Egberto: biografía del personaje histórico e historia en Vikings
Egberto (771-839) o Ecgberht fue un rey de Wessex desde 802 hasta 839 que povenía de una estirpe real. Fue exiliado en una acción planeada por Beorhtric y Offa de Mercia por pretender el poder, aunque retornó en 802. Su exilio transcurrió en el Imperio franco, en la corte de Carlomagno, donde se supone que estuvo trece años, antes de que fuera coronado rey de Wessex. En este periodo de tiempo pudo conocer a quien fuera rey los francos desde 768, Carlomagno.
El exilio de Egberto se produjo por constantes tensiones entre Wessex y Mercia, en un momento en el que Beorhtric se casó con la hija de Offa de Mercia. La unión conseguía unir a dos dinastías que siempre habían estado en conflicto, eran fervientes rivales y esto llevó a que Egberto se fuera exiliado, pues no le quedaba otra opción viendo sus pretensiones al trono perdidas.
Descendiente de Ine de Wessex, Egberto en 815 invadió y arrasó Cornwalles, actualmente un condado en el suroccidente de Inglaterra. Allí conquistó a los galeses que habitaban esta península.
Índice del artículo
La historia reconoce al rey Egberto como la persona que fue capaz de llevar el reino de Wessex a la cabeza de la Heptarquía Anglosajona, nombre dado antiguamente al conjunto de reinos del centro, sur y este de la isla de Gran Bretaña, con lo que le arrebató a Mercia el poder que ostentaba entre los siete reinos anglosajones de la época.
Aunque se desconocen datos precisos de los primeros años de su reinado, se supo que mantuvo el reino con total independencia de los poderosos mercianos, el reino vecino. Hacia el 825, en la batalla de Ellandum, logró derrotar a Beornwulf de Mercia y así logró tomar el control que antes ejercía Mercia sobre todo el sureste de Inglaterra.
Logró gobernar Mercia directamente derrotando a Wiglaf en 829. La derrota no duró mucho pues Wiglaf volvió a recuperar el trono solo un año después. Sin embargo, retuvo el control de territorios como Sussex, Surrey y Kent, que luego entregó a su hijo para que los gobernara.
Hay varias versiones sobre la ascendencia de Egberto. Hay una versión antigua de la Crónica Anglosajona que habla sobre su hijo Ethelwulfo. Otra versión está recogida en el Diccionario de Biográfia Nacional, donde Edwards afirma que era de origen kentiano y que se le quiso dar mayor legitimidad al atribuirle un origen de sajón occidental.
Una crónica del siglo XV asegura que su esposa se llamó Redburga, que estaba emparentada con Carlomagno (quizá era cuñada o una hermana del rey franco). Se dice también que tuvo una hermanastra, Alburga, a quien luego reconocieron como santa. Tuvo el rey dos hijos y una hija con Redburga, el primogénito fue Ethelwulfo de Wessex.
Fue en 802, cuando murió Offa de Mercia, que Egberto alcanzó el trono de Wessex, gracias al apoyo del papado y también de Carlomagno. Los Hwicce, el día de su coronación, lo atacaron; estos formaban parte de un reino independiente pero que estaba en Mercia. Más adelante los Hwicce fueron derrotados y se desconocen datos precisos del reinado en los años posteriores.
Hacia 815 la Crónica Anglosajona, una de las fuentes más fidedignas, aseguró que Egberto asoló gran parte del territorio británico, incluida Dumonnia, que según el autor era Gales del Este. Diez años más tarde, en 825, la Crónica aseguró que Egberto estaba acampando en dicho territorio.
La batalla de Ellendum marca un punto importante en la historia porque se pone fin a la dominación por parte de Mercia en el sur de Inglaterra, y fue en 825 cuando Egberto logró derrotar a Beornwulf de Mercia.
La Crónica Anglosajona cuenta que Egberto envió a Æthelwulf, su hijo, a un obispo y a una gran tropa a Kent. Luego el hijo de Egberto llevó al rey de Kent al norte del Támesis y la gran mayoría de hombres en Kent, Essex, Surrey y Sussex se rindieron a Æthelwulf.
