Locus de control: interno, externo, estrés y autoestima
El locus de control es un elemento de la psicología humana que determina en qué medida creemos que tenemos control sobre los resultados que obtenemos en nuestra vida. De esta forma, el locus puede variar en un espectro que va desde “interno” (si pensamos que somos responsables de absolutamente todo lo que ocurre) hasta “externo” (si achacamos nuestros resultados a causas externas).
El locus de control se ha asociado con un gran número de fenómenos psicológicos diferentes, y las diferencias individuales en este área tienen una gran influencia sobre nuestras vidas. Por ejemplo, las personas con un locus de control interno tienden a tener mayor motivación, autoestima y capacidad de resolución de problemas.
El descubrimiento del locus de control y sus implicaciones ha generado gran cantidad de investigaciones, ya que se ha comprobado que creer que tenemos el control sobre nuestra propia vida es muy útil en numerosas áreas. Así, se han realizado estudios sobre este fenómeno en campos como la psicología educativa, la clínica o la de la salud.
Hoy en día se considera que el locus de control es una de las cuatro dimensiones de las autoevaluaciones básicas; es decir, uno de los elementos principales mediante los que nos juzgamos a nosotros mismos. Habitualmente se relaciona este fenómeno con otros como la satisfacción en el trabajo, la buena autoestima, o la presencia de enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad.
Índice del artículo
- 1 Locus de control interno
- 2 Locus de control externo
- 3 Evaluación del locus de control
- 4 Locus de control y autoestima
- 5 Locus de control y estrés
- 6 Locus de control y depresión
- 7 Referencias
Locus de control interno
El término “locus de control interno” se refiere a la creencia de algunos individuos de que aquello que ocurre en su vida está bajo su control o influencia. A simple vista esto puede parecer algo trivial, pero en realidad provoca una serie de efectos que cambiarán casi por completo la experiencia vital de la persona.
Por ejemplo, hoy en día sabemos que las personas con un locus de control interno tienden a asumir la responsabilidad de sus acciones, de tal manera que si los resultados que están consiguiendo no son los que quieren, generalmente cambian su forma de actuar. De forma similar, también tienen una mayor sensación de autoeficacia, y confían más en sus propias habilidades.
Normalmente los individuos con un locus de control interno se dejan influir en menor medida por las opiniones de otros, y toman decisiones en base a sus propias creencias y maneras de pensar. Esto hace que trabajen mejor en solitario, y que se sientan con más confianza cuando tienen que enfrentarse a alguna clase de reto.
Resultados
Por otro lado, una persona con un locus de control interno no buscará excusas para explicar por qué no ha conseguido alcanzar los resultados que quiere, sino que será consciente de cuáles han sido sus fallos y tratará de subsanarlos. Como consecuencia, estos individuos normalmente trabajan más duro para alcanzar sus metas, y tienden a llegar más lejos que el resto.
Todas estas características hacen que las personas con un locus de control fundamentalmente interno consigan mejores resultados que los demás en muchas áreas diferentes de la vida.
Los estudios apuntan a que tienen una salud física y mental más fuerte, suelen ser más felices e independientes, y consiguen un mayor éxito en áreas como el trabajo, las relaciones íntimas o la satisfacción personal.
Locus de control externo
En el otro lado del espectro podemos encontrarnos a las personas con un locus de control externo. Su principal característica es que creen que lo que les ocurre en la vida está provocado por factores externos y que escapan a su control, lo que les trae una serie de consecuencias muy negativas y limitantes.
Sin importar si lo que les sucede es positivo o negativo, las personas con un locus de control externo tenderán a achacar sus resultados a fuerzas externas e incontrolables como la suerte, el universo, la opresión por parte de otros, o circunstancias como su etnia o lugar de nacimiento.
Autoestima
Estos individuos generalmente tienen una autoestima bastante pobre, ya que incluso cuando consiguen algún tipo de éxito piensan que este se debe simplemente a la suerte o a la ayuda de los demás. Como consecuencia, piensan que no tienen ningún poder para cambiar la situación en la que se encuentran, lo que les lleva a no esforzarse y quedarse estancados a menudo.
Entre otras cosas, el locus de control externo provoca fenómenos como falta de motivación, mala actitud, dificultades para concentrarse o incluso indefensión aprendida. A nivel externo, las personas que entran en esta categoría suelen tener peor salud física y mental además de experimentar dificultades en prácticamente todas las áreas de su vida.
Por último, una de las consecuencias más graves de tener un locus de control externo es la dificultad que esto conlleva a la hora de conseguir cambiar las situaciones indeseadas en la propia vida.
