Ansiedad

Extrasistoles y ansiedad: relación y causas


La relación entre extrasístoles y ansiedad suele ser frecuente y además, en algunos casos puede resultar bidireccional. Es decir, la ansiedad puede ser una causa de extrasístoles y viceversa.

Una extrasístole es un tipo de contracción ventricular. Resulta un trastorno del ritmo cardíaco y se caracteriza por producir un latido adelantado respecto a la frecuencia cardíaca normal.

Esta alteración resulta únicamente de un síntoma, por lo que su aparición no tiene por qué determinar la presencia patología cardíaca. No obstante, ante su presencia es necesario realizar un examen médico exhaustivo que descarte esta posibilidad.

La extrasistole provoca un “salto” en los latidos del corazón que suelen ser muy desagradable para la persona. La experimentación de estas palpitaciones puede motivar un incremento de la ansiedad de la persona y originar un estado ansioso.

En este artículo se explica qué es la extrasistole y se comenta qué relación guarda con la ansiedad. Además, se revisa cómo la ansiedad puede originar este síntoma y de qué forma la extrasistole puede incrementar el nerviosismo de la persona.

Índice del artículo

Extrasístoles como causa de ansiedad

A pesar de que la relación más habitual entre ansiedad y extrasístoles se determina por un efecto causal de la primera hacia la segunda, en ocasiones los papeles se pueden invertir.

Es decir, del mismo modo que un estado ansioso puede provocar la experimentación de extrasístoles, modificaciones en el ritmo cardíaco puede motivar el desarrollo de un estado ansioso.

Este hecho se explica principalmente por lo angustiosas que suelen resultar las extrasístoles. Detectar cambios en el ritmo cardíaco suele disparar la señal de alarma debido a la posibilidad de padecer un afección importante en el corazón.

De este modo, suele ser habitual que las personas con extrasístoles estén nerviosas cuando experimentan sus manifestaciones cardíacas. Así mismo, la experimentación frecuente de extrasístoles puede motivar la aparición de estados de ansiedad recurrentes e incrementar el peligro de desarrollar un trastorno ansioso.

¿Qué es la extrasístoles?

La extrasístoles es un trastorno del ritmo cardíaco que genera palpitaciones. Es decir, esta afección provoca un latido adelantado de la frecuencia cardíaca de la persona.

El padecimiento de extrasístoles constituye una condición bastante habitual. Muchas personas pueden detectar en un momento de su vida un incremento de su latido del corazón.

De hecho, padecer extrasístoles no implica la presencia de un trastorno orgánico, aunque ante su detección resulta principal descartar la existencia de una patología del corazón.

Esta condición se origina cuando un estímulo se inicia fuera del mecanismo de conducción eléctrico específico que genera el latido cardíaco.

Concretamente, cuando el origen se localiza en la aurículas (cavidades superiores del corazón) se llama extrasístole auricular. Cuando el origen ocurre en los ventrículos (cavidades inferiores del corazón) se trata de extrasístole ventricular.

Causas de las extrasístoles

Las extrasístoles son contracciones cardiacas prematuras, es decir, latidos que se adelantan. Muchas personas presentamos extrasístoles en algún momento de nuestra vida, pero la mayoría de ellas son asintomáticas y pasan absolutamente desapercibidas.

La ansiedad es uno de los factores que puede provocar, de forma directa, la experimentación de extrasístoles. No obstante, esta no resulta la única causa del trastorno del ritmo cardíaco. De hecho, la extrasistoles puede estar provocada por múltiples factores de distinta índole.

En primer lugar, es preciso tener en cuenta que las extrasístoles pueden ser manifestaciones cardiopáticas, siendo la condición más peligrosa de la afección y requiere un tratamiento y un control exhaustivo.

Sin embargo, la extrasístoles también puede darse en corazones sanos, hecho que no resulta demasiado infrecuente.

En estos casos, las principales causas de esta afección son el consumo de drogas de distinta índole como alcohol, cocaína, tabaco o café, los estados de ansiedad, la somatización cardíaca o la realización de deporte intenso.

Ansiedad como causa de extrasístoles

La ansiedad es uno de los factores que puede ocasionar extrasístoles. De hecho, la relación entre ambos trastornos suele resultar bastante frecuente.

En este sentido, es preciso tener en cuenta que la ansiedad, a pesar de ser una alteración psicológica, origina tanto síntomas cognitivos (referentes al pensamiento) como manifestaciones físicas y conductuales.

En el caso de las manifestaciones físicas, unas de las más comunes son las palpitaciones, aunque también se pueden experimentar otros síntomas como tensión muscular, incremento de la tasa respiratoria, sudoración o boca seca.

Las palpitaciones causadas por la ansiedad se originan debido a un incremento de la tasa cardíaca de la persona. De hecho, suele ser muy habitual que en momentos de elevada ansiedad el ritmo cardíaco se dispare.

Este hecho se debe principalmente al incremento de la actividad del sistema nervioso autónomo que motivan los estados ansiosos.

Esto quiere decir que la ansiedad no afecta únicamente a las regiones del cerebro que se encargan de procesar actividades conscientes, sino que también afecta a las estructuras que desempeñan actividades automáticas.

Al afectar a estas regiones cerebrales, una gran cantidad de funciones físicas pueden verse alteradas y, de este modo, provocar modificaciones en la actividad física del organismo, incluyendo la experimentación de extrasístoles.

El bucle ansiedad-extrasístoles

Este bucle se origina únicamente cuando se cumplen las dos condiciones causales. Es decir, cuando la extrasístoles es causada por la ansiedad, y cuando la experimentación de estas alteraciones en el ritmo cardíaco generan estado ansiosos.

En estos casos, la experimentación de extrasístoles puede dar lugar al incremento de la ansiedad de la persona, hecho que se traduce en un aumento de la sintomatología cardíaca, generando así un bucle del que resulta complicado salir. Este hecho se origina debido principalmente al funcionamiento de los estados ansiosos.

Estos suelen iniciarse en el pensamiento, a través de la generación de cogniciones con contenidos nerviosos. Posteriormente, el pensamiento ansioso origina un seguido de manifestaciones físicas.

Estas manifestaciones físicas (entre los que se puede encontrar la extrasístoles) suelen ser captadas por el cerebro, el cual las interpreta como una señal de alarma. Ante esta señal de alarma, el estado psicológico responde con un incremento de nerviosismo, hecho que motiva un aumento todavía mayor de la sintomatología física.

Referencias

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