parietales está adosada a la lámina basal, mientras que el “vértice” se proyecta hacia la luz glandular. Estas células poseen un sistema de “canalículos intracelulares” capaces de comunicarlas con la región interna de la glándula gástrica a la que pertenecen.
Se encargan de la secreción de ácido clorhídrico (HCl) y son estimuladas por diferentes sustancias como la gastrina, la histamina y la acetilcolina. También secretan el llamado factor intrínseco, una glucoproteína acomplejada con vitamina B12 que estimula la secreción del ácido gástrico.
Células enteroendocrinas
Se distribuyen por toda la glándula fúndica, pero son especialmente abundantes en su porción basal. Son células de pequeño tamaño, apoyadas sobre la lámina basal y se encargan de la liberación de hormonas hacia la luz glandular.
Células indiferenciadas
Este tipo de célula es el responsable de la multiplicación de los demás tipos celulares presentes en las glándulas gástricas, algunos autores las consideran “células madre” de las demás células glandulares.
– Glándulas cardiales
Estas glándulas se encuentran en el cardias que, como se comentó, es una pequeña región del estómago ubicada entre el esófago y el fundus. Al igual que las glándulas fúndicas, estas también se encargan de la secreción del jugo gástrico.
Tienen una morfología tubular, en ocasiones ramificada y se componen, esencialmente, de células secretoras de moco y algunas células enteroendocrinas.
Las células que se encargan de la secreción de moco tienen un núcleo aplanado en la porción basal de las mismas y poseen citosoles con abundantes gránulos de mucinógeno.
– Glándulas pilóricas
Estas glándulas están ubicadas en el antro pilórico, que consiste en la porción distal del estómago, entre el fundus y el orificio de entrada al intestino delgado (a la región del duodeno). Al igual que las otras glándulas gástricas, estas son tubulares, enrolladas y con ramificaciones.
Tienen células secretoras parecidas a las células mucosas superficiales del estómago y secretan sustancias bastante viscosas y turbias. Poseen, a su vez, células enteroendocrinas y células parietales, encargadas de la secreción de hormonas y ácidos gástricos, respectivamente.
Funciones
Las glándulas gástricas, haciendo referencia específicamente a las glándulas presentes en la región fúndica del estómago, se encargan principalmente de la secreción de jugos gástricos.
Se ha determinado que estas glándulas producen cerca de 2 litros diarios de jugos gástricos, además de grandes cantidades de agua y diversos electrolitos.
Los jugos gástricos secretados hacia la mucosa estomacal por las glándulas gástricas se componen, entre otras cosas de ácido clorhídrico, enzimas, moco y un tipo de proteína especial conocido como “factor intrínseco”.
El ácido clorhídrico (HCl) le proporciona el pH característico al jugo gástrico (entre 1 y 2 unidades de pH) y se produce en concentraciones cercanas a los 160 mmol/L. Su función es la de dar comienzo a la digestión, por hidrólisis, de las proteínas consumidas con los alimentos y también la de eliminar las bacterias contaminantes.
Este ácido también contribuye en la activación del zimógeno de la pepsina (el pepsinógeno), que es una enzima sumamente importante desde el punto de vista digestivo, pues hidroliza las proteínas a porciones más pequeñas a través de la ruptura de los enlaces peptídicos.
El moco sirve en la protección de las células de la mucosa intestinal frente a la secreción de los ácidos gástricos y es producido por diferentes tipos de células. Junto con moléculas de bicarbonato, el moco consigue establecer una barrera fisiológica protectora con un pH neutro.
El factor intrínseco, por otra parte, es una glicoproteína indispensable para la absorción de complejos vitamínicos.
La gastrina es otro de los elementos constitutivos de los jugos gástricos que es producto de la secreción de las glándulas fúndicas y trabaja en la estimulación hormonal de la digestión. Esta puede actuar localmente sobre las células epiteliales del estómago, o alcanzar el torrente sanguíneo y enviar señales estimulantes fuera el sistema digestivo.
Enfermedades relacionadas
Muchas enfermedades se relacionan con las glándulas gástricas, entre las cuales están:
– Síndrome de Peutz-Jeghers: evidente como la proliferación de tumores no-carcinogénicos en el estómago y como una diferenciación fallida de las células encargadas de la secreción de péptidos en las glándulas pilóricas.
– Aclorhidria: carencia de células parietales productoras de ácido clorhídrico que conllevan a la aparición de anemia perniciosa por falta de síntesis del factor intrínseco (falta de vitamina B12).
– Enfermedad ulcerosa péptica: es una condición patológica que puede ser crónica o recurrente, también caracterizada por la falta de producción del factor intrínseco. Produce una pérdida del epitelio y una cicatrización de la mucosa gástrica, lo que reduce el número de células funcionales en el estómago.
Referencias
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