Historia

Ramón Castilla: biografía, características y obras


Ramón Castilla (1797-1867) fue un político peruano que ocupó en varias ocasiones la presidencia del país. Nacido en el todavía Virreinato del Perú, bajo dominio español, Castilla se enroló en el ejército realista y, en un primer momento, luchó contra los independentistas de la Patria Vieja chilena.

Años después, Castilla cambió su postura y se unió a las tropas de San Martín y, más tarde, de Simón Bolívar. Una vez conseguida la independencia, participó en las guerras civiles y revoluciones que se dieron en el territorio durante bastantes años.

Su primer mandato presidencial comenzó en 1845, convirtiéndose en el primer mandatario capaz de completar la legislatura completa de seis años que marcaba la Constitución. En 1855 asumió por segunda vez el cargo, primero como Presidente Provisorio y luego Constitucional. Además, ocupó la presidencia provisionalmente durante unos días en 1863.

Los gobiernos de Ramón Castilla se caracterizan por la búsqueda de la estabilidad institucional, económica y política del país. Está considerado como un político caudillista, pero también como el primer presidente progresista e innovador del país. Entre sus logros destacan la mejora de la educación y la abolición de la esclavitud.

Índice del artículo

Biografía

Ramón Castilla y Marquesado nació el 31 de agosto de 1797 en San Lorenzo de Tarapacá. En esa época, esa región se encontraba en el Virreinato del Perú, bajo dominio de la Corona española.

Según las crónicas, Ramón tuvo que ayudar a su padre en su trabajo como leñador. Además, se cuenta que realizaba continuos viajes al desierto para recoger ramas de algarrobos.

Con 10 años de edad, el niño se trasladó a Lima para estudiar, bajo la protección de su hermano Leandro. Pocos años después, empezó a vivir el la ciudad chilena de Concepción.

Entrada en el ejército

También junto a su hermano Leandro, el joven Ramón se enroló en el ejército realista en 1812. A pesar de que solo tenía 15 años, entró varias veces en combate durante las campañas contra la Patria Vieja chilena, que buscaba la independencia. Tras derrotar a los insurrectos, Castilla recibió en 1816 su despacho como cadete.

Todavía como miembro del ejército colonial, Ramón Castilla fue hecho prisionero cuando contaba con 20 años de edad. Su captura se produjo durante la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817. El joven fue enviado un campo de detención en Buenos Aires, aunque consiguió escapar poco después.

Regreso a Perú

El regreso de Castilla a Perú después de escapar de su cautiverio no fue nada sencillo. Desde Buenos Aires tuvo que dirigirse a Montevideo y, luego, a Río de Janeiro.

Desde la ciudad brasileña comenzó un periplo que lo llevó a atravesar el Mato Grosso  hasta Santa Cruz de la Sierra, hoy Bolivia. En total, el viaje duró 5 meses, atravesando 7 mil millas.

Una vez de regreso, Castilla se reincorporó al ejército realista. En 1820 pasó a ser miembro del regimiento de Dragones de la Unión, ubicado en Arequipa.

Fue en esas fechas cuando el militar cambió su posición política. Así, se ofreció primero a Torre Tagle y, después, a San Martín para luchar en sus filas. En un principio, los líderes independentistas lo sometieron a interrogatorios para comprobar su sinceridad. Tras convencerlos, se incorporó en 1822 a los Húsares de la Legión Peruana.

Independencia

En 1824, Castilla ingresó en el ejército dirigido por Simón Bolívar. El militar jugó un papel importante en la batalla de Ayacucho, por la que Perú logró su independencia. Así, Sucre mencionó en sus crónicas que Castilla fue el primero en entrar al campo realista, sufriendo heridas durante el combate.

Durante su estancia en el hospital, tuvo la oportunidad de reencontrarse con su hermano Leandro, quien había permanecido leal a las tropas realistas.

Un año después, en 1825, volvió a su provincia natal, para visitar a su familia. Durante el trayecto pudo conocer a Bolívar en Arequipa. El Libertador lo nombró subprefecto de la provincia de Tarapacá como reconocimiento a sus servicios. En la propia Arequipa contrajo matrimonio con Francisca Díez Canseco.

Revoluciones republicanas

Castilla se convirtió en 1825 en uno de los primeros cargos públicos que rompió con Bolívar, después de que este promulgara la Constitución Vitalicia.

Una vez que cambió el gobierno, con José de la Mar como presidente, Castilla fue enviado a Arequipa para preparar a las tropas ante el inminente conflicto con la Gran Colombia. Durante su estancia en esa ciudad, descubrió y desmanteló una conspiración dirigida por el presidente de Bolivia para segregar a los departamentos del sur.

