Alfabeto etrusco: origen y características
El alfabeto etrusco fue un sistema de escritura utilizado por los pobladores establecidos en la península itálica entre el año 700 a. C. y el siglo I d. C. Está compuesto por 26 caracteres clásicos con un sentido de escritura de derecha a izquierda.
Expertos aseguran que este alfabeto proviene del griego, y actualmente tenemos referencia del mismo gracias a más de diez mil inscripciones encontradas en las áreas geográficas donde el pueblo etrusco residió.
La mayoría de los caracteres etruscos encontrados hasta ahora están vinculados a temas funerarios con inscripciones en muros, tumbas, sarcófagos o vasijas. Este importante registro arqueológico ha permitido a los especialistas establecer al menos doscientas palabras, además de nombres propios.
La creación del alfabeto etrusco posee una enorme importancia, ya que eventualmente dio origen al alfabeto latino, uno de los sistemas de escritura más utilizados en la actualidad a lo largo del mundo.
Índice del artículo
- 1 Origen
- 2 Características
- 3 Semejanzas y diferencias con alfabeto griego
- 4 Semejanzas y diferencias con alfabeto latino
- 5 Un lenguaje incomprendido
- 6 Referencias
Expertos en lenguas antiguas afirman que el alfabeto etrusco es derivado de una versión arcaica del griego, debido al parecido de los caracteres entre ambas formas de escritura. Fue creado entre el norte y centro de la península itálica por el pueblo etrusco, la primera población de esa zona que desarrolló un sistema de escritura.
Historiadores afirman que el alfabeto etrusco podría estar vinculado al alfabeto rúnico utilizado en lenguas germánicas e islas británicas.
Otros expertos señalan que el lenguaje etrusco proviene del periodo paleolítico, lo que establecería la presencia en la península itálica de un pueblo prehistórico anterior al asentamiento de poblaciones indoeuropeas en la zona.
Ya que algunas inscripciones fueron grabadas en materiales preciosos u objetos femeninos, los expertos tienen la hipótesis de que la escritura pudo haber estado reservada para las altas clases sociales y que, en esta sociedad, las mujeres no eran excluidas de la educación.
Para el año 700 a. C. las ciudades del pueblo etrusco ya habían sido fundadas. Su cultura floreció durante el siglo VI a. C. (alrededor del año 500) impulsando a los pobladores a extenderse y establecer sus fronteras, especialmente ante la llegada de una agresiva presencia griega en la península itálica y la costa sur de Francia.
La rivalidad comercial entre etruscos y griegos originó enfrentamientos y grandes perdidas humanas por parte de los etruscos. Esto fue el inicio de su decadencia, siendo el golpe final la aparición de pueblos tributarios, como los romanos.
Los romanos a su vez adoptaron numerosos elementos de la cultura etrusca, incluyendo su alfabeto y es por eso que las letras latinas de la civilización europea tienen entonces su origen en el alfabeto etrusco
El alfabeto etrusco posee 26 caracteres, aunque la cantidad varía dependiendo de la época de la muestra etrusca encontrada, pues los filólogos establecen la existencia de dos tipos de alfabeto etrusco: el arcaico y el clásico.
Aunque usualmente el alfabeto etrusco fue escrito de derecha a izquierda, también se han conseguido muestras al estilo bustrófedon, caracterizado por la escritura con direcciones alternadas en cada línea, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
Las palabras eran originalmente escritas sin espacios, pero en inscripciones menos arcaicas se registra el uso de un punto o doble punto para separar las palabras.
El pueblo etrusco adaptó el alfabeto griego a sus costumbres verbales, eliminando y modificando elementos que coincidieran con sus sonidos. Por ejemplo, en su versión clásica el alfabeto etrusco utilizó los equivalentes griegos de la “a”, “e”, “i” y “u” y dejó a un lado el uso de la “o”, también excluyeron las consonantes “d”, “b” o “g”.
Como mencionamos anteriormente, el alfabeto etrusco tomó los elementos del alfabeto griego que más se adaptaran a sus necesidades de comunicación y de allí crearon su propio sistema de escritura. Algunas letras griegas permanecieron inalterables, otras sufrieron leves modificaciones, al tiempo que otra serie de caracteres fueron eliminados completamente.
Comparar los dos alfabetos encierra dificultades, ya que ambos sistemas pasaron por un proceso de evolución desde su punto más arcaico hasta su pico de mayor de modernidad, como es el caso del etrusco que tuvo un tiempo de vida finito.