Egberto expulsó de Essex al rey Sigeredo en el 829, aunque la fecha puede no ser exacta; se intuye porque según varios historiadores fue ese año en el que Egberto hizo una campaña contra los mercianos.
El agresor en la batalla de Ellendum pudo haber sido Beornwulf, porque el territorio del sur estaba bajo amenaza y las conexiones entre Wessex y Kenty eran una posible amenaza para usurparle a Mercia la hegemonía de dichos territorios.
Las consecuencias se vieron en que los Anglos Orientales se vieron en la necesidad de pedirle protección a Egberto. En 826 Beornwulf invadió Anglia Oriental pero luego lo mataron y su sucesor, Ludeca de Mercia, invadió de nuevo un año más tarde.
Al invadir Mercia en 829 expulsó al entonces rey Wiglaf, tras lo cual se hizo con el control de la Ceca de Londres y pudo emitir monedas como rey. Más tarde lo llamaron bretwalda, “Gran gobernante”, en un fragmento de la Crónica Anglosajona. Y en 829 los pobladores de Dore se rindieron a él. Antes sin embargo Egberto había entrado a Northumbria y la saqueó.
Uno de los puntos culminantes de su influencia en tierras galesas fue en 830, cuando dirigió una operación que resultó bastante exitosa; lo que pretendía Egberto era extender la influencia de Wessex sobre Gales, que antes había estado en la órbita merciana.
Es a partir de 830 que Egberto comienza a perder influencia y se nota en particular cuando Wiglaf regresa al poder. En Estanglia, por ejemplo, tras la debacle de Egberto, el rey Æthelstan comenzó a acuñar monedas.
El hecho de que el imperio de Wessex fuera tan exitoso gracias a Egberto, pero después perdiera tanto poder, se debió probablemente a que tenían apoyo de los carolingios. Ellos habían apoyado al rey Eardwulfo cuando quiso recuperar Northumbria en 808 y se intuye que igualmente apoyaron a Egberto en 802.
El apoyo carolingio sirvió de apoyo militar a Egberto; aunque se sabe que las redes comerciales sufrieron gran deterioro en la década de 820. También se menciona que Luis el Piadoso, quien apoyaba a Egberto, en 830 sufrió una rebelión que desencadenó variedad de conflictos internos.
Las vitorias militares de Egberto marcaron sin duda la historia política de Inglaterra. Fue el fin de la independencia de Kent y Sussex. Aunque el virrey era Æthelwulf tenía su propia casa y siempre acompañaba a Egberto a todas partes. En 836 los daneses derrotaron a Egberto, aunque dos años más tarde los derrotó a ellos y a los galeses en la Batalla de Hingston Down.
El rey Egberto murió en 839 dejando un testamento en el que según su nieto, Alfredo el Grande, dejó tierras únicamente a los hombres de su familia, evitando con ello que los bienes no se pudieran repartir a través de uniones matrimoniales.
Se ganó el apoyo de la iglesia al parecer porque su trono dejó grandes riquezas. Igualmente se dijo que había realizado algo que nadie había logrado hacer y era que su hijo, sucesor de la corona, accediera al trono de forma tranquila, pues la familia real anteriormente siempre estuvo en diversas disputas de poder.
Es notorio que Æthelwulf ya había ganado una gran experiencia manejando el reino de Kent durante un tiempo, así que cuando sucedió a su padre en Wessex las cosas se le facilitaron mucho.
El rey Egberto fue enterrado en Winchester, donde también se enterraron tanto su hijo, como su nieto Alfredo el Grande y el bisnieto Eduardo el Viejo.
El Rey Egberto en la serie Vikings se muestra como un hombre mundano y ambicioso, que se formó en la corte del emperador Carlomagno. Egberto es de mente abierta, con mucha fuerza y resolución para usar sus cualidades en momentos decisivos. Desarrolla un gran respeto por su amigo y aliado Ragnar Lodbrok.
Personalidad
El rey Egberto se vale de una máscara de amabilidad y comprensión para ocultar su cara menos confiable, la de un ser ambicioso, sin escrúpulos y egoísta. Al rey no le preocupa nadie, incluso está dispuesto a sacrificar a su propio hijo con tal de conseguir lo que desea.