En 1830 se trasladó a Lima, donde fue nombrado edecán por el presidente Agustín Gamarra. Posteriormente, fue enviado a Cuzco para acabar con una insurrección que buscaba establecer un sistema federal. Tras acabar con esta rebelión, avanzó hasta la frontera boliviana y asumió la jefatura del Estado Mayor.

De regreso a Lima, Castilla se enfrentó con el presidente Gamarra, lo que le valió una acusación por conspiración. Por esta fue encarcelado, aunque logró huir y exiliarse en Chile en marzo de 1833. A su vuelta a Perú, respaldó la proclamación de Orbegoso como presidente provisional.

En los dos años siguientes, el país continuó inmerso en una gran inestabilidad política, con continuas rebeliones y cambios de gobierno.

Confederación Perú-Boliviana

Durante el conflicto provocado por el proyecto de establecer una Confederación entre Perú y Bolivia, Castilla se posicionó entre los que estaban en contra. La guerra entre ambos bandos duró entre 1836 y 1839, finalizando con la victoria de los opositores a la Confederación.

Castilla participó en varias de las batallas durante la guerra, consiguiendo ascensos y ganar popularidad en su país. Fue durante este conflicto cuando se hizo famosa su frase “¡No hemos venido a correr!”.

Cuando finalizó la guerra, Castilla se convirtió en ministro general, primero, y ministro de la Guerra y Hacienda, después, en el segundo gobierno de Gamarra. Apoyó al dirigente en su propósito de invadir Bolivia, aunque fue derrotado en Ingavi. Castilla fue capturado y permaneció como prisionero en Oruro.

Al terminar el enfrentamiento con Bolivia, Castilla volvió a Perú. Durante el periodo llamado Anarquía Militar, entre 1842 y 1845, se enfrentó a Vivanco, al que derrotó en la batalla de Carmen Alto.

Con esta victoria, el vicepresidente del momento, Manuel Menéndez, procedió a convocar elecciones. El elegido para el cargo fue Ramón Castilla.

Primer gobierno de Ramón Castilla

Ramón Castilla asumió el cargo en 1845. El país se encontraba en muy mala situación, agotado por las continuas luchas entre los caudillos militares.

Por fortuna para el nuevo gobernantes, la venta de guano a Europa le permitió obtener ingresos suficientes para comenzar a mejorar el país. Con ese dinero pudo poner en marcha numerosas obras públicas, mejorando las infraestructuras. Igualmente, logró calmar la situación política.

Elecciones de 1850

Las siguientes elecciones se celebraron en 1850. Castilla apoyó al general José Rufino Echenique, candidato de los sectores conservadores.

Echenique logró vencer en unas votaciones que están consideradas como el primero proceso electoral de Perú. A pesar de tratar de seguir los pasos de Castilla, el gobierno de Echenique se vio envuelto en varios casos de corrupción. El más grave fue el escándalo de la consolidación de la deuda interna.

La revolución liberal de 1854

El mencionado escándalo provocó que Domingo Elías se levantara en armas contra el gobierno en enero de 1854, aunque fue derrotado por las tropas gubernamentales.

Sin embargo, no fue la única rebelión que se produjo, ya que el entonces mariscal Castilla lideró a un grupo de jóvenes liberales que trataban de acabar con la presidencia de Echenique.

La insurrección ganó pronto el apoyo de buena parte del país, desembocando en una auténtica guerra civil.

Castilla se declaró presidente provisorio, decretando la abolición del tributo indígena en julio de 1854. Después, derrotó a los partidarios de Echenique en Izcuchaca, tras lo que firmó el decreto que abolía la esclavitud en el país, algo que provocó una reacción adversa por parte de los hacendados.

La batalla definitiva se libró en los alrededores de Lima. El 5 de enero de 1855, la revolución contra Echenique se proclamó victoriosa.

Presidencia Provisoria (1855-1858)

Castilla presidió el gobierno provisional surgido tras la rebelión en contra de Echenique. Se trató de un ejecutivo de marcado carácter liberal, que tomó medidas tan importantes como la libertad de prensa.

Una de las primeras decisiones tomadas por el nuevo gobierno fue la convocatoria de elecciones constituyentes. Esas elecciones fueron las primeras con sufragio directo y universal, ya que se eligieron representantes al Congreso en lugar de a los Colegios Electorales, como sucedía hasta entonces.

La Convención Nacional surgida de las elecciones se constituyó el 14 de julio de 1855. Castilla fue ratificado como Presidente Provisorio. Sin embargo, la forma de ser autoritaria del presidente hizo que pronto rompiera con los liberales y los sustituyese por hombres de su confianza.

Guerra civil de 1856-1858

A pesar de la ruptura de Castilla con los liberales, los sectores conservadores del país se organizaron para derrocarlo. El líder de la rebelión fue Manuel Ignacio de Vivanco.