La evolución del griego por su parte lo ha llevado a modificaciones para hacerlo más práctico a las necesidades actuales de uso y es un idioma vivo con posibilidad de continuar evolucionando en un futuro
El alfabeto etrusco llegó a contar con 26 caracteres en uno de sus puntos evolutivos, en comparación con el griego que tiene 24 caracteres.
El alfabeto etrusco tenía 4 vocales y 22 consonantes, al tiempo que alfabeto griego cuenta con 17 consonantes. Los griegos fueron los primeros que introdujeron las vocales en un alfabeto, 7 en total, catalogadas como breves o largas, dependiendo de la palabra.
Cada carácter del alfabeto etrusco y el griego representa un sonido que al combinarlos forman las palabras. Tanto el alfabeto etrusco como el griego tenían una orientación horizontal de escritura.
En un periodo arcaico, el griego compartió con el etrusco la singularidad de ser escrito en ambas direcciones, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, pero aproximadamente en el año 500 a. C, el alfabeto griego comenzó a emplearse solo de izquierda a derecha.
Ninguno de los alfabetos, tanto el etrusco como el griego utiliza tilde.
El griego fue usado en la antigüedad para escribir textos científicos por lo que sus caracteres aún son empleados como símbolos en áreas como física, matemáticas, astronomía, entre otras áreas científicas. Por su parte el etrusco cayó en desuso y fue sustituido por otro alfabeto.
En la tabla se puede observar las diferencias y semejanzas de los caracteres establecidos tanto en el alfabeto etrusco como en el griego, la ausencia de ciertas letras y la aparición de otras totalmente nuevas.
El alfabeto latino le debe al etrusco casi todas sus letras. Con una simple vista a la tabla comparativa puede apreciarse la similitud de los caracteres a pesar de los siglos transcurridos y los cambios realizados desde el surgimiento del alfabeto griego, pasando por el etrusco, hasta llegar al alfabeto latino que conocemos hoy en día.
Las letras A, B, C, D, E, F, I, K, Z, M, N, P, Q, R y T son fácilmente reconocibles. La O si bien no se encuentra en la versión clásica, si puede observarse en la versión arcaica. Entre sus diferencias más evidentes se cuentan la serie de caracteres que fueron eliminados o sustituidos al no responder a las necesidades del pueblo romano.
En un punto de su evolución, el alfabeto latino también llegó a escribirse al estilo bustrófedon (de derecha izquierda y de izquierda a derecha) pero finalmente adoptó la orientación de izquierda a derecha que observamos en la actualidad.
Cada carácter del alfabeto etrusco y el latino representa un sonido que al combinarlos forman las palabras. Tanto el alfabeto etrusco como el latino tienen una orientación horizontal de escritura.
Ambos alfabetos cuentan con 26 palabras. El etrusco llegó a tener esta cantidad en su versión arcaica y el alfabeto latino en su versión internacional actual. Originalmente el latino solo contaba con 23 para luego recibir la J, U Y W.
Como el alfabeto latino es el más usado en el mundo por la mayor cantidad de lenguas, ha sufrido modificaciones e incorporaciones según el idioma que lo emplee. Ejemplo de ello es como mencionamos la “ñ” española o la “ç” francesa, caracteres muy alejados de los observados en el alfabeto etrusco.
El lenguaje etrusco dejó de ser hablado en el siglo I d. C., pero continuó siendo utilizado en el contexto religioso hasta principio del siglo V.
Expertos lingüísticos manifiestan su frustración porque si bien han encontrado en las inscripciones un número importante de palabras, hasta ahora no han podido reconstruir el idioma para el estudio profundo de la lengua. Manifiestan que los hallazgos no han aportado toda la información necesaria y no se conservan de él literatura, poesía ni filosofía como en el caso de otros idiomas.
El estudio del alfabeto etrusco y su idioma es un trabajo en progreso. Solo en 1964 fue descubierta la palabra referida a la numeración “tres” (ci) en unas láminas de oro ubicadas en el antiguo puerto etrusco de Pyrgi en Italia central. Hasta entonces solo se tenía conocimiento de las palabras numéricas “uno” (thu) y “dos” (zal).
Historiadores afirman que el emperador romano Claudio (10 a. C. – 54 d. C.) escribió la historia del pueblo etrusco en 20 volúmenes, además de un diccionario etrusco-latino, lo que posiblemente habría aportado muchos más datos sobre el alfabeto y su influencia. Sin embargo, ninguno de estos textos pudo ser conservado hasta nuestros días.
Los estudios arqueológicos continúan y con ellos la aparición de nuevos descubrimientos sobre la evolución del alfabeto etrusco y su influencia en alfabetos posteriores.
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