Lathgertha es la primera que descubre su ser egoísta después de convivir algún tiempo con él. El rey Aelle lo enfrenta porque conoce su deseo de acceder al trono de Mercia y por su relación con Judith. Kwenthrith no sabe cómo Egberto puede dormir en las noches con tanta maldad a cuestas y decide matarlo, pero sus intentos son en vano.
Buen trato a Athelstan
Egberto se muestra bastante amable con Athelstan, tanto así que lo salva, le brinda su confianza y le da un lugar en la corte. El rey y Ragnar le piden que se quede en Wessex.
Egberto cree que Athelstan es un santo y dice que la pérdida de su primera esposa le ha dejado un daño irreparable, que en gran medida es el hombre actual debido a esas heridas del pasado.
Después de haber salvado al monje Athelstan de su crucifixión, el rey Egberto lo considera como un espíritu afín. Lo designa para que custodie sus tesoros de antiguas reliquias romanas y documentos, y después el monje será quien le devele algunas estrategias de batalla leídas en esos pergaminos.
Egberto usará todo el conocimiento militar de César para su incursión en Wessex con las fuerzas de Ragnar, Lathgertha y el rey Horik. Aliado con el rey Aelle, Egberto lanza sus tropas a combate tanto con caballería como infantería. El otro bando es derrotado y Aelle muestra gran admiración hacia las tácticas de Egberto.
Liberación de Rollo
Más adelante discuten sobre lo útil que puede ser tener detenido a Rollo. Egberto negocia con Ragnar su liberación a cambio de 5000 acres de tierra fértil, así como oro y plata. Igualmente, el rey podrá reclutar una gran tropa vikinga para recuperar el reino de Mercia para la princesa Kwenthrith.
Egberto se reúne con los vikingos para elaborar las condiciones de un acuerdo. Les explica que deben luchar para devolver Kwenthrith al trono de Mercia. Athesltan y Lathgertha se quedan para trabajar las tierras de Egberto mientras Ragnar y los demás salen a luchar por Mercia.
Athelstan ha comenzado a interesarse por Judith, y Egberto espera que esta nueva relación lo haga quedarse en Wessex. Por su parte, el rey comparte lecho con Lathgertha y le obsequia regalos. Trata de convencerla para que se quede, pero ella le dice que no puede, ya que sabe que la única preocupación del rey es él mismo.
Egberto envía a su hijo para proteger a Kwenthrith de una rebelión. Sin embargo, ella se da cuenta de que el rey solo desea el reino de Mercia para él, así que trata de matar a uno de sus hombres, aunque finalmente muere.
Cuando el rey se entera de que Ragnar es capturado regresa a su castillo y entra en cólera con su hijo. Después entablan una conversación en la celda y Ragnar le exige que lo mate. Vemos cómo se respetan mutuamente y la admiración que sienten el uno por el otro.
La estrategia
El rey se da cuenta de que Ragnar pide que lo mate como una estrategia, pues quiere que su hijo lo vengue. Ragnar le promete que sus hijos no atacarán Wessex, así que Egberto acepta y perdona a Ivar.
Después de que el rey Aelle mata a Ragnar, Egberto está devastado y, desesperado, le pide a su hijo que destruya al Ejército Pagano. Tiene además un plan: coronar a Aethelwulf como rey de Mercia y Wessex.
Se queda en la ciudad con Edmund y hace un trato con Björn. La intención es detener a los vikingos para tener tiempo de evacuar a toda su familia. Edmund es asesinado por Hvitserk y les deja la tierra a los hijos de Ragnar. Más adelante Egberto se suicida en su baño.
- Burton, E. (1909). Egbert. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company. Recuperado de newadvent.org
- Eledelis (2015). Personajes serie Vikingos (V): el Rey Egberto de Wessex, Ethelwulfo de Wessex y el Jarl Borg. Recuperado de thevalkyriesvigil.com
- FANDOM (s.f.). Egberto. Recuperado de vikings.fandom.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica (s.f.). Egbert. King of Wessex Recuperado de britannica.com
- Wikipedia (2019). Ecgberht, King of Wessex. Recuperado de en.wikipedia.org