El inició del levantamiento fue el 31 de octubre de 1856, en Arequipa. Los conjurados quemaron un ejemplar de la recién promulgada Constitución y comenzaron el ataque a las tropas gubernamentales.

En un primer momento, los rebeldes, que dominaban la marina, intentaron dirigirse por mar hacia el norte, pero no triunfaron en su intento de unir a esa parte del país a su rebelión. Tras esto, marcharon hacia el Callao para intentar tomar la población. De nuevo, su intentó fue infructuoso.

Estos fracasos provocaron que la rebelión quedara limitada a Arequipa. Los partidarios de Castilla sitiaron la ciudad, produciéndose sangrientos enfrentamientos.

El presidente en persona se puso al frente del ejército y llegó por mar a Arequipa. Durante nuevo meses, las tropas gubernamentales mantuvieron sitiada a la ciudad. El 5 de marzo de 1558, Castilla ordenó un ataque masivo que acabara con la resistencia. Tras horas de lucha, que provocó numerosas bajas, los rebeldes fueron vencidos.

Segunda Presidencia Constitucional (1858-1862)

Aunque la rebelión había fracasado, Castilla decidió acabar con la presencia liberal en su gobierno. La Convención Nacional fue disuelta y el Presidente convocó nuevas elecciones.

El resultado confirmó a Ramón Castilla como Presidente Constitucional por un nuevo mandato de cuatro años.

Guerra con el Ecuador

Las tensiones con Ecuador habían comenzado ya en 1857, ya que este país, con el fin de saldar su deuda con sus acreedores británicos, había cedido territorios que Perú consideraba propios.

Tas alguna gestiones diplomáticas, ambos países rompieron relaciones y el Congreso peruano autorizó a Castilla a usar todos los medios disponibles para obtener satisfacciones por parte de Ecuador.

El bloqueo de la costa ecuatoriana efectuado por las fuerzas navales peruanas fue muy efectivo. En agosto de 1859, Ecuador firmó un armisticio con Perú. El tratado de Mapasingue puso fin al conflicto.

Las elecciones de 1862

Ramón Castilla aún ocupó la presidencia de Perú en otra ocasión. Las elecciones de 1862 habían llevado al poder al mariscal Miguel de San Román, al que Castilla había apoyado. Sin embargo, el nuevo mandatario falleció el 3 de abril de 1863 tras apenas seis meses de gobierno.

Castilla asumió de nuevo el cargo de manera interina, ya que ninguno de los vicepresidentes se encontraban en Lima. Muchos temieron que Castilla aprovechara para perpetuarse en el poder, pero tan solo ocupó el puesto durante unos días, hasta que Canseco, segundo vicepresidente, regresó a la capital.

Últimos años

La carrera política de Castilla no terminó con esa presidencia interina. En 1864, fue elegido senador por Tarapacá, así como presidente de su cámara. Pronto, empezó a mostrar su descuerdo con la política exterior del nuevo gobierno.

Castilla fue apresado y desterrado en Gibraltar en febrero de 1865. Sin embargo, su popularidad en Perú provocó que estallara una rebelión en contra del gobierno, que acabó siendo derrocado.

A su vuelta a Perú, el 17 de mayo de 1966, recibió un homenaje en Lima. Sin embargo, sufrió un nuevo exilio por su oposición al presidente Mariano Ignacio Prado, esta vez en Chile. Desde allí, trató de rebelarse en defensa de la Constitución de 1860, que el gobierno planeaba sustituir por la de 1867, más liberal.

Castilla protagonizó un desembarco en Tarapacá. Su intención era recuperar el poder, pero falleció mientras se dirigía hacia Arica, el 30 de mayo de 1867. Sus últimas palabras fueron: «Un mes más de vida Señor y haré la felicidad de mi patria, sólo unos días más».

Características de su gobierno

Ramón Castilla está considerado como uno de los máximos representantes del caudillismo militar peruano. Sus gobiernos basculaban entre el autoritarismo y la promulgación de medidas liberales, como la libertad de prensa.

Fue elegido Presidente Constitucional en dos ocasiones, ocupando el cargo interinamente durante otros periodos. Nunca dudó en levantarse en armas cuando consideraba que era lo mejor para su país.

Estabilidad institucional y económica

Cuando Castilla llegó al gobierno por primera vez, en 1845, el país pasaba por una étapa caracterizada por la lucha entre caudillos militares.

El primer objetivo del nuevo gobierno fue acabar con esa inestabilidad y, además, aprovechar las posibilidades que ofrecía la venta de guano para mejorar la economía. Se trataba por restablecer el orden y aumentar los derechos individuales de los ciudadanos.

