Cultura general

Argumentos lógicos: definición, características, ejemplos


¿Qué son los argumentos lógicos?

Un argumento lógico es aquel que se basa en la capacidad de razonar del receptor. Ya sea en textos escritos u oralmente, las personas utilizan argumentos para tratar de convencer a su interlocutor de una idea. Estos argumentos están conformados por dos o más premisas de las que se extrae una consecuencia.

En el caso de los argumentos lógicos, la conclusión debe ser consecuencia lógica de las propias premisas. Además, debe tener consistencia ser convincente. En ese sentido, otro de los factores que caracterizan a los argumentos lógicos es que sean deductivos.

A pesar de eso, la conclusión no tiene que ser necesariamente cierta, ya que pueden aparecer errores a la hora de sacarlo o caer en lo que se denomina falacia. Estas extraen conclusiones erróneas partiendo de premisas veraces.

A la hora de desarrollar un argumento de este tipo, el emisor recurre a las relaciones entre las premisas, formando así un silogismo. En líneas generales, para dotar de más fuerza a la conclusión se suele recurrir a factores como la evidencia, la ciencia o que haya sido defendida por una autoridad en la materia.

Características de los argumentos lógicos

Una de las bases de toda argumentación lógica son las relaciones entre distintos conceptos. Entre ellos se encuentra las de causa-efecto, concreto-abstracto o condición resultado.

La presentación más común del argumento lógico es el silogismo. Este está compuesto por dos premisas de la que se extrae una conclusión lógica.

Muchos de estos argumentos se refuerzan mediante herramientas probatorias como la inclusión de hechos sobradamente conocidos como ciertos, las teorías científicas o las afirmaciones de las autoridades en la materia en concreto.

Argumento lógico deductivo

El hecho de que la deducción extraída de las premisas sea válida, eso no significa que la conclusión sea cierta. La condición de argumento deductivo válido solo necesita que la conclusión tenga lógica partiendo de las premisas establecidas.

Por otra parte, cuando la conclusión se deduce de premisas verdaderas, el argumento se clasifica como sólido.

Clases de argumentos lógicos racionales

Una de las clasificaciones de los argumentos lógicos es la siguiente:

  • Razonamiento por analogía: para desarrollarlo, el emisor recurre al parecido existente entre dos conceptos, ideas o seres. A partir de esa semejanza, establecer que si algo es cierto para uno, también debe serlo para los dos. Así, por ejemplo, este argumento es el utilizado cuando se encuentran restos arqueológicos en una zona que se parecen a los de otra zona. Con esto, se deduce que fueron fabricados por la misma cultura.
  • Razonamiento por generalización: se parte de casos parecidos para afirmar datos comunes a todos ellos. Un ejemplo sencillo sería que si las personas que toman carne tienen colesterol y resulta que Juan come carne, entonces Juan debe tener colesterol.
  • Razonamiento por signos: en este caso, se usan indicios que parecen apuntar a la existencia de un hecho. Es muy común en el caso de los síntomas de algunas enfermedades. Así, si se tiene fiebre, frío y tos, es posible que esté resfriado.
  • Razonamiento por causa: En estos argumentos, el emisor utiliza la causalidad para reforzar su conclusión. Un ejemplo podría ser afirmar que María es bajita y débil porque su madre bebió alcohol durante el embarazo.

Tipos de argumentaciones

Según un criterio diferente, los argumentos lógicos también pueden dividirse en los siguientes tipos:

  • De acuerdo a la persuasión que consiga: en este sentido, se pueden dividir entre los argumentos débiles, que son fácilmente rebatibles; los argumentos sólidos, cuya fortaleza los hace difícil de rebatir; o los irrefutables, aquellos que son imposible de desmentir.
  • De acuerdo a su validez formal: este tipo depende de la adaptación del argumento a la lógica más rigurosa. En este sentido, pueden existir argumentos válidos o inválidos.
  • Dependiendo del contenido del mismo: En líneas resumidas, este tipo de argumentos se dividen según las categorías culturales y sociales. Aunque pueden varias dependiendo de varios factores, los principales son:
    1. Los tópicos de la existencia, que afirma que siempre se prefieren las cosas presentes a las que no existen.
    2. Tópicos de utilidad: lo útil se impone ante lo inútil o lo que no es productivo.
    3. Tópicos de moralidad: en este caso, el argumento se centra en el seguimiento de las ideas morales tradicionales.
    4. Tópicos de la cantidad: este sesgo en los argumentos establece que es más convincente aquello que abunda frente a lo que escasea.
    5. Tópico de la calidad: siempre se tiende a valorar de manera más positiva aquello que presenta mejor calidad.

Peligro de falacias

Uno de los riesgos que presentan los argumentos lógicos son las llamadas falacias. Estas se caracterizan por llegar a una conclusión falsa partiendo de premisas ciertas.

La principal causa es un error al extraer la conclusión lógica de esas premisas ciertas. Entre los ejemplos de estas falacias se encuentran los siguientes:

– Pedro tiene barba
Pedro es un hombre
Por lo tanto, todos los hombres tienen barba

– Cuando llueve, la calle se moja
La calle está mojada
Por lo tanto, debe haber llovido (no tiene en cuenta otras posibilidades como el riego).

Ejemplos de argumentos lógicos

A continuación se puede observar una serie de argumentos lógicos:

Ejemplo 1

  1. Todos los hombres son mortales (primera premisa).
  2. Sócrates es hombre (segunda premisa).
  3. Por lo tanto Sócrates es mortal (conclusión).

Ejemplo 2

  1. Todos los científicos son inteligentes (primera premisa).
  2. Antonio es un científico (segunda premisa).
  3. Antonio es inteligencia (conclusión).

Ejemplo 3

  1. Los leones comen carne (primera premisa).
  2. Los animales que comen carne son los carnívoros (segunda premisa).
  3. Los leones son carnívoros (conclusión).

Ejemplo 4

  1. Las naranjas son frutas (primera premisa).
  2. Las frutas poseen vitaminas (segunda premisa).
  3. Las naranjas tienen vitaminas (conclusión).

Ejemplo 5

  1. Todos los números que terminan en 0 o en 5 son divisibles entre 5 (primera premisa).
  2. 35 termina en 5 (segunda premisa).
  3. 35 es divisible entre 5 (conclusión).

Ejemplo 6

  1. Para poder graduarse, los estudiantes deben aprobar todas las asignaturas (primera premisa).
  2. Ana tiene todas las asignaturas aprobadas (segunda premisa).
  3. Ana logrará graduarse (conclusión).

Ejemplo 7

  1. Los reptiles son animales de sangre fría (primera premisa).
  2. Las serpientes son reptiles (segunda premisa).
  3. Las serpientes tienen sangre fría (conclusión).

Ejemplo 8

  1. El domingo no tengo que ir al trabajo (primera premisa).
  2. Hoy tengo que ir al trabajo (segunda premisa).
  3. Entonces, hoy no es domingo (conclusión).