Evaluación del locus de control
El locus de control es un fenómeno muy conocido dentro de la psicología moderna, y sus efectos tienen una gran importancia en distintos ámbitos. Por eso, existen multitud de herramientas que sirven para determinar qué estilo de locus de control tiene una persona.
Generalmente, este aspecto de la psicología individual se evalúa mediante el uso de tests y cuestionarios especialmente diseñados para ello. Algunos de los más famosos son la escala de la elección forzada de 13 ítems de Rotter, y la escala de 23 ítems de Bialer. Sin embargo, también se puede determinar el locus de control de una persona de manera clínica.
Así, en un contexto de terapia se puede descubrir si el locus de control de un individuo es interno o externo en función de su manera de actuar, sus creencias, sus pensamientos y sus emociones. Por suerte, distintas formas de terapia permiten también modificarlo en caso de que esto sea necesario.
Locus de control y autoestima
Las últimas investigaciones respecto a este tema han descubierto que la naturaleza del locus de control de un individuo está muy relacionada con la fortaleza de su autoestima. Así, quienes creen que lo que les sucede depende de ellos mismos tienden a verse con mejores ojos que los que piensan que no pueden controlar aquello que les ocurre.
¿Por qué ocurre esto? Se ha descubierto que quienes tienen un locus de control principalmente externo tienden a valorar negativamente absolutamente todas sus experiencias.
Cuando les ocurre algo que no deseaban se creen incapaces de evitar que vuelva a suceder en el futuro; y cuando consiguen algo bueno, piensan que únicamente les ha pasado por casualidad o por suerte.
Por el contrario, las personas con un locus de control externo tienden a asumir la responsabilidad por todo aquello que les ocurre. Así, si cometen un error buscan la manera de evitar que vuelva a pasar lo mismo en el futuro; y cuando consiguen un resultado positivo en su propia vida son capaces de felicitarse por ello, de tal manera que su autoestima se ve reforzada.
Locus de control y estrés
Existe una cierta controversia sobre la relación entre el locus de control de una persona y sus niveles de estrés. Algunos investigadores piensan que creer que no tenemos el control sobre lo que ocurre en nuestra vida aumenta este tipo de malestar de manera significativa, mientras que otros opinan justamente lo contrario.
La primera hipótesis se basa en la idea de que el estrés ocurre cuando sentimos que no podemos hacer nada para modificar las circunstancias en las que nos encontramos y estas son negativas. Si esto fuera cierto, las personas con un locus de control externo deberían experimentar mayores niveles de estrés que aquellas que piensan que cambiar su situación está totalmente en su mano.
Por otro lado, algunos investigadores creen que el hecho de asumir la responsabilidad por todo lo que ocurre en nuestra vida también podría generar mayores niveles de estrés. Esto se debería a que no todo lo que nos pasa es fácilmente modificable, pero las personas con un locus de control interno se culparían cuando no fueran capaces de conseguir exactamente lo que quieren.
Actualmente, el consenso está en que los menores niveles de estrés se consiguen cuando la persona es consciente de que tiene una gran capacidad para modificar las circunstancias en las que se encuentra, pero a la vez sabe que su poder en este sentido tiene ciertos límites. De esta forma el individuo es capaz de tomar acción y subir su autoestima sin tener por ello que martirizarse cuando algo no le sale bien.
Locus de control y depresión
La depresión es un fenómeno profundamente relacionado con el locus de control externo. Creer que no tenemos el control sobre lo que sucede en nuestra propia vida puede dar lugar a lo que se conoce como “indefensión aprendida”, un estado en el que la persona deja de intentar cambiar su situación y se resigna a vivir con malestar de manera permanente.
La indefensión aprendida es una de las causas más importantes para la depresión, y solucionarla es uno de los primeros objetivos que se proponen los terapeutas cuando tratan a un paciente con esta patología. En la práctica, esto implica fomentar un cambio de creencias y animar al individuo a tomar acción para modificar aquello que depende de él.
Referencias
- “¿Qué es el locus de control en psicología?” en: La Mente es Maravillosa. Recuperado en: 20 Abril 2020 de La Mente es Maravillosa: lamenteesmaravillosa.com.
- “Locus of control and your life” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 20 Abril 2020 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
- “Locus of control” en: Psychology Today. Recuperado en: 20 Abril 2020 de Psychology Today: psychologytoday.com.
- “Locus of Control: Definition and Examples of Internal and External” en: Study. Recuperado en: 20 Abril 2020 de study: study.com.
- “Locus of control” en: Wikipedia. Recuperado en: 20 Abril 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.