Los beneficios obtenidos al vender el guano se destinaron a la mejora de las infraestructuras, algo que redundó en mejores datos económicos.

Castilla presentó el primer presupuesto de la República, pagó la deuda externa (excepto la que mantenía con España) y creó un sistema de consignaciones para la venta de susodicho guano.

Política internacional americanista

La política exterior de Castilla está considerada por los expertos como “americanista”. El político quiso que Perú empezara a cobrar importancia entre los países del continente.

Para ello abrió embajadas en los Estados Unidos, Inglaterra, Chile, Bolivia y Ecuador, además de consulados en Francia y Bélgica.

Igualmente, estableció una especie de alianza de defensa entre los países latinoamericanos ante la posibilidad de un ataque exterior.

El motivo fue la denominada Expedición Flores, que pretendía establecer en Sudamérica una monarquía, con un príncipe Borbón español al frente. Castilla consiguió que cualquier ataque a un país de la región tuviera una respuesta conjunta.

Ámbito educativo

Otro de los asuntos tratado por los gobiernos de Ramón Castilla fue la modernización de la educación en Perú. En 1850 estableció el primer Reglamento sobre el tema, asumiendo el Estado la dirección de la enseñanza en el país.

Dentro de las medidas establecidas destaca la extensión de la instrucción primaria, además de hacerla gratuita. A pesar de eso, la falta de presupuesto provocó que se construyeran menos escuelas de las previstas.

Igualmente, organizó las universidades y que los Colegios Mayores se incorporasen a la Universidad.

Constitución moderada de 1860

Aunque Castilla ya había participado en la promulgación de la Constitución de 1856, de carácter liberal, cuando tuvo oportunidad impulsó la elaboración de otra Carta Magna más moderada.

Durante su segundo mandato ordenó al Congreso que redactara una nueva Constitución, que fue promulgada en 1860. La legislación aprobada recogía el establecimiento de la pena de muerte o el regreso al sistema de votación indirecta. Igualmente, confirmó el predominio de la religión católica y prohibió la reelección presidencial.

Obras en el gobierno

Ramón Castilla, a pesar de su carácter, muchas veces autoritario, es considerado por muchos historiadores como uno de los primeros presidentes innovadores y progresistas de Perú. Para los expertos, con sus presidencias comenzó realmente el periodo republicano.

Fin de la esclavitud

Una de las leyes más importantes que Castilla impulsó durante sus mandatos fue la liberación de los esclavos. La ley fue promulgada oficialmente en 1854 y reconocía a los esclavos como ciudadanos del país con todos los derechos civiles. Se calcula que esta medida afectó a casi 50.000 personas.

Ley de libertad de prensa

Aunque su trayectoria en el aspecto de las libertades civiles sufrió variaciones según el momento. Castilla fue el responsable de la ley de libertad de prensa. Con ella favoreció a los medios de comunicación, defendiendo que se publicaran todo tipo de informaciones y opiniones.

En el ámbito educativo, Castilla reformó los modelos coloniales vigentes hasta esa época, modernizando la enseñanza en Perú.

Abolición del tributo indígena y los mayorazgos

Dentro de sus políticas progresistas, Castilla acabó con los diezmos obligatorios que debían ser pagado al clero. Lo mismo hizo con los tributos que tenían que pagar los indígenas y que se montaban a la época del virreinato.

Infraestructura

La construcción de nuevas infraestructuras fue una de las prioridades de los gobiernos de Castilla. Desde la primera vez que ocupó la presidencia, aprovechó el dinero obtenido de la venta del guano para modernizar el país.

En 1851 dio orden de construir la primera línea ferroviaria de Perú. Esta cubría la ruta desde Lima al Callao. Junto a esto, impulsó la navegación a vapor.

Por otra parte, propició políticas que desarrollaron el alumbrado a gas en las ciudades, la llegada de agua potable a todo el territorio y la implantación del petróleo.

Referencias

  1. Biografías y Vidas. Ramón Castilla. Obtenido de biografiasyvidas.com
  2. Redacción Perú 21. Ramón Castilla: Trece obras importantes a 147 años de su muerte. Obtenido de peru21.pe
  3. Historia del Perú. Ramón Castilla. Obtenido de historiaperuana.pe
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Ramón Castilla. Obtenido de britannica.com
  5. The Biography. Biography of Ramón Castilla Marquesado (1797-1867). Obtenido de thebiography.us
  6. Mücke, Ulrich. Biography and Political History in Republican Peru. Recuperado de degruyter.com
  7. Revolvy. Ramón Castilla. Obtenido de revolvy.com
  8. Encyclopedia of World Biography. Ramón Castilla. Obtenido de encyclopedia.com