Geografía

Proyección de Robinson: concepto, características, ventajas, desventajas


¿Qué es la proyección de Robinson?

La proyección de Robinson es una proyección cartográfica creada por el canadiense Arthur Robinson, en la cual todo el globo terráqueo se muestra de una forma plana. Desde la Grecia clásica de Aristóteles y Platón fue necesario reconstruir gráficamente los espacios geográficos para asimilarlos con una sola mirada.

Esa forma gráfica fueron los mapas y los planos trabajados a escala. Se convirtieron en aliados de los constructores y de los agricultores, de los políticos y los militares, viajeros y comerciantes, y apoyaron a los sacerdotes y sus planteamientos filosóficos. Sin embargo, al plantearse una representación del mundo más cercana a la realidad hubo problemas.

Fue así como en el siglo XX, a comienzos de la década del 60, el profesor universitario Arthur H. Robinson generó una solución. Propuso un modelo de proyección para llevar el globo terráqueo a dos dimensiones, lo más cercano a la realidad. Esa técnica se conoció como la proyección de Robinson.

Antecedentes cartográficos

Un mapa es un constructo que no solo describe una realidad, sino también la construye y la crea. Vale decir que los mapas son el resultado de observaciones de los seres humanos;  allí se representa o bien el mundo real o la realidad intervenida por la gente.

La cartografía es una ciencia y una técnica: una ciencia que estudia los mapas y las cartas geográficas, una técnica que permite elaborar dichos mapas.

Esta ciencia parte del paisaje como un concepto cultural, una elaboración humana, y trabaja sobre dos tipos de paisajes: el natural u originario, el que se ve a simple vista; y el paisaje cultural, surgido por acción dialéctica entre el pueblo y el territorio donde habita.

Inicialmente los mapas eran muy imaginativos y especulativos, se trazaban con mucha dificultad. Una de las primeras proyecciones fue la de Mercator, un personaje de principios del siglo XVI. En función de los relatos de marinos y viajeros, comerciantes y guerreros, Mercator fue confeccionando mapas de continentes e incluso del mundo.

Sin embargo, había un problema: resultaba muy difícil representar algo redondo, la Tierra, sobre una superficie bidimensional, plana.

Arthur Robinson

En 1961 la empresa Rand McNally, en Chicago, se caracterizaba por su vocación en la impresión de mapas. Esta empresa encargó a un profesor universitario el desarrollo de una fórmula para hacer mapas lo más exactos posibles.

Se trataba del doctor Arthur Robinson (1915-2004). Nacido en Montreal, Canadá, de padres estadounidenses, se formó en la Universidad de Miami y obtuvo un Doctorado en Geografía en 1947.

Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó en la División Cartográfica de Servicios Estratégicos de EE. UU. Escribió un libro titulado Elementos de cartografía, que actualmente sigue siendo texto de referencia en todas las universidades.

Presidió la Asociación Cartográfica Internacional y recibió dos condecoraciones muy importantes: la de la Sociedad Geográfica Estadounidense y la de la Sociedad Cartográfica Británica.

Robinson planteaba que los mapas son instrumentos para leer, analizar e interpretar. Permiten extender el campo de visión para ver las relaciones espaciales tanto de grandes áreas como de detalles particulares.

Características de la proyección de Robinson

Para producir un mapa hay varios pasos: reunir los datos, seleccionar los más destacados, clasificar la información, simplificarla y convertirla en símbolos.

Robinson empezó por un enfoque artístico; su primera intención era lograr un equilibrio plástico y estético. Visualizó las formas y los tamaños de las masas buscando su mejor aspecto.

Trabajó con diversas variables hasta conseguir el punto óptimo con menos distorsión. Finalmente, estableció la fórmula matemática.

El experto eligió el grado 38 norte y el 38 sur como paralelos medios. Esos puntos engloban la zona templada del planeta. Allí está la mayor parte de las masas sólidas de la Tierra y vive la mayoría de los habitantes del planeta.

Ventajas y utilidades

Con la técnica de Robinson los mapas lograron mejor equilibrio entre tamaño y forma para las zonas de alta latitud. Rusia y Canadá aparecen fieles a su tamaño, pero Groenlandia se muestra distorsionada.

Las direcciones son lo más fidedigno a lo largo de todos los paralelos y en la parte del meridiano central. Las distancias son constantes a lo largo del Ecuador, la zona central del planeta. Además, se logra una gran armonía y permite una visión plana bastante atractiva.

Por esa razón, y porque logra una gran armonía, la empresa Randy McNally convirtió por largo tiempo a la Proyección de Robinson en su estándar. También, la Sociedad National Geographic utilizó durante casi una década el método de Robinson para desarrollar sus mapas.

Tanto los mapas de National Geographic como los desarrollados por Randy McNally son referentes mundiales. Actualmente esta obra se conserva y colecciona en numerosas bibliotecas, públicas y privadas, de diferentes partes del mundo.

Desventajas

El mayor problema es que convertir una realidad esférica al ámbito plano conlleva generar una deformación de las masas que están más cercanas a los extremos.

Por ejemplo, en la proyección de Robinson Groenlandia parece del tamaño de América del Sur. Sin embargo, este territorio en realidad es apenas un poco más grande que México. Solo Brasil es cuatro veces más grande territorialmente que esa enorme isla congelada danesa.

El mapa resultante de esta técnica es pseudocilíndrico; no es conforme ni equidistante. Alarga los polos en líneas extendidas en lugar de terminar en puntos, ya que todos los meridianos se consiguen en el mismo punto en cada uno de los polos. Finalmente, la distorsión de ambos polos es total.

Quizás por ello, en 1998 otra proyección (la Winkel-Tripel) sustituyó a la de Robinson como nuevo estándar para la elaboración de mapamundis.

Referencias

  1. Azócar Fernández, Pablo (2012). Una mirada epistemológica. De la representación cartográfica del paisaje. Revista de Historia y Geografía Nº 27 / 2012. Recuperado en: revistadehistoriaygeografia.ucsh.cl
  2. Fallas, J. (2003). Proyecciones cartográficas y datum ¿Qué son y para qué sirven?.  TeleSig-Universidad Nacional. Costa Rica. Recuperado en:  ucv.altavoz.net
  3. New York Times (2004). Arthur H. Robinson, el geógrafo que reinterpretó el mapamundi. Edición impresa del Martes, 16 de noviembre. Recuperado en: elpais.com
  4. Robinson , Arthur H., Randall D. Sale, Joel Morrison, Phillip C. Muehrcke (1987) Elementos de Cartografía. Editorial Omega.  Recuperado en: docs.ufpr.br