Biografías de personajes históricos

Antonio José de Sucre: biografía, familia, sucesos, muerte


¿Quién fue Antonio José de Sucre?

Antonio José de Sucre (1795-1830), el Gran Mariscal de Ayacucho, fue un militar y político venezolano. Fue uno de los principales héroes de la independencia en Latinoamérica.

Sucre destacó como militar en numerosas batallas que evidenciaron su talento para dirigir tropas. En 1819 comenzó a destacar entre los militares bajo el mando de Simón Bolívar, por su destreza para crear estrategias de batalla y su inquebrantable lealtad.

Fue gobernador de Perú, general en Jefe del Ejército de la Gran Colombia, comandante del Ejército del Sur y presidente de Bolivia. Bolívar depositó en él toda su confianza para guiar a los ejércitos libertadores en las más importantes batallas en la lucha por la independencia.

La vida de Antonio José de Sucre terminó en Berruecos, donde fue asesinado. Esta muerte todavía está rodeada de misterio, pues nunca se supo quién encargó su muerte, ni cuáles fueron los motivos. 

Biografía de Antonio José de Sucre

Primeros años

Antonio José de Sucre y Alcalá nació el 3 de febrero de 1795 en Cumaná, Venezuela. Era hijo del teniente Vicente de Sucre y Urbaneja con María Manuela de Alcalá y Sánchez.

Quedó huérfano a los 7 años, bajo el cuidado de su padrino Antonio Alcalá, en Caracas. Allí inició su educación. Posteriormente ingresó a la academia militar y en 1809 entró al ejército en Cumaná.

A los 17 años alcanzó el grado de teniente, y se encontraba sirviendo con Francisco de Miranda. Demostró estar a la altura del cargo y sirvió con distinción en las campañas contra los realistas.

Al año siguiente, fue parte de las maniobras realizadas para la liberación del Oriente venezolano. En 1814, cuando servía al general Santiago Mariño como edecán, estuvo presente cuando coincidieron en Aragua las fuerzas orientales con las occidentales.

Inicios militares

Con Bermúdez, el joven Sucre se presentó en batalla en Maturín. En 1815, el entonces teniente se trasladó a Margarita y luego tomó rumbo a las Antillas y Cartagena. Así logró escapar de Pablo Morillo.

Todavía bajo las órdenes de Mariño, en 1816 fue ascendido a coronel y se le concedió el título de jefe del Estado Mayor.

En 1817 obtuvo el rango de comandante de Cumaná. Ese mismo año se reveló ante Mariño y viajó hasta Guayana, donde se sumó al servicio del Libertador Simón Bolívar. A finales de ese año le nombraron gobernador de Guayana.

Fue nombrado comandante general del Bajo Orinoco y en octubre de 1817, para evitar sublevaciones en Cumaná, Sucre quedó a cargo de los ejércitos de la ciudad. Allí debía obedecer las órdenes del general Bermúdez.

Su carrera como militar siguió creciendo constantemente y a los 24 años, Sucre ya se desempeñaba, aunque de manera interina, como jefe titular del Estado Mayor. En agosto de 1819 ascendió a general de brigada.

Diplomacia

Después de haber establecido la República de Colombia, Bolívar dejó a Sucre encargado con la redacción del Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra.

Este documento adquirió renombre internacional, porque se convirtió en un modelo a seguir en cuanto al tratamiento que debía proporcionarse en conflictos bélicos a los derrotados por parte de los ejércitos que alcanzaban la victoria.

Bolívar dijo del texto compuesto por Sucre que se trataba del “más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra”. 

Gracias a la intervención de Sucre se logró una tregua entre los ejércitos realistas y patriotas, además del fin de la guerra a muerte, que había desangrado a Venezuela.

Con el Armisticio de Santa Ana, Bolívar consiguió una pausa de inmenso valor, que usó para pensar en la batalla de Carabobo y cómo le harían frente a sus oponentes en el campo.

La victoria en esa contienda fue definitoria para la obtención de la libertad venezolana.

Ejército libertador

Sucre recibió el cargo de jefe del ejército del Sur de Colombia en 1821, iniciando la campaña con la que Ecuador conseguiría su libertad.

Tomó el lugar del general José Mires, hizo suya la misión que este tenía, de que la provincia ecuatoriana entrara en la Gran Colombia.

También debía hacerse con el control de las tropas guayaquileñas, que le servirían posteriormente para liberar la capital, Quito, y de esa forma cumplir con el objetivo de todo el plan.

Pichincha

Sucre arribó el 6 de abril a Guayaquil. Se presentó ante la Junta de Gobierno, donde ofreció que la ciudad podría conservar su soberanía, pero aceptando la protección de la Gran Colombia.

De esta forma, consiguió que la ciudad accediera a proporcionarle los recursos necesarios para liberar Quito en un enfrentamiento con los partidarios de España.

Esta contienda tuvo lugar el 24 de mayo de 1822, la famosa batalla de Pichincha, en la que los ejércitos encabezados por Antonio José de Sucre, que defendían la causa libertaria, y los de Melchor de Aymerich, que apoyaban la Corona, se enfrentaron en las cercanías de Quito.

Con esta victoria, la libertad quedó prácticamente sellada. Quito consiguió la independencia y todas las provincias que pertenecían a su jurisdicción ya no estarían bajo el comando de España.

Junín

Después de encargarse durante un tiempo de Quito, donde creó instituciones y centros de enseñanza, estuvo en la ciudad hasta que en 1823 Bolívar decidió enviarlo a Perú, donde se encontraban asentados bastiones realistas.

