Cultura general

Responsabilidad (qué es, concepto, significado, ejemplos)


¿Qué es la responsabilidad?

La responsabilidad es aquel valor de una persona que toma decisiones de forma consciente asumiendo las consecuencias que se deriven de ellas. Todas nuestras palabras y actos tienen consecuencias para los demás.

Las personas pueden sentirse heridas o alegres por lo que les decimos; pueden pensar que han sido engañadas, agredidas u ofendidas por algo que hemos hecho.

Ser responsable consiste en tener una clara conciencia de ello, y pensar bien en los efectos que nuestros actos o palabras pueden producir antes de realizarlos o pronunciarlas.

Ser responsable también significa hacernos cargo de las consecuencias negativas de nuestros actos o palabras. Pedir disculpas, reconocer que se ha actuado mal, devolver algo que tomamos sin permiso o retractarse de lo dicho son manifestaciones de una actitud responsable.

La responsabilidad también se relaciona con la autonomía personal: ser capaces de cumplir con nuestras obligaciones y tomar las decisiones correctas por nosotros mismos, sin que nadie nos supervise o nos esté recordando constantemente lo que debemos hacer.

Valor de la responsabilidad

La responsabilidad es la base de una convivencia pacífica. Si las personas no se comportaran responsablemente, en la sociedad reinaría el abuso, la agresión, el robo, el engaño, la ley del más fuerte y sería imposible una convivencia pacífica; estaríamos en guerra constantemente.

Las sociedades civilizadas y prósperas se basan en el reconocimiento de los derechos y deberes de cada individuo. Los derechos tienen que ver con lo que nos pertenece y podemos exigir; los deberes son las responsabilidades que debemos cumplir.

El incumplimiento grave de una responsabilidad, como en el caso de un delito, puede conducir a la cárcel, es decir, a la pérdida del derecho a la libertad.

Responsabilidad respecto a nosotros mismos

Somos responsables de nuestras palabras, actos y elecciones, de esforzarnos por cumplir nuestros sueños y deseos, de cuidar de nuestra salud tanto emocional como física, y de elevar nuestra autoestima.

Responsabilidad respecto a nuestras tareas

Somos responsables de poner nuestro mayor esfuerzo para cumplir con los deberes de la escuela y los del hogar: recoger nuestros juguetes, tender la cama, etc.

Responsabilidad respecto al dinero y el consumo

Somos responsables de gastar adecuadamente el dinero que nos asignan nuestros padres, de cuidar los objetos propios (ropa, juguetes, útiles escolares) así como los que pertenecen a los demás miembros de la casa y los compañeros de la escuela.

Responsabilidad respecto a los demás

Somos responsables de cómo hablamos y actuamos con los demás: compañeros de escuela, maestros, profesores y familia. Debemos ser respetuosos, colaboradores y tolerantes.

Ejemplos de responsabilidad

Tener el valor de pedir disculpas

Muchas veces nos equivocamos. Todos se equivocan muchas veces a lo largo de la vida. Pero solo las personas responsables tienen el valor de reconocerlo y pedir disculpas a los afectados.

Dar la cara cuando las cosas no salen bien

Supongamos que estamos jugando al fútbol en la calle y el balón va directo a la ventana de uno de los vecinos y la rompe. Si huimos junto con nuestros compañeros de juego, estaríamos siendo irresponsables. Lo correcto es presentarse ante el vecino afectado y acordar una solución.

Pensar antes de hablar o actuar

A veces ser responsable puede consistir también en no hacer, no actuar, detenerse, abstenerse. Pensar, pensar dos veces antes de actuar o hablar ayuda mucho a no caer en situaciones que pueden perjudicarnos, dañar a otros y de las cuales luego nos arrepentimos.

Tener la voluntad de cumplir con nuestros deberes

Todos hemos sentido pereza. En muchas ocasiones preferiríamos hacer lo que más nos gusta en lugar de cumplir con nuestras obligaciones. Pero la persona responsable tiene la fuerza de voluntad suficiente como para vencer la pereza y las tentaciones y llevar a cabo sus tareas.

Tener consideración por los sentimientos de los demás

Todos tenemos derecho a expresar lo que sentimos y necesitamos, incluso si se trata de sentimientos desagradables, como la ira o la frustración.

Sin embargo, al momento de expresarnos debemos tener en cuenta a la persona a la cual le hablamos. Expresar nuestras emociones no debe significar hacer daño al otro. Una persona responsable es una persona asertiva.

Responsabilidad civil

Cada persona es responsable de sus actos y palabras ante los miembros de la sociedad en la que vive.

Por ejemplo, si tenemos un perro bravo y no cuidamos bien de él y un día muerde a una persona en la calle, somos responsables de esa agresión y debemos hacernos cargo de los gastos médicos que la víctima requiera.

Si un médico le receta la medicina incorrecta a un paciente, y por eso le causa daño, el médico debe responsabilizarse por su mala práctica de la medicina.

Responsabilidad social

Se trata de que las personas y las empresas se hagan cargo de las consecuencias que sus actos tienen sobre el medioambiente.

Por ejemplo, sabemos que malgastar la energía eléctrica tiene efectos negativos sobre la salud de nuestro planeta. Sabemos también que a causa del cambio climático, ciertas partes del mundo sufren de escasez de agua. Así, pues, somos responsables de ahorrar energía eléctrica y no despilfarrar el agua.

Por su parte, las empresas deben saber si la actividad económica que realizan afecta al medioambiente y en qué grado. Y si la respuesta es positiva, son responsables de tomar las medidas adecuadas para limitar el daño.

Responsabilidad fiscal

Todas las personas que trabajan y generan dinero tienen la responsabilidad de pagar impuestos al Estado. Igual ocurre con las empresas.

Los impuestos constituyen una porción de los ingresos de particulares y empresas que el Estado emplea para satisfacer necesidades comunes: seguridad, vías de transporte en buen estado, hospitales bien dotados y operativos, etc.

Responsabilidad afectiva

Se refiere a cómo hacemos sentir a los demás con las cosas que decimos y hacemos.

Mentir, romper una promesa, hablar de manera descortés o maleducada, descargar nuestros sentimientos de frustración con personas que nada tienen que ver con el origen de los mismos, son conductas que hacen daño a los demás.

Ser afectivamente responsable quiere decir expresar nuestras emociones y necesidades con respeto hacia las emociones de los demás. La persona responsable a nivel afectivo se hace cargo de sus sentimientos y comprende que los vínculos con los demás requieren de cuidado mutuo.

Responsabilidad limitada

La responsabilidad limitada define un tipo de sociedad mercantil en la que el capital aportado por los socios es el único que puede ser utilizado en casos de quiebra. Es decir, el capital personal (como la casa o las cuentas bancarias personales) queda protegido por la ley.

En casos de quiebra, lo único que pierden los socios es lo que invirtieron en la sociedad.

Referencias

  1. (2010). Britannica Enciclopedia Moderna.
  2. (2020). Diccionario de la lengua española. Tomado de dle.rae.es.
  3. Proceso de responsabilidad fiscal (2020). Diccionario panhispánico del español jurídico. Tomado de dpej.rae.es.
  4. Cajiga Calderón, J.F. (s/f). El concepto de responsabilidad social empresarial. Tomado de cemefi.org.
  5. Esteban, E. (2020). La responsabilidad. Educar en valores a los niños. Tomado de guiainfantil.com.
  6. Alcaraz, M. (2021). Qué es la responsabilidad afectiva y por qué no puedes huir de ella. Tomado de abc.es.