¿Por qué se consideran originarias las civilizaciones mesoamericanas y andinas?
Las civilizaciones mesoamericanas y andinas se consideran originarias porque no tuvieron influencia de otras culturas para su formación.
Estas civilizaciones fueron producto de procesos culturales complejos y prolongados que promovieron la formación de núcleos civilizatorios independientes de la influencia de otros núcleos poblados.
El desarrollo de estas supuso invenciones que transformaron tanto la existencia de quienes las crearon como los estilos de vida de otras personas en una variedad de ámbitos.
Con las civilizaciones originarias de Mesoamérica y los Andes nació la vida urbana en el Nuevo Mundo. Esto significó el desarrollo de nuevas formas de organización social, política, económica y religiosa.
Entre los cambios destacan: adquisición de novedosas técnicas, división del trabajo, creciente estratificación social, creaciones artísticas, avances tecnológicos, organización militar, establecimiento de tributos, y otros.
Desarrollo de las civilizaciones mesoamericanas y andinas
Hace unos 8000 años, los habitantes nativos del continente americano comenzaron la transición de un estilo de vida nómada a uno más sedentario y permanente.
Donde se hizo más evidente esta transición fue específicamente en partes de México y Centroamérica (región mesoamericana) y partes de Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, y Argentina (región andina).
Hacia comienzos del 3000 a.C, las sociedades en estas regiones eran más sofisticadas, con un desarrollo distintivo de estilos artísticos y arquitectónicos. Para esa época, la civilización chavín había florecido al norte del Perú, mientras que la olmeca había hecho lo propio en el Golfo de México.
Luego sucedieron otras, algunas de las cuales llegaron a ser grandes imperios. Las culturas peruanas más destacadas antes del surgimiento del imperio inca fueron la moche, sicán, nazca, huari, y la tiahuanaco.
Por su parte, previo a la gran civilización azteca-mexica, sobresalieron los teotihuacanos y los mayas.
El Imperio inca se inició en el Cuzco, y su influencia se extendió desde la parte este de la cordillera de los Andes al Océano Pacífico. Esta civilización asimiló otras culturas, e inculcó valores y creencias incaicas a los que vivían dentro del reino.
Por su parte, los aztecas se asentaron en la cuenca de México, ejerciendo un control territorial en el norte de Mesoamérica durante más de dos siglos.
Características de las civilizaciones mesoamericanas y andinas
Estas dos civilizaciones, aunque con distintos orígenes, compartían ciertas características como, por ejemplo, las construcciones monumentales.
Los mesoamericanos construían pirámides con grandes plazas, mientras que los andinos edificaban estructuras con forma de U.
Los mercados públicos eran comunes, pero para los primeros los objetos más preciados eran las piedras de jade, el cacao y la roca volcánica obsidiana; para los segundos, las conchas, textiles y artículos de metal.
Además, otros aspectos como la alimentación, religión y la práctica de sacrificios rituales eran muy similares. Así, ambas culturas privilegiaban el maíz y la calabaza en sus dietas.
Tanto mesoamericanos como andinos eran panteístas; es decir tenían la creencia de que todo el universo material era una manifestación de los dioses. Además, ambas culturas ofrecían sacrificios a sus deidades.
Estos incluían, en el caso de la civilización mesoamericana, animales y seres humanos. La civilización andina raramente realizaba sacrificios humanos.
Referencias
- Literaturas de Anahuac y del Incario: La expresión de dos pueblos del sol. México: Siglo XXI.
- Mesoamerican civilization. Recuperado de britannica.com.
- Latin America in Colonial Times. New York: Cambridge University Press.