El encuentro en Junín fue la antesala de la liberación definitiva del Alto Perú. Allí el 6 de agosto de 1824 las fuerzas de Sucre plantaron cara a los partidarios de los españoles. Nuevamente resultaron vencedores y se reflejó en el ánimo de los combatientes de ambos bandos.

La batalla de Junín abrió paso a Simón Bolívar, que entró en tierras peruanas el 1 de septiembre. El Libertador decidió dejar en manos de Sucre el destino de la última batalla que se libraría por la libertad.

Ayacucho

El último gran combate entre realistas y libertadores se libró el 9 de diciembre de 1824, en la Pampa de la Quinua, territorio perteneciente al departamento de Ayacucho, en Perú.

Bolívar le dio al general Sucre el mando para guiar al ejército que lucharía por la libertad del continente americano. Contaba Sucre con 6.879 soldados, mientras que las tropas enemigas sumaban 10.000, conformadas en gran parte por indígenas y mestizos a favor de España.

Las fuerzas independentistas se enfrentaron al último virreinato que todavía se conservaba en la región. Sucre condujo a sus ejércitos a la victoria, y una vez más, los realistas peruanos fueron vencidos.

El virrey, herido en combate, terminó prisionero. Antonio José de Sucre consiguió tras esa contienda el rango de Gran Mariscal de Ayacucho.

Tras la rendición, los términos de la capitulación fueron los mejores que pudieron acordarse. Sucre demostró hidalguía en la victoria y trató con honor a los vencidos. Por eso, además de sus actuaciones pasadas en tratados, el venezolano fue considerado un pionero de los derechos humanos.

Creación de Bolivia

El 6 de agosto de 1825 se decretó la creación de Bolivia, una nueva nación conformada por las antiguas provincias denominadas Alto Perú. Antonio José de Sucre llamó a una asamblea, y con el visto bueno de Simón Bolívar, se aprobó el nacimiento de este país.

También resultó seleccionado para ser su primer presidente, y en ese cargo se mantuvo por dos años. Promovió políticas, como la liberación de los esclavos y la tenencia de tierras de los indígenas.

Fue un buen administrador y logró organizar la hacienda del país. Se preocupó por la educación, promoviendo la creación de escuelas y de centros de estudios superiores. La recuperación del trabajo de la tierra también fue fundamental para el venezolano.

A pesar de las mejoras, los peruanos estaban descontentos por la independencia de territorios que, según ellos, debían someterse a su jurisdicción. Las revueltas no se hicieron esperar y Sucre renunció a la presidencia en 1828.

Su familia lo acompañó a Ecuador, donde se establecieron. Pero al poco tiempo, una guerra por asuntos limítrofes entre Colombia y Perú, hizo que Sucre volviera a ser llamado para tomar el control de los ejércitos colombianos.

Tarqui

El Gran Mariscal de Ayacucho volvió a los campos de batalla en 1829. En el enfrentamiento que tuvo lugar en Tarqui, Sucre encabezó los ejércitos de la Gran Colombia en el combate.

La batalla fue el 27 de febrero de 1829 en el Portete de Tarqui, una zona cercana a Cuenca. Las fuerzas peruanas estaban lideradas por José de la Mar, y en menos de una hora, Sucre logró hacerse con la victoria para la Gran Colombia.

El fin del sueño de Bolívar

Después de la victoria en Tarqui, el Gran Mariscal tomó rumbo a la capital de la Gran Colombia con una nueva victoria en su haber. En Bogotá, Sucre encontró que el sueño de Bolívar se desmembraba poco a poco por los deseos de autonomía en cada región.

En 1830, el Congreso Admirable de la nación redactó una reforma constitucional que inhabilitaba a Antonio José de Sucre para ser elegible para ejercer la presidencia de la nación, puesto que a partir de entonces el primer mandatario debía contar con 40 años, y Sucre apenas tenía 35.

La misma institución le encomendó la labor de evitar la separación de Venezuela, creando un acuerdo con el gobierno de la provincia. Pero Sucre no logró el cometido de las negociaciones, y regresó, como pocas veces, derrotado.

Familia

La primera hija de Antonio José de Sucre nació de su relación con Tomasa Bravo y fue bautizada como Simona de Sucre Bravo. Nació el 16 de abril de 1822, cuando su padre contaba con 27 años. Se desconoce qué sucedió con ella.

Después Sucre tuvo un hijo varón en La Paz, nacido el 15 de enero de 1826. El muchacho llevó por nombre José María Sucre Cortés y fue hijo de Sucre con Rosalía Cortés Silva.

Pero no fue sino hasta 1828 que Sucre contrajo matrimonio con Mariana Carcelén de Guevara y Larrera, marquesa de Solanda y Villarocha. Ella fue la madre de Teresa, que nació el 10 de junio de 1829.

El mismo año del matrimonio de Sucre nació su segundo hijo varón, Pedro César de Sucre Rojas, que tuvo con María Rojas.

Muerte

En 1830, el Gran Mariscal de Ayacucho volvió a la capital de Colombia, durante el proceso de división que enfrentaba la nación. De allí fue a reunirse con su familia en Quito.

Lo emboscaron y asesinaron el 4 de julio de 1830 en Berruecos, Colombia. Algunos culpan a José María Obando, un militar. Pero el crimen continúa sin ser aclarado.

Todavía desata polémicas pues no se sabe cuál fue la razón. Existen teorías acerca de motivos políticos, regionales o familiares que pudieron impulsar su asesinato.

Referencias

  1. Antonio José de Sucre. Recuperado de enciclopedia.banrepcultural.org.
  2. Andrade, L. (1995). Sucre: Soldado y Patriota. Homenaje de la Presidencia de la República. Caracas.